¿Qué es la autolesión?

La autolesión, también conocida como autolesión no suicida o autolesiones deliberadas, es un comportamiento en el cual una persona se inflige daño físico de forma intencional, sin la intención de acabar con su propia vida.

Es una conducta compleja que puede manifestarse de diversas maneras, como cortarse, quemarse, golpearse o arrancarse el cabello.

A menudo, las personas recurren a la autolesión como una forma de afrontar emociones intensas, lidiar con el estrés o expresar su dolor interior.

¿Qué síntomas presenta la autolesión?

Los síntomas de la autolesión pueden variar dependiendo de cada individuo, pero algunas señales comunes incluyen:

• Heridas inexplicables o recurrentes en el cuerpo, especialmente en áreas difíciles de ver.
• Cicatrices o marcas visibles de autolesiones pasadas.
• Aislamiento social y dificultades para establecer relaciones íntimas.
• Cambios en el estado de ánimo, como sentirse triste, ansioso o irritable.
• Dificultades para expresar emociones o comunicarse efectivamente.
• Sentimientos de culpa o vergüenza después de autolesionarse.

Causas

La autolesión puede tener diversas causas, y a menudo es el resultado de una combinación de factores. Algunas causas comunes incluyen:

• Lidiar con emociones abrumadoras: La autolesión puede ser una forma de afrontar emociones intensas que la persona no sabe cómo manejar de manera más saludable.
• Trastornos mentales: Algunas personas que sufren de trastornos como la depresión, la ansiedad o el trastorno límite de la personalidad pueden recurrir a la autolesión como una forma de aliviar su malestar emocional.
• Historia de trauma o abuso: Aquellos que han experimentado traumas o abusos pueden recurrir a la autolesión como una forma de lidiar con el dolor emocional asociado con esas experiencias pasadas.

Prevención de la autolesión

La prevención de la autolesión implica abordar los factores subyacentes que llevan a este comportamiento y desarrollar estrategias de afrontamiento saludables. Algunas medidas preventivas incluyen:

• Buscar ayuda profesional: Si una persona sospecha que alguien está autolesionándose, es fundamental buscar ayuda de profesionales de la salud mental capacitados.
• Comunicación abierta: Fomentar un ambiente de comunicación abierto y compasivo puede ayudar a las personas a sentirse seguras al expresar sus emociones y buscar apoyo.
• Identificar desencadenantes: Ayudar a la persona a identificar los desencadenantes emocionales que pueden llevar a la autolesión puede ser útil para desarrollar estrategias de afrontamiento más efectivas.

Tratamiento

El tratamiento de la autolesión generalmente involucra terapia individual o grupal con profesionales de la salud mental. Algunas formas de tratamiento incluyen:

• Terapia cognitivo-conductual: Ayuda a identificar patrones de pensamiento y comportamientos destructivos, y desarrollar estrategias para cambiarlos.
• Terapia dialéctico-conductual: Específica para el trastorno límite de la personalidad y puede ser efectiva para abordar la autolesión en ese contexto.
• Terapia de grupo: Participar en grupos de apoyo puede brindar un espacio seguro para compartir experiencias y aprender de los demás.

Es importante destacar que superar la autolesión puede llevar tiempo y esfuerzo, pero con el apoyo adecuado, es posible alcanzar una vida más saludable y significativa sin recurrir a este comportamiento dañino.