Colecistitis

 

¿Qué es la colecistitis?

La colecistitis es la inflamación de la vesícula biliar, un órgano pequeño en forma de pera que se encuentra debajo del hígado y almacena bilis, un líquido producido por el hígado que ayuda en la digestión de las grasas.

La colecistitis puede ser aguda o crónica:

  • Colecistitis aguda: implica una inflamación súbita y a menudo intensa de la vesícula biliar. Por lo general, se asocia con la presencia de cálculos biliares, que son depósitos sólidos que se forman en la vesícula biliar. La colecistitis aguda puede causar dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas y vómitos. En algunos casos, puede requerir tratamiento médico urgente, e incluso cirugía para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía).
  • Colecistitis crónica: se refiere a una inflamación de la vesícula biliar que se desarrolla gradualmente y persiste a lo largo del tiempo. La colecistitis crónica a menudo está relacionada con la presencia recurrente de cálculos biliares. Los síntomas pueden ser menos intensos que en la forma aguda, pero aún pueden incluir dolor abdominal, malestar después de comer y problemas digestivos.

 

¿Qué síntomas presenta la colecistitis?

El principal síntoma es el dolor en la parte superior derecha o media del abdomen, que suele durar unos 30 minutos. Los síntomas que se presentan pueden variar en intensidad. Algunos síntomas comunes de la colecistitis pueden incluir:

  • Dolor abdominal: el síntoma principal es el dolor en la parte superior derecha del abdomen, que a menudo se vuelve más intenso después de comer, especialmente alimentos grasos.
  • Náuseas y vómitos: la persona afectada puede experimentar náuseas y, en algunos casos, vómitos.
  • Fiebre: la presencia de fiebre puede indicar una infección asociada.
  • Dolor irradiado: el dolor puede irradiar hacia la espalda o el hombro derecho.
  • Malestar general: sensación de malestar general, fatiga y pérdida de apetito.
  • Distensión abdominal: puede haber sensación de hinchazón o distensión abdominal.

Es fundamental destacar que la colecistitis a menudo está relacionada con la presencia de cálculos biliares. Si experimentas síntomas que sugieren colecistitis, es importante que consultes a un profesional de la salud para una evaluación y diagnóstico adecuados.

 

Si hay una presencia de cálculos, probablemente se
necesitará cirugía para extirpar la vesícula.

 

¿Cuáles son las causas de la colecistitis?

La colecistitis surge cuando la vesícula biliar se inflama, y esta inflamación puede ser provocada por diversos factores, entre los cuales se incluyen:

  • Cálculos biliares: en la mayoría de los casos, la acumulación de partículas duras en la vesícula biliar, conocidas como cálculos biliares, constituye una de las principales causas de la colecistitis. Estos cálculos pueden bloquear el conducto cístico, por donde fluye la bilis al salir de la vesícula biliar, generando acumulación e inflamación.
  • Tumor: la presencia de un tumor puede dificultar el adecuado drenaje de la bilis desde la vesícula biliar, dando lugar a la acumulación de bilis y propiciando la colecistitis.
  • Obstrucción del conducto biliar: tanto los cálculos como la bilis espesa y partículas diminutas (barro) pueden obstruir el conducto biliar, resultando en colecistitis. La torsión de los conductos biliares o cicatrices en ellos también pueden causar obstrucciones.
  • Infección: ciertas infecciones víricas, como el VIH, así como otras infecciones, pueden desencadenar la inflamación de la vesícula biliar.
  • Enfermedad grave: en situaciones de enfermedades graves, existe el riesgo de daño a los vasos sanguíneos, lo que puede disminuir el flujo sanguíneo hacia la vesícula biliar y llevar al desarrollo de colecistitis.

La causa más común de la enfermedad suele ser la presencia de cálculos, que bloquean el conducto cístico, por donde la bilis viaja dentro y fuera de la vesícula biliar, de modo que ésta se queda atrapada en la vesícula irritándola.

Otras causas pueden ser enfermedades graves como la diabetes o el VIH o tumores en la vesícula biliar, siendo esta última menos frecuente.

 

¿Se puede prevenir la colecistitis?

