Prueba intolerancia fructosa
¿Qué es la prueba de intolerancia a la fructosa?
El test de intolerancia a la fructosa es una prueba diagnóstica para diagnosticar la malabsorción de los azúcares por el intestino delgado, que han pasado al intestino grueso y alteran la flora intestinal.
¿Por qué se realiza?
La fructosa es un monosacárido, presente en diversos alimentos como el azúcar y la miel, que necesita ser metabolizada por el hígado para ser transportada a la sangre en forma de proteína. La intolerancia a la fructosa se produce cuando hay una malabsorción de esta por parte del hígado, en consecuencia pasa al colon provocan diversos síntomas digestivos: dolor abdominal, flatulencias, borborigmos y diarrea son los más comunes, habiendo también pacientes que presentan náuseas, vómitos, cefaleas y estreñimiento.
La intolerancia a la fructosa es una patología muy común, que afecta a gran parte de la población pero suele estar infradiagnosticada. La prueba de intolerancia a la fructosa se realiza para detectar dicha anomalía y poder establecer una dieta pobre en fructosa y acabar así con los síntomas.
¿En qué consiste la prueba de intolerancia a la fructosa?
Esta prueba diagnóstica es el test de Hidrógeno espirado realizado con la ayuda de un especialista digestivo, que consiste en una toma de muestra de aire del paciente mediante la espiración dentro de un dispositivo médico que contiene un sensor de detección de Hidrógeno.
Tras realizar una primera muestra de aire para conocer el valor basal del paciente, se le administrará una solución de fructosa, sorbitol o fructosa-sorbitol. Posteriormente, el paciente soplará de nuevo en el aparato en un periodo de entre 2 y tres horas para ir recogiendo muestras y observar su evolución en los niveles de hidrógeno y síntomas.
Preparación para la prueba de intolerancia a la fructosa
Las condiciones médicas para realizar la prueba de intolerancia a la fructosa son las siguientes:
- En las 4 semanas previas a la prueba el paciente no puede haberse sometido a colonoscopias o enemas ni tomar antibióticos.
- No podrá utilizar sustancias laxantes en la semana previa a la prueba
- El día antes de la prueba podrá tomar caldos sin pasta (fideos o similares), arroz, carnes y pescado a la plancha, y huevos en tortilla, revueltos o cocidos.
- El paciente deberá estar sin fumar y en ayunas desde la noche anterior, excepto de agua (12 horas)
- Antes de acudir al laboratorio para la prueba, el paciente se deberá realizar un aseo bucal para reducir la interferencia con bacterias de la boca.
- Deberá informar al personal sanitario si ha tenido diarreas esa mañana y/o en los días previos.
¿Qué se siente durante el examen?
Se trata de una prueba no invasiva y totalmente indolora. El paciente deberá permanecer en reposo durante todo el tiempo que dure la prueba, y no podrá mascar chicles ni caramelos debido a la cantidad de sorbitol que puede alterar el resultado. Deberá informar al personal sanitario en caso de sufrir malestar, vómitos o diarrea durante la realización de la prueba.
Significado de resultados anormales
Unos resultados anormales en esta prueba suponen el diagnóstico de intolerancia a la fructosa, con lo que el paciente deberá ponerse en manos de un especialista digestivo o nutricionista para elaborar un plan dietético que logre remitir los síntomas.