¿Por qué se realiza?
La endoscopia es una técnica que puede utilizarse tanto para el diagnóstico y observación como el tratamiento y cirugía. Concretamente la cirugía endoscópica se utiliza en diversos campos de la Medicina: es muy habitual la cirugía endoscópica en Ginecología, llamada Histeroscopia, para tratar las patologías del útero, como quistes, endometriosis, miomas o incluso para realizar una ligadura de trompas, estudiar la infertilidad, o una histerectomía o extirpación del útero. Por otra parte, es también frecuente tratar estas patologías mediante laparoscopia, que se diferencia en que aborda la cirugía desde un orificio en la cavidad abdominal.
También se utiliza en otros campos, como la Otorrinolaringología, donde es muy común la cirugía endoscópica nasosinual para tratar lesiones o problemas dentro de la nariz que impidan respirar con normalidad, afecten al olfato o provoquen dolores de cara y cabeza. O por otra parte, en Cirugía General y del Aparato Digestivo puede emplearse la técnica de endoscopia o laparoscopia en la cirugía de la obesidad. También puede realizarse una endoscopia de urgencia, como sucrede en el campo de la Nurocirugía para tratar una hemorragia cerebral o accidente cerebrovascular (Ictus).
¿En qué consiste?
La cirugía endoscópica consiste en la introducción de un endoscopio, que es un instrumento óptico en forma de tubo con una cámara de vídeo e iluminación en el extremo, a través de alguno de los orificios naturales del cuerpo o a través de una incisión, para que así el especialista cirujano pueda observar a través de un monitor de televisión el órgano o zona a tratar. Además, a través del endoscopio pueden introducirse distintas herramientas para realizar la cirugía.
Preparación para la cirugía endoscópica
Antes de la cirugía, el paciente deberá informar a su médico acerca de su estado de salud y medicación que está tomando, así como se observar´su historial médico y se someterá a diversas pruebas para valorar si puede someterse a la operación. Por lo general, estas pruebas diagnósticas previas incluirán los análisis clínicos, aunque en función de la cirugía y las características del paciente, el especialista puede requerir más pruebas concretas.
Como la cirugía endoscópica se realiza bajo anestesia general, también suele requerirse al paciente un ayuno de 8 horas previas a la intervención.
Cuidados tras la intervención
La principal ventaja de la cirugía endoscópica es que al ser menos invasiva que otras técnicas quirúrgicas, permite un postoperatorio mucho más corto. Así, el paciente permanecerá hospitalizado pocas horas, pudiendo incluso volver a casa el mismo día de la intervención. En líneas generales, podrá reincorporarse a su actividad habitual a las 48-72 horas tras la intervención.
Las molestias del postoperatorio también son menores, de manera que el paciente no requiere reposo absoluto y puede desarrollar su vida con normalidad.
Alternativas a la cirugía endoscópica
La alternativa a la cirugía endoscópica es la cirugía abierta convencional. Esta otra técnica no es un avance, sino que se trata de una técnica anterior, que supone mayor riesgo de complicaciones, un postoperatorio más largo y complicado, así como cicatrices más grandes y visibles.
Por otra parte, un avance en las técnicas de cirugía mínimamente invasiva como la cirugía endoscópica es la cirugía robótica, que consiste en estas técnicas llevadas a cabo por el especialista cirujano a través de un sistema robótico de alta precisión que permite una visión mejorada del área a tratar y movimientos con las herramientas quirúrgicas que serían imposibles de realizar por un humano, sin la ayuda del sistema robótico.