Cirugía hepatobiliar

 

¿Qué es la cirugía hepatobiliar?

El área hepato-bilio-pancreática es una zona anatómica y funcional que comprende el hígado, el páncreas, la vesícula biliar y las vías biliares, así como el duodeno. Es una zona vital para el funcionamiento del cuerpo pero su anatomía es compleja y, a veces, su evaluación anatómica mediante pruebas radiológicas y endoscópicas es difícil. La cirugía hepatobiliar es una subespecialidad dentro de la Cirugía General y del Aparato Digestivo

La cirugía hepatobiliar se encarga de las patologías del hígado, vesícula y vías biliares, así como el páncreas - Top Doctors
La cirugía hepatobiliar se encarga de las patologías del hígado, vesícula y vías biliares, así como el páncreas

¿Por qué se realiza?

La cirugía hepatobiliar se realiza para abordar quirúrgicamente las patologías que afectan al hígado, vías biliares y páncreas. Puede emplearse en:

 

Hígado:

  • Tumores de hígado, primario y metástasicos. La cirugía del cáncer primario de hígado o hepatocarcinoma o el colangiocarcinoma son tumores que suelen aparecer en hígados enfermos o cirróticos, aunque también pueden aparecer en hígados sanos. La situación funcional hepática de cada paciente determinará el tratamiento a realizar que va desde la cirugía al trasplante de hígado o a los tratamientos locales como la radiofrecuencia. Los tumores benignos de hígado también pueden tener indicación de cirugía como es el caso de los adenomas, cuya cirugía puede estar indicada por riesgo a que se malignicen cuando su tamaño supero los 5 cm. La valoración por un cirujano/a experto es fundamental para establecer la correcta estrategia de tratamiento.
  • Metástasis hepáticas. Los tumores de hígado secundarios o metástasis pueden ser operados, integrándolo en el contexto del tratamiento global del tumor primario que causa la metástasis. La metástasis de cáncer de colon son las más susceptibles de ser operadas. La causa más frecuente de resección de hígado en los países desarrollados es la metástasis hepática de cáncer colo-rectal. Se calcula que el 50% de pacientes con cáncer colo-rectal tendrán metástasis hepática en algún momento durante la evolución de la enfermedad. De estas, el 30% podrán beneficiarse del tratamiento quirúrgico.
  • Quistes en el hígado. A veces los quistes en el hígado requieren ser extirpados, ya sea por su tamaño, por sus manifestaciones clínicas, su crecimiento o sospecha de malignidad. Gracias a las técnicas laparoscópicas/robóticas la cirugía suele ser mínimamente invasiva.

 

Vesícula biliar:

  • Cirugía laparoscópica de la litiasis biliar.
  • Cirugía de tumores de la vía biliar. Los tumores de las vías biliares y la vesícula biliar son de gran complejidad, aunque son poco frecuentes. Su extirpación requerirá de un equipo altamente especializado.

 

Páncreas:

  • Cirugía del cáncer de páncreas. La cirugía del cáncer pancreático requiere, casi siempre, una extirpación total o parcial del páncreas. Es una técnica muy compleja, por lo que también debe realizarse por un equipo dedicado a esta patología que realice un número mínimo de cirugía de páncreas al año (25) y, por tanto, asegure unos resultados aceptables en esta cirugía tan compleja.
  • Tratamiento de la pancreatitis. la pancreatitis aguda/crónica puede precisar de distintos especialistas para su tratamiento, que van desde la cirugía de la vesícula biliar a la cirugía del páncreas, by-pass biliodigestivo o drenaje de colecciones.
  • Cirugía de tumores endocrinos en el páncreas. Suelen tratarse con cirugía, en algunos casos con exéresis parcial del páncreas.

 

¿En qué consiste?

Son diversas las técnicas empleadas en la cirugía hepatobiliar, en función de la patología que sufra el paciente y la extensión de la lesión en el hígado, vesícula biliar o páncreas.

Actualmente, el 80% de las cirugías hepatobiliopancreáticas se llevan a cabo por cirugía mínimamente invasiva, por lo que hay menor dolor postoperatorio, menor pérdida sanguínea y menor estancia hospitalaria.

La resección quirúrgica de la metástasis hepática puede llevarse a cabo de manera segura en la mayoría de pacientes, con una mortalidad postoperatoria muy baja, de entre el 0,2 y el 3,5%. La resección en casos de metástasis hepática se indicará cuando se integre en una estrategia curativa que requerirá de una cirugía oncológica del tumor primario y una estadificación que descarte enfermedad a distancia.

 

La resección puede ser:

  • Resección del tumor primario seguida de quimioterapia perioperatoria y posterior resección de la metástasis de hígado.
  • Resección simultánea (o secuencial) del tumor primario y metástasis hepáticas. Después de la cirugía se administrará quimioterapia adyuvante.
  • Quimioterapia neoadyuvante y después resección simultánea o secuencial del tumor y la metástasis. Si el tumor hepático es muy importante y el tumor primario no produce síntomas se puede iniciar el tratamiento quirúrgico secuencial por cirugía hepática.

