Trastornos de apego

¿Qué son los trastornos de apego?

Los trastornos de apego se caracterizan por el tipo de vínculo patológico que se establece en la relación con los otros. Esta problemática es consecuencia de experiencias negativas vividas en la primera infancia con los cuidadores de referencia. Situaciones nocivas o abusivas en el niño, tiene un impacto emocional y relacional que se mantiene en el tiempo y genera relaciones en el adulto muy insanas.

El apego tiene que ver con el tipo de vínculo que se establece entre el niño y sus padres. A partir de esa relación, el niño aprende a desarrollar seguridad y regulación emocional en él mismo y en la relación con los otros. Además, afecta al desarrollo de otros procesos: como el cognitivo, aprendizaje, emocional, social, autoestima. Este vínculo es esencial para el transcurso de su evolución.

Existen varios tipos de trastornos de apego, pero uno de los más conocidos es el trastorno de apego reactivo. Este trastorno se caracteriza por la dificultad del niño para formar relaciones afectivas adecuadas. Por ejemplo, un niño con trastorno de apego reactivo puede evitar el contacto afectivo y mostrarse emocionalmente distante.

El apego es una respuesta adaptativa a los diferentes contextos y personas que hemos tenido en nuestra infancia y se mantiene a lo largo de nuestra vida. Cuando estos patrones de apego se vuelven disfuncionales o causan malestar, pueden considerarse trastornos de apego.

 

Síntomas de que alguien sufre trastornos de apego

Los síntomas pueden ser muy variados, pues es un trastorno que tiene repercusiones, como indicábamos, en todas las áreas del desarrollo de la persona. Los más comunes suelen ser:

  • No existe búsqueda de acercamiento a sus cuidadores para lograr consuelo o afecto. Ante situaciones potencialmente peligrosas o excitantes para el niño, éste se mantiene alejado de sus figuras de referencia. Muestra un comportamiento inhibido o distante hacia ellos.
  • Las personas con trastorno de apego no son capaces de compartir afecto, emociones positivas o interacciones agradables con los demás. De esta manera, pueden mostrar dificultades en las interacciones sociales.
  • En ocasiones y de forma inesperada, incluso ante situaciones que no son peligrosas, el niño puede mostrar irritabilidad, tristeza o miedo. En el adulto, en ocasiones pueden parecer “bloques de hielo” y, otras veces, mostrar una labilidad emocional desproporcionadamente intensa.
  • Pueden existir comportamientos antisociales, violentos o incluso sádicos. Llegando a disfrutar del daño ajeno.

 

¿Cuáles son las causas de un trastorno de apego?

Las causas tienen que ver con un cuidado insuficiente durante los primeros años de vida. Para sentirse seguros y desarrollar la confianza, los bebés y los niños pequeños necesitan crecer en un entorno estable y afectuoso.

Necesitan que los cuidadores satisfagan de manera constante sus necesidades básicas, tanto emocionales como físicas. Si los padres no han estado disponibles durante su crianza para su cuidado, cariño y protección, puede derivar en un trastorno de apego.

 

Se pueden prevenir proporcionando un
cuidado constante y afectuoso en el menor

 

Pronóstico de los trastornos de apego

La gravedad de estos trastornos puede variar dependiendo de varios factores, incluyendo la edad en la que se inicia el tratamiento, la calidad y consistencia del cuidado recibido después del diagnóstico, y la presencia de otros problemas de salud mental.

Décadas de investigación han asociado los patrones de apego inseguro con un amplio rango de síntomas y patología en salud mental, así como con una disminución de la capacidad de resiliencia e incremento de la vulnerabilidad para el padecimiento de trastornos mentales.

Existen diversas patologías ligadas a diferentes tipos de apegos inseguros: como los trastornos del estado de ánimo (ansiedad y depresión), estrés postraumático, trastornos de la alimentación e ideación suicida.

El pronóstico para los trastornos de apego puede mejorar significativamente con el tratamiento temprano y adecuado. La terapia puede ayudar a desarrollar habilidades de apego más saludables y a aprender a formar relaciones seguras y amorosas.

 

¿Cómo sé si sufro un trastorno de apego? (Pruebas diagnósticas)

El diagnóstico de un trastorno de apego, como el trastorno de apego reactivo, generalmente se realiza a través de una evaluación clínica exhaustiva. Esta evaluación puede incluir entrevistas con el individuo y, si es posible, con los cuidadores o personas cercanas. Los profesionales de la salud mental también pueden observar las interacciones del individuo con los demás.

La evidencia disponible recomienda para el diagnóstico de trastorno reactivo del apego utilizar los criterios DSM-V y CIE-101. Estos criterios se basan en la observación de comportamientos específicos y patrones de relación del individuo.

Es importante recordar que solo un profesional de la salud mental calificado puede diagnosticar un trastorno de apego. Si sospechas que puedes estar sufriendo de un trastorno de apego, te recomendaría buscar la ayuda de un profesional.

