¿Qué es la quiropráctica?

La quiropráctica es una profesión que se dedica a diagnosticar, tratar y prevenir alteraciones del sistema músculo-esquelético y los desórdenes que puedan provocar en la función del sistema nervioso y la salud. Pone especial énfasis en la relación de la columna vertebral y el sistema nervioso con los demás sistemas, teniendo en cuenta el equilibrio general del cuerpo.

El tratamiento emplea técnicas manuales, con ajustes manuales específicos de la columna realizados por doctores en quiropráctica (EEUU) o licenciados en quiropráctica (España). Actualmente en España el título ha sido convalidado por el de fisioterapeuta, a la espera del reconocimiento legal de la profesión, a diferencia de la mayoría de países del mundo, en los que hace tiempo ya es considerada una profesión única y distinta a las demás profesiones sanitarias. 
 

¿Por qué se realiza?

El sistema nervioso está protegido por los huesos del cráneo y de la columna vertebral, siendo ésta última el eje central del sistema locomotor. A partir de ahí se extiende una red nerviosa que se ramifica por el cuerpo. Los 26 segmentos que componen la columna vertebral tienen cierta plasticidad y flexibilidad pero, con el tiempo, pueden ver alterada su capacidad para funcionar. Cuando esto ocurre, se producen interferencias en el sistema nervioso, que ya no puede funcionar de forma normal, lo que se denomina subluxación vertebral. Es entonces cuando se debe acudir a un especialista en quiropráctica.

Asimismo, también está recomendada para pacientes con dolor de espalda común, simple o inespecífico, así como para el dolor de cuello, de cabeza y otros problemas derivados de un mal funcionamiento del sistema nervioso y columna vertebral (mareos, vértigo, fibromialgia).
 

¿En qué consiste?

La quiropráctica consiste en ajustar los segmentos de la columna afectados por la subluxación vertebral, para devolver a la columna la normalidad funcional, eliminando las interferencias producidas en el sistema nervioso.

Los métodos que emplean los expertos en quiropráctica utilizan leves ajustes sobre puntos clave de la columna, así como presión leve y suave en las articulaciones afectadas. Esto se debe realizar en camillas diseñadas específicamente para realizar los ajustes en diversas posturas, según la respiración o los movimientos, para poder actuar sobre la columna, sobre el cráneo u otras partes del cuerpo.
 

Preparación para la quiropráctica

En general, no se requiere ninguna preparación especial antes del ajuste quiropráctico. Pacientes de todas las edades pueden ser candidatos para el cuidado quiropráctico, que puede aplicarse usando técnicas más invasivas, como la manipulación vertebral, o técnicas menos invasivas, sin manipulación vertebral.

El quiropráctico debe informar de los posibles riesgos de la intervención que aplicará al paciente, así como el paciente debe aceptar que desea que se le aplique tal técnica.
 

Cuidados tras la intervención

Aunque el ajuste quiropráctico normalmente no provoca efectos secundarios, algunos pacientes pueden experimentar algunos síntomas leves los días posteriores al tratamiento, que incluyen dolor de cabeza, fatiga o dolor en las partes del cuerpo tratadas (espalda, cuello y cabeza) que se consideran normales y desaparecen a las horas y días posteriores sin complicaciones.

Cabe informar que, la manipulación vertebral y otras técnicas quiroprácticas que no se realizan por quiroprácticos licenciados, sino por otros individuos bajo la práctica intrusiva, sí que pueden provocar daño a los pacientes por falta de conocimiento y técnica adecuada.