Meniscos
Dr. Antonio Calderón Arnedo - Traumatología
Creado el: 13-11-2012
Editado el: 17-07-2024
Editado por: Yoel Domínguez
¿Qué son los meniscos?
Los meniscos son dos estructuras de fibrocartílago que se ubican en el interior de la rodilla. Mejoran la función articular, siendo almohadillas que amortiguan el peso del cuerpo y las presiones. De esta manera, proporcionan a la articulación de la rodilla mucha estabilidad y tienen un papel clave en el buen funcionamiento articular. Las rodillas son las articulaciones más vulnerables y que pueden sufrir mayores lesiones, ya que soportan grandes presiones y asumen cualquier fuerza excesiva, haciendo un esfuerzo de amortiguación y disipación de fuerzas, donde los meniscos tienen un papel fundamental.
En el ser humano, además de los meniscos de la rodilla, también se encuentran en la articulación temporomandibular, en la acromioclavicular, en la muñeca y en las costillas, en la unión con articulaciones transversas vertebrales. Los meniscos completos se encuentran en la articulación esternoclavicular y en la muñeca. Los discos parciales están en la rodilla y en la acromioclavicular. Los discos pueden ser parciales o completos en la articulación temporomandibular.
Función de los meniscos
Los meniscos pueden desarrollar distintas funciones:
- Absorber las ondas de choque que se producen durante la marcha. Los meniscos pueden absorber casi el 20% de estas ondas.
- Transmisión de cargas. Las fibras que componen los meniscos permiten transmitir las fuerzas de compresión hasta en un 50% cuando la rodilla está extendida y hasta un 90% de las fuerzas de compresión cuando la rodilla está flexionada.
- Estabilidad articular. Si la rodilla falla puede ser debido a laxitud o rotura en el ligamento cruzado anterior. En la estabilidad de la rodilla influyen los meniscos, los cuádriceps y los isquiotibiales.
- Sensibilidad propioceptiva. Los meniscos ayudan en la percepción de la sensibilidad propioceptiva.
- Deslizamiento articular. Contribuyen en la lubricación de la articulación, por el alto contenido de agua y forma que tienen.
Patologías que pueden sufrir los meniscos
Ciertos movimientos de la rodilla pueden producir lesiones en los meniscos, cuando no siguen los desplazamientos de los cóndilos sobre la glenoides. Esto ocurre cuando, por ejemplo, hay un movimiento brusco de extensión de la rodilla, algo muy común en futbolistas. En este caso no hay tiempo a que se adelante el menisco, quedando encasillado entre el cóndilo y la glenoides.
Otro tipo de lesión es el mecanismo de distorsión de la rodilla, asociando rotación externa y lateralidad externa, lo que hace que el menisco se desplace bajo la convexidad del cóndilo interno, provocando una fisura longitudinal del menisco. Además, la ruptura de un ligamento interno también puede provocar la rotura del menisco. Los desgarros de meniscos son una de las lesiones más comunes. Aunque es típico en deportistas, cualquiera puede sufrir esta lesión.
Los desgarros pueden ser distintos, según su aspecto y el lugar donde ocurre. Los más comunes son los longitudinales, en pico de loro, en colgajo, en mango de balde y mixtos/complejos. En caso de lesiones deportivas suelen acompañarse de lesiones en los ligamentos: ligamento cruzado anterior y/o ligamento cruzado posterior.
Tratamientos para las patologías de los meniscos
Lo principal en este tipo de lesiones será un tratamiento conservador que, a veces, es suficiente para la rotura de menisco, dando tiempo a la rodilla para que la lesión cicatrice sola. Este procedimiento se denomina RICE, por sus siglas en inglés. Así, R (Reposo), I (Hielo), C (Compresión) y E (Elevación). Esto se podrá complementar con medicamentos antiinflamatorios para reducir el dolor e inflamación.
Sin embargo, en otros casos será necesaria una cirugía, si los síntomas no cesan. En tal caso el especialista en Traumatología recomendará, en la mayoría de casos, una artroscopia de rodilla. Durante la artroscopia se introduce una mini cámara con una pequeña incisión en la rodilla, para poder observar el interior de la articulación. El especialista hará otras pequeñas incisiones (2 o 3), para poder acceder a la rodilla y reparar la lesión.
Tras la cirugía el especialista inmovilizará la rodilla y, cuando las heridas cicatricen ligeramente, el paciente deberá empezar a realizar ejercicios de rehabilitación. De esta manera se irá restableciendo la movilidad y la fortaleza de la articulación.
Especialista que trata las patologías de los meniscos
El especialista que trata las patologías de los meniscos es el traumatólogo. En concreto, suelen ser traumatólogos que se han especializado en rodilla y en el abordaje de cualquier patología que pueda sufrir esta articulación.