La literatura científica describe el síndrome del túnel tarsiano (STT) como un síndrome infradiagnosticado. Es catalogado como patología poco frecuente debido a la dificultad para su diagnóstico, ya que no existe ninguna prueba de diagnóstico que confirme esta patología, aunque suele detectarse a raíz de una fascitis plantar.
¿Cuáles son sus causas?
Sus causas son múltiples. La literatura científica indica que hasta un total del 40% de este síndrome son de origen idiopáticos, es decir, se desconoce su causa. Es primordial hacer un buen estudio para intentar identificar su causa y así determinar el tratamiento más adecuado para el paciente.
No obstante, las causas conocidas más frecuentes son:
- Procesos inflamatorios.
- Esguinces o fracturas de tobillo.
- Hipertrofia muscular.
- Venas voluminosas.
- Enfermedades metabólicas o sistémicas como la diabetes, artritis reumatoide, hiportiroidismo e hiperlipidemias.
- Pie plano-valgo.
¿Qué síntomas presenta?
Se pueden experimentar algunos de los siguientes síntomas:
- Hormigueo en la zona del tobillo.
- Sensación de ardor en los dedos y planta del pie.
- Dolor retromaleolar que se extiende a lo largo de la superficie plantar hasta los dedos incluso que asciende por la pantorrilla.
- Calambre en la cara interna del tobillo.
- Sensación de pisar cristales o ascuas.
- Limitación importante para esta de pie o caminar de manera prolongada.
- Nunca provoca dolor matutino. Este síntoma es frecuente en el diagnóstico de la fascitis plantar.
En estadios más avanzados, el dolor puede aparecer mientras se está en reposo e incluso pueden dar lugar a calambres nocturnos e insensibilidad.
¿Cuál es el tratamiento?
El tratamiento debe responder a la causa del síndrome. No obstante, los más utilizados son:
- Fármacos antineuríticos, antidepresivos.
- Vitaminas para el nervio
- Infiltraciones locales con corticoides en fases agudas.
- Sesiones de fisioterapia.
- Radiofrecuencia invasiva para modular el dolor.
- Corrección del pie plano-valgo
- Control del azúcar, tiroides, enfermedad reumática, etc.
El paciente será sometido a una cirugía cuando se identifique el atrapamiento, ya que de esta forma se evitará el daño nervioso irreversible y la demora en la descompresión nerviosa.
Existen dos técnicas quirúrgicas:
- Cirugía abierta: se realiza la descompresión con incisiones de 6-7 cm, con anestesia general o epidural, con isquemia y requiere ingreso hospitalario.
- Cirugía ecoguiada: con tan solo dos incisiones de 1-2 milímetros se descomprimen el túnel tarsiano. Se realiza con anestesia local, sin ingreso hospitalario y sin isquemia, lo que permite realizarla en pacientes con problemas de salud.
¿Qué especialista lo trata?
El podólogo, traumatólogo, neurocirujano o cirujano plástico serán los especialistas encargados del diagnóstico y tratamiento del túnel tarsiano.