Se puede disminuir el riesgo de padecer colecistitis mediante la adopción de los siguientes pasos preventivos contra la formación de cálculos biliares:

  • La pérdida de peso gradual se recomienda para evitar incrementar el riesgo de cálculos biliares, ya que una pérdida de peso rápida puede propiciar su desarrollo.
  • El mantenimiento de un peso saludable es fundamental, dado que el sobrepeso puede aumentar la propensión a desarrollar cálculos biliares. Para alcanzar un peso adecuado, se sugiere reducir la ingesta calórica y aumentar la actividad física. Un peso saludable puede mantenerse mediante una alimentación adecuada y la práctica regular de ejercicio.
  • Elegir una dieta saludable es esencial en la prevención de cálculos biliares. Las dietas con alto contenido graso y bajo en fibra tienden a aumentar el riesgo de formación de cálculos biliares. Para reducir este riesgo, se aconseja optar por una dieta que incluya abundantes frutas, verduras, y granos o cereales integrales.

La extirpación de los cálculos biliares y de la vesícula biliar puede prevenir ataques posteriores.

 

¿En qué consiste el tratamiento la colecistitis?

El tratamiento de la colecistitis, generalmente, implica la hospitalización para gestionar la inflamación de la vesícula. En algunas situaciones, puede ser necesario recurrir a intervenciones quirúrgicas.

Durante la hospitalización, el equipo médico se centra en controlar los síntomas mediante diversas medidas:

  • Ayuno: en las etapas iniciales, es posible que no se permita la ingesta de alimentos o líquidos para evitar una carga excesiva en la vesícula biliar inflamada.
  • Administración de líquidos intravenosos: este enfoque ayuda a prevenir la deshidratación y mantener la hidratación del paciente.
  • Uso de antibióticos: en caso de infección en la vesícula, se pueden recetar antibióticos para combatir la infección y controlar su propagación.
  • Analgésicos: se pueden administrar analgésicos para gestionar el dolor hasta que la inflamación en la vesícula disminuya.
  • Procedimiento para extraer cálculos: en ciertos casos, puede ser necesario realizar una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica para destacar los conductos biliares con tinte y utilizar instrumentos para eliminar los cálculos que obstruyen los conductos biliares o el conducto cístico.
  • Drenaje de la vesícula biliar: cuando la cirugía para extirpar la vesícula biliar no es viable, se puede optar por drenar la vesícula (colecistostomía). Este procedimiento puede realizarse de manera percutánea a través de la piel del abdomen o endoscópica mediante la introducción de una sonda por la boca.

Aunque los síntomas pueden disminuir en un período de 2 a 3 días, es común que la inflamación de la vesícula se reproduzca. En la mayoría de los casos de colecistitis, con el tiempo, se requiere cirugía para la extirpación de la vesícula biliar.

 

¿Qué profesionales se encargan de diagnosticar colecistitis?

El diagnóstico de la colecistitis generalmente involucra la evaluación de varios profesionales de la salud. Algunos de los especialistas y profesionales que pueden estar involucrados en el proceso de diagnóstico de la colecistitis incluyen:

  • Médico general o de atención primaria: el primer paso suele ser consultar a un médico de atención primaria, quien puede realizar una evaluación inicial, recopilar antecedentes médicos y síntomas, y realizar exámenes físicos.
  • Gastroenterólogo: en muchos casos, se deriva a un gastroenterólogo, un especialista en trastornos del sistema digestivo, para una evaluación más específica y pruebas diagnósticas.
  • Cirujano: si se sospecha la necesidad de cirugía, como en casos de colecistitis aguda con cálculos biliares, un cirujano puede estar involucrado en el diagnóstico y en la planificación del tratamiento quirúrgico.
  • Radiólogo: los estudios de imágenes, como la ecografía abdominal, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), son herramientas clave para diagnosticar la colecistitis. Un radiólogo interpreta estos estudios para identificar signos de inflamación o cálculos biliares.
  • Laboratorista clínico: los análisis de sangre, en particular las pruebas de función hepática, pueden proporcionar información importante para respaldar el diagnóstico. Un laboratorista clínico realiza y analiza estos exámenes.
  • Enfermeros y personal de enfermería: el personal de enfermería desempeña un papel esencial en la recopilación de información sobre los síntomas, la administración de cuidados al paciente y la coordinación de las pruebas y el tratamiento.

 

La colaboración entre estos profesionales de la salud es crucial para un diagnóstico preciso y una atención adecuada para la colecistitis. Si se confirma el diagnóstico, el equipo médico puede trabajar en conjunto para determinar el plan de tratamiento más apropiado para cada paciente.

11-12-2023
Top Doctors

Colecistitis

Dr. Manel Bardají Bofill - Cirugía general

Creado el: 01-02-2016

Editado el: 11-12-2023

 

¿Qué es la colecistitis?

