Neumonía
Dra. Olga de la Serna Blazquez - Neumología infantil
Creado el: 13-11-2012
Editado el: 21-09-2023
Editado por: Mireia Frias
¿Qué es la neumonía?
La neumonía, o también conocida como pulmonía, es una infección de los pulmones provocada por distintos gérmenes, como bacterias, virus y hongos que propagan sus microorganismos por el interior de los alvéolos.
Pronóstico de la enfermedad
La mayoría de personas con neumonía por micoplasma o Chlamydophila se recuperan con la terapia antibiótica apropiada.
Otra situación es la de la neumonía por legionella, que puede ser grave y puede causar problemas, especialmente en pacientes con insuficiencia renal, diabetes, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o un sistema inmunitario debilitado. La neumonía también es un síntoma grave en casos de Covid-19, ya que significa que la infección por el virus se ha extendido a los pulmones, especialmente si se convierte en neumonía bilateral, afectando a ambos pulmones.
Síntomas de la neumonía
La neumonía causa inflamación con daño pulmonar, con síntomas muy variables. En la neumonía típica hay tos con expectoración purulenta, a veces con dolor en el pecho y fiebre con escalofríos.
En la llamada neumonía atípica, los síntomas son menos alarmantes:
- Fiebre moderada.
- Malestar general.
- Dolor muscular y articular.
- Cansancio y fatiga.
- Dolor de cabeza.
- Tos seca sin expectoración.
- Dolor torácico menos intenso.
Pruebas médicas para la neumonía
Las personas que puedan padecer neumonía deben someterse a una evaluación médica completa. Para diagnosticar con certeza si el paciente padece neumonía, bronquitis u otra infección respiratoria, es posible que se necesite realizar una radiografía del tórax (pecho) o incluso un tac de tórax.
Dependiendo de la gravedad de la enfermedad, se pueden hacer otros estudios, como:
- Conteo sanguíneo completo (CSC).
- Exámenes de sangre para identificar la bacteria específica.
- Broncoscopia (en pocas ocasiones se necesita).
- Tomografía computarizada del tórax.
- Medición de los niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre (gasometría arterial).
- Exudado de nariz o garganta para identificar la bacteria.
- Hemocultivo.
- Biopsia de pulmón abierto (realizada solamente en casos de enfermedad muy grave cuando el diagnóstico no se puede hacer por otras fuentes).
- Cultivo de esputo para identificar la bacteria específica.
- Examen de orina para buscar la bacteria Legionella.
¿Cuáles son las causas de la neumonía?
La neumonía está causada por varios gérmenes, tales como bacterias, virus y hongos que propagan sus microorganismos. Lo hacen a través en el interior de los alvéolos (las ramas en las que tiene lugar el intercambio de oxígeno entre el aire inspirado y la sangre dentro de los pulmones), la nariz, la faringe o la sangre.
La causa más común es la infección por la bacteria Streptococcus pneumonia. Otros orígenes son:
- Bacterias: Haemophilus influenza y Straphylococcus aureus.
- Virus: Virus sincitial respiratorio (VSR).
- Influenza tipo A.
- Influenza tipo B.
- Neumonía fúngica.
- Neumonía por aspiración: causada por la inhalación de algo dañino, como humo, productos químicos, vómitos o un objeto extraño.
- Covid-19. Un estudio de la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) validó la primera escala pronóstica en España de Covid-19.
Las personas con mayor riesgo de contraer neumonía son los bebés, personas mayores, fumadores, personas con sistemas inmunes comprometidos (como las personas con VIH o SIDA, o personas que han tenido gripe recientemente) y personas con otros problemas crónicos de salud, como el asma, fibrosis quística o enfermedad cardíaca.
¿Se puede prevenir?
Aunque la mayoría de los casos de neumonía son de naturaleza bacteriana y no son contagiosos, el paciente puede reducir el riesgo de propagación manteniendo buenos hábitos de higiene. Algunas recomendaciones para evitar esta patología son:
- Lávese las manos antes de preparar y consumir alimentos, después de sonarse la nariz, después de estar en el baño, cambiar un pañal o entrar en contacto con un paciente afectado.
- Evitar fumar y reducir el consumo de alcohol.
- Se recomienda a las personas con mayor riesgo de infección que se vacunen contra el neumococo y la gripe.
- Cubrirse la boca y la nariz al toser o estornudar, desechando los tejidos de inmediato (gérmenes puede sobrevivir durante horas después de dejar su cuerpo).
Tratamientos para la neumonía
La gravedad y el tratamiento de esta enfermedad estarán determinados por:
- La extensión del pulmón afectado.
- El tipo de germen que lo causó.
- La edad.
- El historial médico previo.
Los casos más leves de neumonía, se pueden tratar en casa con mucho descanso y líquidos, y tomando antibióticos, si así se lo ha indicado el especialista. En los casos graves, el paciente puede necesitar ser hospitalizado y tratado por especialistas.
¿Qué especialista lo trata?
Cada caso es individual pero el especialista más indicado para tratar esta patología es un neumólogo.