¿Quién se puede beneficiar de la osteopatía?
Mucha gente visita a un osteópata si padece:
- Dolor de espalda, cuello u hombro
- Una lesión deportiva
- Dolor al conducir o debido al embarazo
Existen pruebas de que las técnicas de terapia manual, como las que usa un osteópata, pueden ser útiles para los problemas enumerados anteriormente, especialmente del dolor de la parte baja de la espalda.
Otras personas visitan a un osteópata para tratar afecciones como la migraña, menstruaciones dolorosas y la depresión, pero existen pocas pruebas que evidencien que la osteopatía es un tratamiento efectivo.
¿Qué hace un osteópata?
Un osteópata emplea la manipulación física para aumentar la movilidad de las articulaciones, aliviar la tensión muscular y mejorar el suministro de sangre a los tejidos. El objetivo del tratamiento es mejorar la salud general de todos los sistemas del cuerpo mediante la manipulación y el fortalecimiento de la estructura musculoesquelética.
Los osteópatas también dan consejos sobre la postura, sobre ejercicios que ayuden a una pronta recuperación y para evitar que los síntomas vuelvan a aparecer.
¿Cuáles son las alternativas a la osteopatía?
A veces es necesario descartar otras causas de síntomas musculoesqueléticos y, en algunos casos, se lo derivará a otras investigaciones, que pueden incluir una radiografía, una resonancia magnética y un análisis de sangre.
Para algunas afecciones, como la artritis, es posible que se requieran medicamentos para reducir la inflamación y, en casos graves, se puede requerir cirugía.
También hay situaciones en las que las técnicas de terapia manual utilizadas en osteopatía no son adecuadas y pueden causar daños, debido al riesgo de daño a la columna o los huesos. Es posible que no sea apto para la osteopatía si padeces:
- Osteoporosis
- Cáncer
- Artritis
- Una fractura ósea
- Hemofilia
- Una afección de coagulación sanguínea