Reflujo faringo-laríngeo

¿Qué es el reflujo faringolaríngeo?

El reflujo faringolaríngeo, también conocido como reflujo silencioso, es el retroceso de sustancias del contenido gastrointestinal, como el ácido, la bilis y las enzimas digestivas, hacia la faringolaringe. Ocurre debido a irregularidades en el funcionamiento del músculo del esfínter, el músculo con el que se abre y cierra la cavidad que separa el estómago del esófago.

Los síntomas principales incluyen disfonía, tos seca, disnea, dolor al tragar, halitosis y aumento de las secreciones nasales. También es posible notar la sensación de tener un nudo en la garganta.

reflujo-laringe-faringe
El médico examinará los síntomas y opciones de tratamiento para mejorar la salud de las vías respiratorias y la garganta

 

¿Cuáles son las causas del reflujo faringolaríngeo?

Las causas del reflujo faringolaríngeo están vinculadas a disfunciones en el esfínter que regula el paso de los alimentos y los líquidos. Al tragar, el esfínter esofágico inferior se relaja para permitir la entrada de alimentos y líquidos en el estómago. Después el esfínter se cierra de nuevo. En caso de que el esfínter se relaje de forma anormal o se debilite, el ácido puede volver a subir al esófago, generando así el reflujo faringolaríngeo.

Existen algunas enfermedades, como la obesidad, la hernia de hiato y la esclerodermia, y otras situaciones que pueden aumentar el riesgo de padecer este tipo de reflujo, como durante el embarazo.

 

Pruebas médicas para el reflujo faringolaríngeo

La detección del reflujo faringolaríngeo involucra diversas pruebas médicas que permiten evaluar los síntomas y confirmar la disfunción. Algunas de las pruebas comunes son:

  • Endoscopia: Se examina visualmente la faringe, la laringe y el esófago.
  • Manometría esofágica: Mide las contracciones musculares en el esófago para conocer la capacidad del esófago para transportar alimentos y líquidos.
  • PHmetría esofágica: se utiliza para medir los niveles de acidez en el esófago.
  • Radiografía del aparato digestivo superior: se realiza para observar el tracto digestivo superior mediante la ingesta de un líquido de contraste que se vuelve visible en las radiografías para evaluar la anatomía y la función esofágica.

La elección de las pruebas puede depender de la gravedad de los síntomas y de la evaluación clínica realizada por el médico. Es importante establecer un diagnóstico para indicar el tratamiento más adecuado.

 

Pronóstico de la enfermedad

El pronóstico del reflujo faringolaríngeo puede variar según la gravedad de los síntomas, la respuesta al tratamiento y la adopción de cambios en el estilo de vida.

Normalmente, con cambios en el estilo de vida del paciente o con la toma de medicamentos se puede controlar el malestar que genera esta enfermedad, de manera que tiene un buen pronóstico. Sin embargo, en algunos casos, serán necesarios medicamentos más fuertes o incluso una cirugía para aliviar los síntomas.

Hay que tener en cuenta que existen una serie de factores de riesgo que pueden agravar la enfermedad, como:

  • Tabaquismo.
  • Beber alcohol y café.
  • Comer alimentos grasos.
  • Comer alimentos fritos.
  • Comer comidas muy abundantes.
  • Comer tarde por la noche.

 

¿Se puede prevenir?

La prevención de esta enfermedad se basa en evitar los factores de riesgo que pueden propiciar su aparición y agravamiento. De esta manera, y manteniendo unas pautas saludables, se puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollarlo.

Algunas medidas que pueden contribuir a su prevención son:

  • Mantener un peso saludable.
  • Dejar de fumar.
  • No acostarse después de comer.
  • Comer lentamente y masticando con cuidado.
  • Evitar alimentos y bebidas que provoquen reflujo.
  • Evitar el uso de ropa ajustada.

 

Tratamientos para el reflujo faringolaríngeo

Antes de iniciar un tratamiento quirúrgico, es fundamental seguir las recomendaciones médicas, que se basan en realizar una serie de cambios en el estilo de vida del paciente.

En caso de que, pasadas unas semanas, los síntomas no mejoren, el médico puede indicar un tratamiento con medicamentos con receta o una cirugía.

 

¿Qué especialista lo trata?

El reflujo faringolaríngeo puede ser evaluado y tratado por varios especialistas médicos, dependiendo de la gravedad de los síntomas y las posibles complicaciones. Algunos de los especialistas que pueden estar involucrados son: otorrinolaringólogos, gastroenterólogos, cirujanos gastrointestinales y logopedas, entre otros.

