¿Qué es la depresión resistente?

La depresión resistente se define como la persistencia de síntomas depresivos a pesar del tratamiento adecuado con medicamentos antidepresivos y/o psicoterapia.

En muchos casos, los pacientes con depresión resistente pueden haber probado múltiples medicamentos antidepresivos y participado en diversas formas de psicoterapia sin experimentar mejoría significativa en su estado de ánimo.

Causas de la depresión resistente

Las causas exactas de la depresión resistente no están completamente comprendidas, pero se cree que una combinación de factores genéticos, biológicos, psicológicos y ambientales puede contribuir a su desarrollo. Algunos factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar depresión resistente incluyen:

• Historia familiar de depresión.
• Desequilibrios químicos en el cerebro.
• Estrés crónico.
• Trauma emocional.
• Enfermedades médicas subyacentes.

Síntomas

Los síntomas de la depresión resistente son similares a los de la depresión común e incluyen:

• Sentimientos persistentes de tristeza.
• Desesperanza.
• Falta de interés en actividades anteriormente placenteras.
• Cambios en el apetito y el sueño.
• Fatiga.
• Dificultades de concentración.
• Pensamientos de muerte o suicidio.

Tratamiento de la depresión resistente

El tratamiento de la depresión resistente puede ser desafiante y a menudo requiere un enfoque multifacético que puede incluir:

• Medicamentos antidepresivos: los médicos pueden probar diferentes clases de antidepresivos o ajustar las dosis para encontrar la combinación más efectiva.
• Psicoterapia: la terapia cognitivo-conductual (TCC), la terapia interpersonal (TIP) y otras formas de psicoterapia pueden ser útiles para abordar los pensamientos negativos y los patrones de comportamiento asociados con la depresión resistente.
• Terapias biológicas: en algunos casos, pueden recomendarse terapias biológicas como la estimulación magnética transcraneal (EMT) o la terapia electroconvulsiva (TEC) para personas que no responden a otros tratamientos.

¿En qué se diferencia con la depresión común?

La principal diferencia entre la depresión resistente y la depresión común radica en la falta de respuesta a los tratamientos convencionales. Mientras que la depresión común puede responder bien a la medicación y/o la psicoterapia, la depresión resistente persiste a pesar de estos tratamientos.

Esto puede provocar un mayor sufrimiento emocional y un mayor riesgo de complicaciones como el deterioro de la calidad de vida y el aumento del riesgo de suicidio.