Aspergilosis

 

¿Qué es la Aspergilosis?

La Aspergilosis es una enfermedad causada por un hongo (o moho) que se encuentra en el ambiente (suelo, aire, plantas, materia orgánica en descomposición, polvo, alimentos...). Afecta a personas que sufren problemas del sistema inmunológico (trasplantados, personas que reciben tratamiento con esteroides o quimioterapia, etc.).

Los tipos de Aspergilosis más implicados son la Aspergilosis Fumigatus y la Aspergilosis Flavus. La más grave es la Aspergilosis Pulmonar ya que invade y daña todos los tejidos del cuerpo, muy especialmente los pulmones.

Afecta especialmente a personas que padecen asma o fibrosis quística y cursa con pitidos y tos. El diagnóstico se obtiene realizando una radiografía de tórax, un TAC de los pulmones o un examen de los tejidos, para comprobar la existencia del hongo en cuestión.

 

Caption

 

¿Qué síntomas presenta?

Los síntomas pueden variar dependiendo de la forma de la enfermedad y de qué parte del cuerpo está afectada. Aquí se describen algunos síntomas comunes asociados con distintas formas de aspergilosis:

Aspergilosis pulmonar

  • Tos persistente.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor en el pecho.
  • Expectoración con sangre (hemoptisis), en casos más graves.
  • Fiebre.

Aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA)

  • Síntomas respiratorios similares al asma, como sibilancias y tos.
  • Aumento de la producción de esputo.
  • Sensación de opresión en el pecho.
  • Puede haber fiebre y pérdida de peso en casos más severos.

Aspergiloma

  • Tos crónica.
  • Expectoración de material con sangre o con aspecto de hongos.
  • Dolor torácico.

Aspergilosis invasiva

  • Fiebre persistente.
  • Tos.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor torácico.
  • Posiblemente, síntomas sistémicos como fatiga, pérdida de apetito y pérdida de peso.

 

Causas de la Aspergilosis

La enfermedad de la Aspergilosis se produce cuando inhalamos las esporas de estos elementos del ambiente a través del aire y se asientan en la nariz, en los pulmones y en el oído externo (a veces también en la piel). Aunque, en algunos casos, también pueden influir:

  • Inmunidad debilitada.
  • Enfermedades pulmonares preexistentes.
  • Lesiones pulmonares previas.
  • Inhalación de esporas de Aspergillus.
  • Uso prolongado de antibióticos o esteroides.

Es importante señalar que la aspergilosis no es contagiosa de persona a persona. El riesgo de desarrollar la enfermedad puede depender de la interacción de varios factores, y aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos deben tener precauciones adicionales.

 

¿Se puede prevenir?

La prevención de la aspergilosis se centra en reducir la exposición a las esporas del hongo Aspergillus, especialmente en individuos con un mayor riesgo de infección debido a condiciones de salud subyacentes. Aquí hay algunas medidas generales que pueden ayudar a prevenir la aspergilosis:

  • Controlar las condiciones ambientales.
  • Precauciones en la construcción.
  • Protección personal.
  • Controlar la humedad.
  • Evitar la contaminación de suministros médicos.
  • Monitorizar a pacientes de riesgo.
  • Educación del paciente.

Es fundamental que las personas con sistemas inmunológicos debilitados, como pacientes con trasplantes, cáncer, VIH/SIDA, entre otros, sigan las recomendaciones médicas y tomen precauciones adicionales para reducir el riesgo de exposición a Aspergillus.

La prevención efectiva implica una combinación de medidas ambientales y de cuidado personal para minimizar el riesgo de infección.

 

¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento de la aspergilosis depende de varios factores, incluyendo la gravedad de la infección, la salud general del paciente y la presencia de otras condiciones médicas. Aquí hay un resumen de las estrategias de tratamiento comunes para la aspergilosis:

  • Antifúngicos.
  • Cirugía.
  • Control de condiciones subyacentes.
  • Ajuste de medicamentos inmunosupresores.
  • Apoyo respiratorio.
  • Terapia a largo plazo.

Es fundamental que el tratamiento sea individualizado y supervisado por médicos especialistas, ya que la aspergilosis puede ser una infección compleja de manejar, especialmente en pacientes inmunocomprometidos. La detección temprana y el enfoque multidisciplinario son clave para mejorar los resultados del tratamiento.