08-01-2024
Top Doctors

Reflujo faringo-laríngeo

Dr. José Antonio Pérez Arcos - Otorrinolaringología

Creado el: 31-08-2021

Editado el: 08-01-2024

¿Qué es el reflujo faringolaríngeo?

El reflujo faringolaríngeo, también conocido como reflujo silencioso, es el retroceso de sustancias del contenido gastrointestinal, como el ácido, la bilis y las enzimas digestivas, hacia la faringolaringe. Ocurre debido a irregularidades en el funcionamiento del músculo del esfínter, el músculo con el que se abre y cierra la cavidad que separa el estómago del esófago.

Los síntomas principales incluyen disfonía, tos seca, disnea, dolor al tragar, halitosis y aumento de las secreciones nasales. También es posible notar la sensación de tener un nudo en la garganta.

reflujo-laringe-faringe
El médico examinará los síntomas y opciones de tratamiento para mejorar la salud de las vías respiratorias y la garganta

 

¿Cuáles son las causas del reflujo faringolaríngeo?

Las causas del reflujo faringolaríngeo están vinculadas a disfunciones en el esfínter que regula el paso de los alimentos y los líquidos. Al tragar, el esfínter esofágico inferior se relaja para permitir la entrada de alimentos y líquidos en el estómago. Después el esfínter se cierra de nuevo. En caso de que el esfínter se relaje de forma anormal o se debilite, el ácido puede volver a subir al esófago, generando así el reflujo faringolaríngeo.

Existen algunas enfermedades, como la obesidad, la hernia de hiato y la esclerodermia, y otras situaciones que pueden aumentar el riesgo de padecer este tipo de reflujo, como durante el embarazo.

 

Pruebas médicas para el reflujo faringolaríngeo

La detección del reflujo faringolaríngeo involucra diversas pruebas médicas que permiten evaluar los síntomas y confirmar la disfunción. Algunas de las pruebas comunes son:

  • Endoscopia: Se examina visualmente la faringe, la laringe y el esófago.
  • Manometría esofágica: Mide las contracciones musculares en el esófago para conocer la capacidad del esófago para transportar alimentos y líquidos.
  • PHmetría esofágica: se utiliza para medir los niveles de acidez en el esófago.
  • Radiografía del aparato digestivo superior: se realiza para observar el tracto digestivo superior mediante la ingesta de un líquido de contraste que se vuelve visible en las radiografías para evaluar la anatomía y la función esofágica.

La elección de las pruebas puede depender de la gravedad de los síntomas y de la evaluación clínica realizada por el médico. Es importante establecer un diagnóstico para indicar el tratamiento más adecuado.

 

Pronóstico de la enfermedad

El pronóstico del reflujo faringolaríngeo puede variar según la gravedad de los síntomas, la respuesta al tratamiento y la adopción de cambios en el estilo de vida.

Normalmente, con cambios en el estilo de vida del paciente o con la toma de medicamentos se puede controlar el malestar que genera esta enfermedad, de manera que tiene un buen pronóstico. Sin embargo, en algunos casos, serán necesarios medicamentos más fuertes o incluso una cirugía para aliviar los síntomas.

Hay que tener en cuenta que existen una serie de factores de riesgo que pueden agravar la enfermedad, como:

  • Tabaquismo.
  • Beber alcohol y café.
  • Comer alimentos grasos.
  • Comer alimentos fritos.
  • Comer comidas muy abundantes.
  • Comer tarde por la noche.

 

¿Se puede prevenir?

La prevención de esta enfermedad se basa en evitar los factores de riesgo que pueden propiciar su aparición y agravamiento. De esta manera, y manteniendo unas pautas saludables, se puede ayudar a reducir el riesgo de desarrollarlo.

Algunas medidas que pueden contribuir a su prevención son:

  • Mantener un peso saludable.
  • Dejar de fumar.
  • No acostarse después de comer.
  • Comer lentamente y masticando con cuidado.
  • Evitar alimentos y bebidas que provoquen reflujo.
  • Evitar el uso de ropa ajustada.

 

Tratamientos para el reflujo faringolaríngeo

Antes de iniciar un tratamiento quirúrgico, es fundamental seguir las recomendaciones médicas, que se basan en realizar una serie de cambios en el estilo de vida del paciente.

En caso de que, pasadas unas semanas, los síntomas no mejoren, el médico puede indicar un tratamiento con medicamentos con receta o una cirugía.

 

¿Qué especialista lo trata?

El reflujo faringolaríngeo puede ser evaluado y tratado por varios especialistas médicos, dependiendo de la gravedad de los síntomas y las posibles complicaciones. Algunos de los especialistas que pueden estar involucrados son: otorrinolaringólogos, gastroenterólogos, cirujanos gastrointestinales y logopedas, entre otros.

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