 

La cirugía sigue siendo el tratamiento de elección para el tratamiento del cáncer. No obstante, hay otros tipos de tratamientos, si hay otras patologías hepáticas o la situación del paciente no permite realizar una cirugía:

  • Hepatectomía limitada: se recomienda en pacientes con un hígado enfermo o cirrosis compensada cuya función hepática permita soportar una cirugía.
  • Trasplante hepático: indicado en pacientes con hepatopatía avanzada o en metástasis / tumores irresecables y sin contraindicaciones para recibir el trasplante. 
  • Destrucción tumoral guiada por imagen. Actualmente se recomienda hacerlo con radiofrecuencia, en tumores de hasta 5cm, ya que su efectividad disminuye con el tamaño de la lesión. Es muy útil en tumores de hasta 2cm. También se puede emplear tumores multifocales cuando no se indique el trasplante o como tratamiento puente al trasplante.

 

Preparación para la cirugía hepatobiliar

El especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo recomendará al paciente qué procedimientos seguir antes de someterse a cualquier cirugía de hígado, vesícula biliar, vías biliares y páncreas. Es muy probable que sea necesaria Resonancia Magnética, PET, analíticas de sangreradiografías e incluso biopsias para conocer la extensión y tamaño de la lesión, así como qué zonas están afectadas exactamente.

 

Cuidados tras la intervención

La cirugía hepatobiliar se realiza en áreas y órganos vitales, muy delicados, por lo que es posible que el paciente deba hacer reposo tras las intervenciones. Esto será especialmente importante cuando se haga cirugía abierta o resecciones grandes de tumores. En caso de que la técnica empleada por el especialista sea laparoscopia, el reposo posiblemente sea menor. En cualquier caso, será el especialista quien recomiende qué cuidados seguir y qué medicación tomar, en caso de sentir molestias.

 

Alternativas a este tratamiento

No hay una alternativa concreta a la cirugía hepatobiliar. Dentro de ella existen diversas técnicas e intervenciones. El empleo de unas u otras dependerá de la extensión de la lesión y de la afectación del órgano en sí y de los órganos vecinos, así como su función.

21-09-2023
Top Doctors

Cirugía hepatobiliar

Dra. Concepció Gómez-Gavara - Cirugía general

Creado el: 30-11-2018

Editado el: 21-09-2023

 

¿Qué es la cirugía hepatobiliar?

El área hepato-bilio-pancreática es una zona anatómica y funcional que comprende el hígado, el páncreas, la vesícula biliar y las vías biliares, así como el duodeno. Es una zona vital para el funcionamiento del cuerpo pero su anatomía es compleja y, a veces, su evaluación anatómica mediante pruebas radiológicas y endoscópicas es difícil. La cirugía hepatobiliar es una subespecialidad dentro de la Cirugía General y del Aparato Digestivo

La cirugía hepatobiliar se encarga de las patologías del hígado, vesícula y vías biliares, así como el páncreas - Top Doctors
La cirugía hepatobiliar se encarga de las patologías del hígado, vesícula y vías biliares, así como el páncreas

¿Por qué se realiza?

La cirugía hepatobiliar se realiza para abordar quirúrgicamente las patologías que afectan al hígado, vías biliares y páncreas. Puede emplearse en:

 

Hígado:

  • Tumores de hígado, primario y metástasicos. La cirugía del cáncer primario de hígado o hepatocarcinoma o el colangiocarcinoma son tumores que suelen aparecer en hígados enfermos o cirróticos, aunque también pueden aparecer en hígados sanos. La situación funcional hepática de cada paciente determinará el tratamiento a realizar que va desde la cirugía al trasplante de hígado o a los tratamientos locales como la radiofrecuencia. Los tumores benignos de hígado también pueden tener indicación de cirugía como es el caso de los adenomas, cuya cirugía puede estar indicada por riesgo a que se malignicen cuando su tamaño supero los 5 cm. La valoración por un cirujano/a experto es fundamental para establecer la correcta estrategia de tratamiento.
  • Metástasis hepáticas. Los tumores de hígado secundarios o metástasis pueden ser operados, integrándolo en el contexto del tratamiento global del tumor primario que causa la metástasis. La metástasis de cáncer de colon son las más susceptibles de ser operadas. La causa más frecuente de resección de hígado en los países desarrollados es la metástasis hepática de cáncer colo-rectal. Se calcula que el 50% de pacientes con cáncer colo-rectal tendrán metástasis hepática en algún momento durante la evolución de la enfermedad. De estas, el 30% podrán beneficiarse del tratamiento quirúrgico.
  • Quistes en el hígado. A veces los quistes en el hígado requieren ser extirpados, ya sea por su tamaño, por sus manifestaciones clínicas, su crecimiento o sospecha de malignidad. Gracias a las técnicas laparoscópicas/robóticas la cirugía suele ser mínimamente invasiva.

