​¿Qué es la medicina integrativa?

La medicina integrativa es aquella que combina la medicina convencional con otras terapias naturales complementarias eficaces y seguras. Los tratamientos de la medicina convencional están basados en las investigaciones científicas y los de terapias complementarias en tratamientos adecuados para ciertas enfermedades. Este tipo de medicina abarca también enfoques filosóficos y otro tipo de terapias de curación con un enfoque más holístico para tratar cuerpo, mente y espíritu. Algunos ejemplos de este tipo de terapias son la acupuntura, la meditación, el yoga o la musicoterapia.

Incorporar este tipo de terapias integrativas pueden ayudar a que los médicos profesionales puedan ocuparse de las necesidades físicas y emocionales de sus pacientes. Siempre es necesario consultar con los profesionales qué tipo de terapia complementaria les facilitaría una mejora en su estado antes de usarlas, ya que algunas podrían ser perjudiciales para el paciente.

La medicina integrativa permite tratar a pacientes con enfermedades crónicas que, hasta el momento, se les estaba dando un tratamiento puramente paliativo en vez de curativo.

 ¿Qué enfermedades trata la medicina integrativa?

La medicina integrativa ha demostrado tener beneficios, sobre todo, en pacientes con cáncer. Existen terapias complementarias que ayudan a los pacientes a mejorar su estado tratando los efectos secundarios que algunos tratamientos del cáncer provocan, como las náuseas o el dolor.

Actualmente, hay muchos hospitales o centros oncológicos que ya incluyen terapias complementarias en el tratamiento del paciente.

¿Qué subespecialidades hay dentro de la medicina integrativa?

Las terapias complementarias pueden agruparse en cinco categorías:

• Intervenciones mente-cuerpo: se utilizan tratamientos para mejorar la capacidad de la mente y que así se consiga un efecto positivo en la salud.
• Terapias manipulativas basadas en el cuerpo: tratamientos basados en la manipulación y el movimiento de una o más partes del cuerpo para tratar el dolor, la ansiedad o el estrés, como por ejemplo el masaje terapéutico o el quiropráctico.
• Terapias de energía: tratamientos basados en concentrar la energía que genera el propio cuerpo o a través de energía externa para poder equilibrar la energía que fluye en el paciente, como por ejemplo el reiki o el Qi gong.
• Tratamientos con fundamentos biológicos: tratamientos basados en el uso de sustancias que se encuentran en la naturaleza como, por ejemplo, vitaminas, suplementos alimenticios o hierbas naturales.
• Sistemas médicos tradicionales o antiguos: en este tipo de tratamientos se incluyen la medicina china tradicional, la homeopatía o la naturopatía. Están basados en poner el énfasis en el uso del cuerpo, la mente y el espíritu para prevenir y tratar enfermedades logrando la armonía dentro de la persona.  

¿Cuándo se puede optar por la medicina integrativa?

La medicina integrativa se puede aplicar en muchos tratamientos distintos, aportando grandes mejoras en el tratamiento de urgencias y traumatología, de enfermedades agudas en las que la capacidad de respuesta del organismo es muy débil o la agresión muy fuerte. En el tratamiento sustitutivo en algunas enfermedades crónicas, especialmente en insuficiencias hormonales, como la insulina en diabéticos o la tiroxina en pacientes hipotiroideos. Y también en enfermedades degenerativas como puede ser la cirugía en el cáncer de mama.

Las actuaciones profesionales en cuanto a la medicina integrativa deberían ser complementarias con la convencional para ayudar a prevenir la enfermedad, recuperarse y mantenerse sin perjudicar al paciente.