 

¿Se puede prevenir?

Se pueden prevenir proporcionando un cuidado constante y afectuoso en el menor. Los niños necesitan crecer en un entorno estable y afectuoso, con cuidadores que satisfagan de manera constante sus necesidades básicas, tanto emocionales como físicas. Es indispensable la prevención, la educación a futuros padres, e incluso programas de intervención clínica especializada a fin de adquirir un apego seguro lo antes posible.

Si el niño ha estado expuesto a una situación traumática o de negligencia es importante que los padres aprendan a reparar esas heridas y se pongan lo antes posible en manos del profesional adecuado.

El adulto con problemas o trastorno de apego necesita aprender a conocer de dónde vienen sus dificultades vinculares y aprender herramientas para reparar su dolor del pasado.

 

Tratamientos para los trastornos de apego

La Psicoterapia es una parte fundamental del tratamiento para los trastornos de apego. Esta terapia puede ayudar a la persona a crear vínculos más seguros y beneficiosos, cambiar ciertas creencias o esquemas mentales que ha dado por válidos, ayudarle a vincular de un modo más sano y a reaprender a interpretar la realidad. El tipo de terapia que recomiendo para sanar el apego es:

  • Terapia basada en el apego: esta terapia tiene como objetivo construir o reconstruir una relación de confianza y apoyo que ayude a prevenir o tratar afecciones de salud mental como la ansiedad.
  • Terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares): esta terapia se utiliza para tratar los problemas de apego, un tipo de desajuste psicológico que tiene su origen en las relaciones afectivas clave que establecemos durante los primeros años de vida.
  • Tratamiento somático: el estrés y la ansiedad continuados que acompañan a los trastornos del apego pasan factura en el cuerpo. El tratamiento somático puede ayudar a aliviar estos síntomas físicos.

 

¿Qué especialista lo trata?

Los trastornos de apego son generalmente tratados por profesionales de la salud mental, como psicólogos especialistas en EMDR (con el Nivel I y II de especialización). En ocasiones, cuando existen otras patologías asociadas es necesario recurrir a medicación de la mano de la psiquiatría.  

El tratamiento de los trastornos de apego debe ser personalizado para cada individuo, y puede requerir un enfoque multidisciplinario que involucre a varios tipos de profesionales de la salud mental.

24-04-2024
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Trastornos de apego

Lucía Boto Pérez - Psicología

Creado el: 23-02-2024

Editado el: 24-04-2024

Editado por: Marga Marquès

¿Qué son los trastornos de apego?

Los trastornos de apego se caracterizan por el tipo de vínculo patológico que se establece en la relación con los otros. Esta problemática es consecuencia de experiencias negativas vividas en la primera infancia con los cuidadores de referencia. Situaciones nocivas o abusivas en el niño, tiene un impacto emocional y relacional que se mantiene en el tiempo y genera relaciones en el adulto muy insanas.

El apego tiene que ver con el tipo de vínculo que se establece entre el niño y sus padres. A partir de esa relación, el niño aprende a desarrollar seguridad y regulación emocional en él mismo y en la relación con los otros. Además, afecta al desarrollo de otros procesos: como el cognitivo, aprendizaje, emocional, social, autoestima. Este vínculo es esencial para el transcurso de su evolución.

Existen varios tipos de trastornos de apego, pero uno de los más conocidos es el trastorno de apego reactivo. Este trastorno se caracteriza por la dificultad del niño para formar relaciones afectivas adecuadas. Por ejemplo, un niño con trastorno de apego reactivo puede evitar el contacto afectivo y mostrarse emocionalmente distante.

El apego es una respuesta adaptativa a los diferentes contextos y personas que hemos tenido en nuestra infancia y se mantiene a lo largo de nuestra vida. Cuando estos patrones de apego se vuelven disfuncionales o causan malestar, pueden considerarse trastornos de apego.

 

Síntomas de que alguien sufre trastornos de apego

Los síntomas pueden ser muy variados, pues es un trastorno que tiene repercusiones, como indicábamos, en todas las áreas del desarrollo de la persona. Los más comunes suelen ser:

  • No existe búsqueda de acercamiento a sus cuidadores para lograr consuelo o afecto. Ante situaciones potencialmente peligrosas o excitantes para el niño, éste se mantiene alejado de sus figuras de referencia. Muestra un comportamiento inhibido o distante hacia ellos.
  • Las personas con trastorno de apego no son capaces de compartir afecto, emociones positivas o interacciones agradables con los demás. De esta manera, pueden mostrar dificultades en las interacciones sociales.
  • En ocasiones y de forma inesperada, incluso ante situaciones que no son peligrosas, el niño puede mostrar irritabilidad, tristeza o miedo. En el adulto, en ocasiones pueden parecer “bloques de hielo” y, otras veces, mostrar una labilidad emocional desproporcionadamente intensa.
  • Pueden existir comportamientos antisociales, violentos o incluso sádicos. Llegando a disfrutar del daño ajeno.