 

Vesícula biliar:

  • Cirugía laparoscópica de la litiasis biliar.
  • Cirugía de tumores de la vía biliar. Los tumores de las vías biliares y la vesícula biliar son de gran complejidad, aunque son poco frecuentes. Su extirpación requerirá de un equipo altamente especializado.

 

Páncreas:

  • Cirugía del cáncer de páncreas. La cirugía del cáncer pancreático requiere, casi siempre, una extirpación total o parcial del páncreas. Es una técnica muy compleja, por lo que también debe realizarse por un equipo dedicado a esta patología que realice un número mínimo de cirugía de páncreas al año (25) y, por tanto, asegure unos resultados aceptables en esta cirugía tan compleja.
  • Tratamiento de la pancreatitis. la pancreatitis aguda/crónica puede precisar de distintos especialistas para su tratamiento, que van desde la cirugía de la vesícula biliar a la cirugía del páncreas, by-pass biliodigestivo o drenaje de colecciones.
  • Cirugía de tumores endocrinos en el páncreas. Suelen tratarse con cirugía, en algunos casos con exéresis parcial del páncreas.

 

¿En qué consiste?

Son diversas las técnicas empleadas en la cirugía hepatobiliar, en función de la patología que sufra el paciente y la extensión de la lesión en el hígado, vesícula biliar o páncreas.

Actualmente, el 80% de las cirugías hepatobiliopancreáticas se llevan a cabo por cirugía mínimamente invasiva, por lo que hay menor dolor postoperatorio, menor pérdida sanguínea y menor estancia hospitalaria.

La resección quirúrgica de la metástasis hepática puede llevarse a cabo de manera segura en la mayoría de pacientes, con una mortalidad postoperatoria muy baja, de entre el 0,2 y el 3,5%. La resección en casos de metástasis hepática se indicará cuando se integre en una estrategia curativa que requerirá de una cirugía oncológica del tumor primario y una estadificación que descarte enfermedad a distancia.

 

La resección puede ser:

  • Resección del tumor primario seguida de quimioterapia perioperatoria y posterior resección de la metástasis de hígado.
  • Resección simultánea (o secuencial) del tumor primario y metástasis hepáticas. Después de la cirugía se administrará quimioterapia adyuvante.
  • Quimioterapia neoadyuvante y después resección simultánea o secuencial del tumor y la metástasis. Si el tumor hepático es muy importante y el tumor primario no produce síntomas se puede iniciar el tratamiento quirúrgico secuencial por cirugía hepática.

 

La cirugía sigue siendo el tratamiento de elección para el tratamiento del cáncer. No obstante, hay otros tipos de tratamientos, si hay otras patologías hepáticas o la situación del paciente no permite realizar una cirugía:

  • Hepatectomía limitada: se recomienda en pacientes con un hígado enfermo o cirrosis compensada cuya función hepática permita soportar una cirugía.
  • Trasplante hepático: indicado en pacientes con hepatopatía avanzada o en metástasis / tumores irresecables y sin contraindicaciones para recibir el trasplante. 
  • Destrucción tumoral guiada por imagen. Actualmente se recomienda hacerlo con radiofrecuencia, en tumores de hasta 5cm, ya que su efectividad disminuye con el tamaño de la lesión. Es muy útil en tumores de hasta 2cm. También se puede emplear tumores multifocales cuando no se indique el trasplante o como tratamiento puente al trasplante.

 

Preparación para la cirugía hepatobiliar

El especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo recomendará al paciente qué procedimientos seguir antes de someterse a cualquier cirugía de hígado, vesícula biliar, vías biliares y páncreas. Es muy probable que sea necesaria Resonancia Magnética, PET, analíticas de sangreradiografías e incluso biopsias para conocer la extensión y tamaño de la lesión, así como qué zonas están afectadas exactamente.

 

Cuidados tras la intervención

La cirugía hepatobiliar se realiza en áreas y órganos vitales, muy delicados, por lo que es posible que el paciente deba hacer reposo tras las intervenciones. Esto será especialmente importante cuando se haga cirugía abierta o resecciones grandes de tumores. En caso de que la técnica empleada por el especialista sea laparoscopia, el reposo posiblemente sea menor. En cualquier caso, será el especialista quien recomiende qué cuidados seguir y qué medicación tomar, en caso de sentir molestias.

 

Alternativas a este tratamiento

No hay una alternativa concreta a la cirugía hepatobiliar. Dentro de ella existen diversas técnicas e intervenciones. El empleo de unas u otras dependerá de la extensión de la lesión y de la afectación del órgano en sí y de los órganos vecinos, así como su función.

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