Ictus

 

¿Qué es el ictus?

Se entiende por ictus la interrupción brusca de la circulación cerebral tras una lesión de los vasos sanguíneos de esta zona. Generalmente se produce de forma inesperada y puede evolucionar en cuestión de minutos en síndromes neurológicos importantes.

Los diferentes tipos de ictus son:

  • Accidente isquémico transitorio o AIT.
  • Ictus aterotrombótico o trombosis.
  • Ictus embólico o embolia.
  • Ictus hemodinámico.
  • Ictus hemorrágico.

 

¿Qué síntomas presenta un ictus?

Los síntomas relacionados con el ictus suelen ser, a menudo, una señal de alarma y van en función de la parte del cerebro donde se produzcan.

Si se manifiesta en el hemisferio izquierdo puede afectar a la expresión o comprensión del lenguaje, produciendo dificultad al hablar, mutismo, sustitución de palabras o sílabas, fallos en la denominación de objetos y problemas para leer y/o escribir.

En el caso de afectar al hemisferio derecho el paciente puede tener una falta de reconocimiento del lado izquierdo del cuerpo o del entorno, problemas de atención, distracciones frecuentes, pérdida de la concentración, escaso reconocimiento de los conflictos actuales o futuros, incluso sin reconocer la propia enfermedad y problemas de conducta por impulsividad o cambios bruscos de carácter.

Los síntomas que se producen en ambos casos son debilidad o pérdida de sensibilidad del lado del cuerpo contrario y también pérdida de visión en el campo visual contrario. En casos graves se puede llegar al coma o incluso el paciente puede perder la vida.

 

Causas del ictus: por qué se produce

Se conocen tres formas básicas de mecanismos de acción en los ictus:

  • La hemorrágica (la arterioesclerosis y la hipertensión arterial suelen ser les causas más frecuentes).
  • La trombosis cerebral, siendo nuevamente la arterioesclerosis la causa más frecuente.
  • Y la embolia cerebral.
Infografía donde se muestra cómo se produce un ictus en el cerebro - by Top Doctors
Un ictus se produce por una interrupción brusca de la circulación cerebral 
por una lesión de los vasos sanguíneos de esta zona

 

¿Se puede prevenir un ictus?

Del mismo modo que ocurre con otras patologías, la prevención del ictus se puede conseguir eliminando de la vida cotidiana los factores de riesgo o hábitos poco saludables, como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, entre otros. Además, la hipertensión arterial y la diabetes deben ser controladas por un especialista, en caso de que el paciente sufra de estas patologías.

Otros factores de riesgo que pueden propiciar el ictus son: que el paciente tenga altos índices de colesterol, la obesidad y sufrir ciertas patologías del corazón, como arritmias o infartos de miocardio. Estos últimos pueden originar coágulos de sangre que viajen hasta las arterias del cerebro, obstruyéndolas y produciéndose un ictus isquémico por embolia.

 

¿En qué consiste el tratamiento?

Los especialistas siempre consideran que los ictus deben ser tratados en menos de tres horas por un equipo de neurólogos para prevenir complicaciones. El primer tratamiento aplicado es inyectar anticoagulantes para eliminar el coágulo o el trombo, y permitir un flujo sanguíneo habitual.

En caso de hemorragia es posible que el paciente requiera una angiografía intervencionista o un cateterismo y así reparar la arteria dañada a través de stents o insertando un clip o grapa en el aneurisma causantes de sangrado. En situaciones graves en que la vida del paciente peligre, el drenaje quirúrgico mediante catéter permite expulsar la sangre al exterior.

La Sociedad Española de Neurología (SEN) ofrece una serie de consejos para pacientes que han sufrido un ictus.

21-09-2023
Top Doctors

Ictus

Dr. Alberto Lledó - Neurología

Creado el: 13-11-2012

Editado el: 21-09-2023

Editado por: Patricia Pujante Crespo

 

¿Qué es el ictus?

Se entiende por ictus la interrupción brusca de la circulación cerebral tras una lesión de los vasos sanguíneos de esta zona. Generalmente se produce de forma inesperada y puede evolucionar en cuestión de minutos en síndromes neurológicos importantes.

Los diferentes tipos de ictus son:

  • Accidente isquémico transitorio o AIT.
  • Ictus aterotrombótico o trombosis.
  • Ictus embólico o embolia.
  • Ictus hemodinámico.
  • Ictus hemorrágico.

 

¿Qué síntomas presenta un ictus?

Los síntomas relacionados con el ictus suelen ser, a menudo, una señal de alarma y van en función de la parte del cerebro donde se produzcan.

Si se manifiesta en el hemisferio izquierdo puede afectar a la expresión o comprensión del lenguaje, produciendo dificultad al hablar, mutismo, sustitución de palabras o sílabas, fallos en la denominación de objetos y problemas para leer y/o escribir.

En el caso de afectar al hemisferio derecho el paciente puede tener una falta de reconocimiento del lado izquierdo del cuerpo o del entorno, problemas de atención, distracciones frecuentes, pérdida de la concentración, escaso reconocimiento de los conflictos actuales o futuros, incluso sin reconocer la propia enfermedad y problemas de conducta por impulsividad o cambios bruscos de carácter.

Los síntomas que se producen en ambos casos son debilidad o pérdida de sensibilidad del lado del cuerpo contrario y también pérdida de visión en el campo visual contrario. En casos graves se puede llegar al coma o incluso el paciente puede perder la vida.

 

Causas del ictus: por qué se produce

Se conocen tres formas básicas de mecanismos de acción en los ictus:

  • La hemorrágica (la arterioesclerosis y la hipertensión arterial suelen ser les causas más frecuentes).
  • La trombosis cerebral, siendo nuevamente la arterioesclerosis la causa más frecuente.
  • Y la embolia cerebral.
Infografía donde se muestra cómo se produce un ictus en el cerebro - by Top Doctors
Un ictus se produce por una interrupción brusca de la circulación cerebral 
por una lesión de los vasos sanguíneos de esta zona

 

¿Se puede prevenir un ictus?

Del mismo modo que ocurre con otras patologías, la prevención del ictus se puede conseguir eliminando de la vida cotidiana los factores de riesgo o hábitos poco saludables, como el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol, entre otros. Además, la hipertensión arterial y la diabetes deben ser controladas por un especialista, en caso de que el paciente sufra de estas patologías.

Otros factores de riesgo que pueden propiciar el ictus son: que el paciente tenga altos índices de colesterol, la obesidad y sufrir ciertas patologías del corazón, como arritmias o infartos de miocardio. Estos últimos pueden originar coágulos de sangre que viajen hasta las arterias del cerebro, obstruyéndolas y produciéndose un ictus isquémico por embolia.

 

¿En qué consiste el tratamiento?

Los especialistas siempre consideran que los ictus deben ser tratados en menos de tres horas por un equipo de neurólogos para prevenir complicaciones. El primer tratamiento aplicado es inyectar anticoagulantes para eliminar el coágulo o el trombo, y permitir un flujo sanguíneo habitual.

En caso de hemorragia es posible que el paciente requiera una angiografía intervencionista o un cateterismo y así reparar la arteria dañada a través de stents o insertando un clip o grapa en el aneurisma causantes de sangrado. En situaciones graves en que la vida del paciente peligre, el drenaje quirúrgico mediante catéter permite expulsar la sangre al exterior.

La Sociedad Española de Neurología (SEN) ofrece una serie de consejos para pacientes que han sufrido un ictus.

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