 

¿Cuáles son las causas de un trastorno de apego?

Las causas tienen que ver con un cuidado insuficiente durante los primeros años de vida. Para sentirse seguros y desarrollar la confianza, los bebés y los niños pequeños necesitan crecer en un entorno estable y afectuoso.

Necesitan que los cuidadores satisfagan de manera constante sus necesidades básicas, tanto emocionales como físicas. Si los padres no han estado disponibles durante su crianza para su cuidado, cariño y protección, puede derivar en un trastorno de apego.

 

Se pueden prevenir proporcionando un
cuidado constante y afectuoso en el menor

 

Pronóstico de los trastornos de apego

La gravedad de estos trastornos puede variar dependiendo de varios factores, incluyendo la edad en la que se inicia el tratamiento, la calidad y consistencia del cuidado recibido después del diagnóstico, y la presencia de otros problemas de salud mental.

Décadas de investigación han asociado los patrones de apego inseguro con un amplio rango de síntomas y patología en salud mental, así como con una disminución de la capacidad de resiliencia e incremento de la vulnerabilidad para el padecimiento de trastornos mentales.

Existen diversas patologías ligadas a diferentes tipos de apegos inseguros: como los trastornos del estado de ánimo (ansiedad y depresión), estrés postraumático, trastornos de la alimentación e ideación suicida.

El pronóstico para los trastornos de apego puede mejorar significativamente con el tratamiento temprano y adecuado. La terapia puede ayudar a desarrollar habilidades de apego más saludables y a aprender a formar relaciones seguras y amorosas.

 

¿Cómo sé si sufro un trastorno de apego? (Pruebas diagnósticas)

El diagnóstico de un trastorno de apego, como el trastorno de apego reactivo, generalmente se realiza a través de una evaluación clínica exhaustiva. Esta evaluación puede incluir entrevistas con el individuo y, si es posible, con los cuidadores o personas cercanas. Los profesionales de la salud mental también pueden observar las interacciones del individuo con los demás.

La evidencia disponible recomienda para el diagnóstico de trastorno reactivo del apego utilizar los criterios DSM-V y CIE-101. Estos criterios se basan en la observación de comportamientos específicos y patrones de relación del individuo.

Es importante recordar que solo un profesional de la salud mental calificado puede diagnosticar un trastorno de apego. Si sospechas que puedes estar sufriendo de un trastorno de apego, te recomendaría buscar la ayuda de un profesional.

 

¿Se puede prevenir?

Se pueden prevenir proporcionando un cuidado constante y afectuoso en el menor. Los niños necesitan crecer en un entorno estable y afectuoso, con cuidadores que satisfagan de manera constante sus necesidades básicas, tanto emocionales como físicas. Es indispensable la prevención, la educación a futuros padres, e incluso programas de intervención clínica especializada a fin de adquirir un apego seguro lo antes posible.

Si el niño ha estado expuesto a una situación traumática o de negligencia es importante que los padres aprendan a reparar esas heridas y se pongan lo antes posible en manos del profesional adecuado.

El adulto con problemas o trastorno de apego necesita aprender a conocer de dónde vienen sus dificultades vinculares y aprender herramientas para reparar su dolor del pasado.

 

Tratamientos para los trastornos de apego

La Psicoterapia es una parte fundamental del tratamiento para los trastornos de apego. Esta terapia puede ayudar a la persona a crear vínculos más seguros y beneficiosos, cambiar ciertas creencias o esquemas mentales que ha dado por válidos, ayudarle a vincular de un modo más sano y a reaprender a interpretar la realidad. El tipo de terapia que recomiendo para sanar el apego es:

  • Terapia basada en el apego: esta terapia tiene como objetivo construir o reconstruir una relación de confianza y apoyo que ayude a prevenir o tratar afecciones de salud mental como la ansiedad.
  • Terapia EMDR (Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos Oculares): esta terapia se utiliza para tratar los problemas de apego, un tipo de desajuste psicológico que tiene su origen en las relaciones afectivas clave que establecemos durante los primeros años de vida.
  • Tratamiento somático: el estrés y la ansiedad continuados que acompañan a los trastornos del apego pasan factura en el cuerpo. El tratamiento somático puede ayudar a aliviar estos síntomas físicos.

 

¿Qué especialista lo trata?

Los trastornos de apego son generalmente tratados por profesionales de la salud mental, como psicólogos especialistas en EMDR (con el Nivel I y II de especialización). En ocasiones, cuando existen otras patologías asociadas es necesario recurrir a medicación de la mano de la psiquiatría.  

El tratamiento de los trastornos de apego debe ser personalizado para cada individuo, y puede requerir un enfoque multidisciplinario que involucre a varios tipos de profesionales de la salud mental.

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