La colecistitis es la inflamación de la vesícula biliar, un órgano pequeño en forma de pera que se encuentra debajo del hígado y almacena bilis, un líquido producido por el hígado que ayuda en la digestión de las grasas.

La colecistitis puede ser aguda o crónica:

  • Colecistitis aguda: implica una inflamación súbita y a menudo intensa de la vesícula biliar. Por lo general, se asocia con la presencia de cálculos biliares, que son depósitos sólidos que se forman en la vesícula biliar. La colecistitis aguda puede causar dolor abdominal intenso, fiebre, náuseas y vómitos. En algunos casos, puede requerir tratamiento médico urgente, e incluso cirugía para extirpar la vesícula biliar (colecistectomía).
  • Colecistitis crónica: se refiere a una inflamación de la vesícula biliar que se desarrolla gradualmente y persiste a lo largo del tiempo. La colecistitis crónica a menudo está relacionada con la presencia recurrente de cálculos biliares. Los síntomas pueden ser menos intensos que en la forma aguda, pero aún pueden incluir dolor abdominal, malestar después de comer y problemas digestivos.

 

¿Qué síntomas presenta la colecistitis?

El principal síntoma es el dolor en la parte superior derecha o media del abdomen, que suele durar unos 30 minutos. Los síntomas que se presentan pueden variar en intensidad. Algunos síntomas comunes de la colecistitis pueden incluir:

  • Dolor abdominal: el síntoma principal es el dolor en la parte superior derecha del abdomen, que a menudo se vuelve más intenso después de comer, especialmente alimentos grasos.
  • Náuseas y vómitos: la persona afectada puede experimentar náuseas y, en algunos casos, vómitos.
  • Fiebre: la presencia de fiebre puede indicar una infección asociada.
  • Dolor irradiado: el dolor puede irradiar hacia la espalda o el hombro derecho.
  • Malestar general: sensación de malestar general, fatiga y pérdida de apetito.
  • Distensión abdominal: puede haber sensación de hinchazón o distensión abdominal.

Es fundamental destacar que la colecistitis a menudo está relacionada con la presencia de cálculos biliares. Si experimentas síntomas que sugieren colecistitis, es importante que consultes a un profesional de la salud para una evaluación y diagnóstico adecuados.

 

Si hay una presencia de cálculos, probablemente se
necesitará cirugía para extirpar la vesícula.

 

¿Cuáles son las causas de la colecistitis?

La colecistitis surge cuando la vesícula biliar se inflama, y esta inflamación puede ser provocada por diversos factores, entre los cuales se incluyen:

  • Cálculos biliares: en la mayoría de los casos, la acumulación de partículas duras en la vesícula biliar, conocidas como cálculos biliares, constituye una de las principales causas de la colecistitis. Estos cálculos pueden bloquear el conducto cístico, por donde fluye la bilis al salir de la vesícula biliar, generando acumulación e inflamación.
  • Tumor: la presencia de un tumor puede dificultar el adecuado drenaje de la bilis desde la vesícula biliar, dando lugar a la acumulación de bilis y propiciando la colecistitis.
  • Obstrucción del conducto biliar: tanto los cálculos como la bilis espesa y partículas diminutas (barro) pueden obstruir el conducto biliar, resultando en colecistitis. La torsión de los conductos biliares o cicatrices en ellos también pueden causar obstrucciones.
  • Infección: ciertas infecciones víricas, como el VIH, así como otras infecciones, pueden desencadenar la inflamación de la vesícula biliar.
  • Enfermedad grave: en situaciones de enfermedades graves, existe el riesgo de daño a los vasos sanguíneos, lo que puede disminuir el flujo sanguíneo hacia la vesícula biliar y llevar al desarrollo de colecistitis.

La causa más común de la enfermedad suele ser la presencia de cálculos, que bloquean el conducto cístico, por donde la bilis viaja dentro y fuera de la vesícula biliar, de modo que ésta se queda atrapada en la vesícula irritándola.

Otras causas pueden ser enfermedades graves como la diabetes o el VIH o tumores en la vesícula biliar, siendo esta última menos frecuente.

 

¿Se puede prevenir la colecistitis?

