¿Qué es la proloterapia?

La proloterapia es un tratamiento médico que se utiliza para abordar el dolor crónico, especialmente aquel relacionado con los ligamentos, tendones y articulaciones. También se conoce como "terapia de proliferación" o "terapia de proliferación de tejido".

El objetivo de la proloterapia es estimular la reparación y el fortalecimiento de los tejidos conectivos debilitados o dañados, como ligamentos y tendones.

¿Por qué se realiza?

La proloterapia se realiza con el objetivo de tratar el dolor crónico asociado con debilidad o inestabilidad en los ligamentos, tendones y articulaciones. Algunas de las razones comunes por las que se puede optar por la proloterapia incluyen:

• Lesiones crónicas de ligamentos y tendones: la proloterapia se utiliza para abordar lesiones en las estructuras de soporte del cuerpo, como ligamentos y tendones, que no han sanado adecuadamente y han llevado a un dolor persistente.
• Inestabilidad articular: cuando hay laxitud en las articulaciones debido a debilidad en los ligamentos, la proloterapia busca fortalecer estas estructuras para mejorar la estabilidad articular y reducir el dolor asociado.
• Dolor crónico en las articulaciones: pacientes con dolor crónico en áreas como la espalda baja, rodillas, caderas, hombros u otras articulaciones pueden considerar la proloterapia como una opción de tratamiento para mejorar la función y aliviar el dolor.
• Lesiones deportivas: la proloterapia se utiliza en algunos casos para tratar lesiones crónicas relacionadas con la práctica de deportes, como esguinces recurrentes o problemas persistentes en los tejidos conectivos.
• Opciones no quirúrgicas: algunas personas eligen la proloterapia como alternativa a la cirugía para abordar problemas crónicos de ligamentos y tendones. Buscan promover la curación natural y fortalecimiento de las estructuras afectadas sin recurrir a procedimientos más invasivos.

¿En qué consiste?

La proloterapia es un procedimiento médico que implica la inyección en las áreas afectadas, con el objetivo de estimular la reparación y el fortalecimiento de los tejidos conectivos debilitados o dañados. A continuación, se describen los pasos generales del procedimiento de proloterapia:

• Evaluación del paciente: antes de realizar la proloterapia, se lleva a cabo una evaluación exhaustiva del paciente, que puede incluir la revisión de la historia médica, un examen físico y, en algunos casos, pruebas de diagnóstico por imagen.
• Preparación del paciente: el paciente se coloca en una posición cómoda y se limpia la piel en el área donde se realizarán las inyecciones.
• Inyección de la solución irritante: se administra una serie de inyecciones en las áreas afectadas. La solución inyectada suele contener sustancias irritantes como la dextrosa (una forma de azúcar) y a veces se combina con anestésicos locales. Estos ingredientes provocan una respuesta inflamatoria controlada en el tejido.
• Estimulación de la respuesta inflamatoria: la inflamación inducida por la solución irritante desencadena la respuesta natural del cuerpo para sanar. Se espera que esta respuesta estimule la producción de colágeno, una proteína clave en la estructura y resistencia de los tejidos conectivos como ligamentos y tendones.
• Sesiones repetidas: en muchos casos, se recomiendan varias sesiones de proloterapia a lo largo del tiempo para lograr resultados más efectivos. El intervalo entre las sesiones puede variar según la condición específica del paciente y la respuesta al tratamiento.
• Seguimiento y evaluación: después de cada sesión, se realiza un seguimiento para evaluar la respuesta del paciente y ajustar el plan de tratamiento según sea necesario.

Preparación para la proloterapia

Previamente a la aplicación de la proloterapia es necesario hacer un estudio minucioso de los problemas que sufre el paciente. Así, se deberá hacer un buen diagnóstico clínico y por imagen de la causa del dolor. También se debe conocer la ubicación exacta de colocación de la sustancia, por lo que, a veces, será necesario hacerlo con una guía ecográfica.

También es importante tener en cuenta que, junto con la proloterapia, es necesaria la corrección de factores biomecánicos que indujeron al daño en la articulación, tendón o ligamento: sobrepeso, malas posturas, mala ejecución deportiva, etc.

Cuidados tras la intervención

Como se ha mencionado anteriormente, es posible que tras la intervención el paciente note un aumento del dolor, a causa de la inflamación en la región inyectada.

El dolor es normal y suele desaparecer al cabo de unos días. No obstante, se suele recomendar a los pacientes que abandonen los antiinflamatorios tras la proloterapia. El especialista en Traumatología recomendará los analgésicos no antiinflamatorios a los que puede recurrir el paciente en caso de dolor.