Se puede disminuir el riesgo de padecer colecistitis mediante la adopción de los siguientes pasos preventivos contra la formación de cálculos biliares:

  • La pérdida de peso gradual se recomienda para evitar incrementar el riesgo de cálculos biliares, ya que una pérdida de peso rápida puede propiciar su desarrollo.
  • El mantenimiento de un peso saludable es fundamental, dado que el sobrepeso puede aumentar la propensión a desarrollar cálculos biliares. Para alcanzar un peso adecuado, se sugiere reducir la ingesta calórica y aumentar la actividad física. Un peso saludable puede mantenerse mediante una alimentación adecuada y la práctica regular de ejercicio.
  • Elegir una dieta saludable es esencial en la prevención de cálculos biliares. Las dietas con alto contenido graso y bajo en fibra tienden a aumentar el riesgo de formación de cálculos biliares. Para reducir este riesgo, se aconseja optar por una dieta que incluya abundantes frutas, verduras, y granos o cereales integrales.

La extirpación de los cálculos biliares y de la vesícula biliar puede prevenir ataques posteriores.

 

¿En qué consiste el tratamiento la colecistitis?

El tratamiento de la colecistitis, generalmente, implica la hospitalización para gestionar la inflamación de la vesícula. En algunas situaciones, puede ser necesario recurrir a intervenciones quirúrgicas.

Durante la hospitalización, el equipo médico se centra en controlar los síntomas mediante diversas medidas:

  • Ayuno: en las etapas iniciales, es posible que no se permita la ingesta de alimentos o líquidos para evitar una carga excesiva en la vesícula biliar inflamada.
  • Administración de líquidos intravenosos: este enfoque ayuda a prevenir la deshidratación y mantener la hidratación del paciente.
  • Uso de antibióticos: en caso de infección en la vesícula, se pueden recetar antibióticos para combatir la infección y controlar su propagación.
  • Analgésicos: se pueden administrar analgésicos para gestionar el dolor hasta que la inflamación en la vesícula disminuya.
  • Procedimiento para extraer cálculos: en ciertos casos, puede ser necesario realizar una colangiopancreatografía retrógrada endoscópica para destacar los conductos biliares con tinte y utilizar instrumentos para eliminar los cálculos que obstruyen los conductos biliares o el conducto cístico.
  • Drenaje de la vesícula biliar: cuando la cirugía para extirpar la vesícula biliar no es viable, se puede optar por drenar la vesícula (colecistostomía). Este procedimiento puede realizarse de manera percutánea a través de la piel del abdomen o endoscópica mediante la introducción de una sonda por la boca.

Aunque los síntomas pueden disminuir en un período de 2 a 3 días, es común que la inflamación de la vesícula se reproduzca. En la mayoría de los casos de colecistitis, con el tiempo, se requiere cirugía para la extirpación de la vesícula biliar.

 

¿Qué profesionales se encargan de diagnosticar colecistitis?

El diagnóstico de la colecistitis generalmente involucra la evaluación de varios profesionales de la salud. Algunos de los especialistas y profesionales que pueden estar involucrados en el proceso de diagnóstico de la colecistitis incluyen:

  • Médico general o de atención primaria: el primer paso suele ser consultar a un médico de atención primaria, quien puede realizar una evaluación inicial, recopilar antecedentes médicos y síntomas, y realizar exámenes físicos.
  • Gastroenterólogo: en muchos casos, se deriva a un gastroenterólogo, un especialista en trastornos del sistema digestivo, para una evaluación más específica y pruebas diagnósticas.
  • Cirujano: si se sospecha la necesidad de cirugía, como en casos de colecistitis aguda con cálculos biliares, un cirujano puede estar involucrado en el diagnóstico y en la planificación del tratamiento quirúrgico.
  • Radiólogo: los estudios de imágenes, como la ecografía abdominal, la tomografía computarizada (TC) o la resonancia magnética (RM), son herramientas clave para diagnosticar la colecistitis. Un radiólogo interpreta estos estudios para identificar signos de inflamación o cálculos biliares.
  • Laboratorista clínico: los análisis de sangre, en particular las pruebas de función hepática, pueden proporcionar información importante para respaldar el diagnóstico. Un laboratorista clínico realiza y analiza estos exámenes.
  • Enfermeros y personal de enfermería: el personal de enfermería desempeña un papel esencial en la recopilación de información sobre los síntomas, la administración de cuidados al paciente y la coordinación de las pruebas y el tratamiento.

 

La colaboración entre estos profesionales de la salud es crucial para un diagnóstico preciso y una atención adecuada para la colecistitis. Si se confirma el diagnóstico, el equipo médico puede trabajar en conjunto para determinar el plan de tratamiento más apropiado para cada paciente.

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