 

16-01-2024
Top Doctors

Aspergilosis

Dra. Rocío de la Higuera Artesero - Alergología

Creado el: 13-11-2012

Editado el: 16-01-2024

Editado por: Leo Santos

 

¿Qué es la Aspergilosis?

La Aspergilosis es una enfermedad causada por un hongo (o moho) que se encuentra en el ambiente (suelo, aire, plantas, materia orgánica en descomposición, polvo, alimentos...). Afecta a personas que sufren problemas del sistema inmunológico (trasplantados, personas que reciben tratamiento con esteroides o quimioterapia, etc.).

Los tipos de Aspergilosis más implicados son la Aspergilosis Fumigatus y la Aspergilosis Flavus. La más grave es la Aspergilosis Pulmonar ya que invade y daña todos los tejidos del cuerpo, muy especialmente los pulmones.

Afecta especialmente a personas que padecen asma o fibrosis quística y cursa con pitidos y tos. El diagnóstico se obtiene realizando una radiografía de tórax, un TAC de los pulmones o un examen de los tejidos, para comprobar la existencia del hongo en cuestión.

 

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¿Qué síntomas presenta?

Los síntomas pueden variar dependiendo de la forma de la enfermedad y de qué parte del cuerpo está afectada. Aquí se describen algunos síntomas comunes asociados con distintas formas de aspergilosis:

Aspergilosis pulmonar

  • Tos persistente.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor en el pecho.
  • Expectoración con sangre (hemoptisis), en casos más graves.
  • Fiebre.

Aspergilosis broncopulmonar alérgica (ABPA)

  • Síntomas respiratorios similares al asma, como sibilancias y tos.
  • Aumento de la producción de esputo.
  • Sensación de opresión en el pecho.
  • Puede haber fiebre y pérdida de peso en casos más severos.

Aspergiloma

  • Tos crónica.
  • Expectoración de material con sangre o con aspecto de hongos.
  • Dolor torácico.

Aspergilosis invasiva

  • Fiebre persistente.
  • Tos.
  • Dificultad para respirar.
  • Dolor torácico.
  • Posiblemente, síntomas sistémicos como fatiga, pérdida de apetito y pérdida de peso.

 

Causas de la Aspergilosis

La enfermedad de la Aspergilosis se produce cuando inhalamos las esporas de estos elementos del ambiente a través del aire y se asientan en la nariz, en los pulmones y en el oído externo (a veces también en la piel). Aunque, en algunos casos, también pueden influir:

  • Inmunidad debilitada.
  • Enfermedades pulmonares preexistentes.
  • Lesiones pulmonares previas.
  • Inhalación de esporas de Aspergillus.
  • Uso prolongado de antibióticos o esteroides.

Es importante señalar que la aspergilosis no es contagiosa de persona a persona. El riesgo de desarrollar la enfermedad puede depender de la interacción de varios factores, y aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos deben tener precauciones adicionales.

 

¿Se puede prevenir?

La prevención de la aspergilosis se centra en reducir la exposición a las esporas del hongo Aspergillus, especialmente en individuos con un mayor riesgo de infección debido a condiciones de salud subyacentes. Aquí hay algunas medidas generales que pueden ayudar a prevenir la aspergilosis:

  • Controlar las condiciones ambientales.
  • Precauciones en la construcción.
  • Protección personal.
  • Controlar la humedad.
  • Evitar la contaminación de suministros médicos.
  • Monitorizar a pacientes de riesgo.
  • Educación del paciente.

Es fundamental que las personas con sistemas inmunológicos debilitados, como pacientes con trasplantes, cáncer, VIH/SIDA, entre otros, sigan las recomendaciones médicas y tomen precauciones adicionales para reducir el riesgo de exposición a Aspergillus.

La prevención efectiva implica una combinación de medidas ambientales y de cuidado personal para minimizar el riesgo de infección.

 

¿En qué consiste el tratamiento?

El tratamiento de la aspergilosis depende de varios factores, incluyendo la gravedad de la infección, la salud general del paciente y la presencia de otras condiciones médicas. Aquí hay un resumen de las estrategias de tratamiento comunes para la aspergilosis:

  • Antifúngicos.
  • Cirugía.
  • Control de condiciones subyacentes.
  • Ajuste de medicamentos inmunosupresores.
  • Apoyo respiratorio.
  • Terapia a largo plazo.

Es fundamental que el tratamiento sea individualizado y supervisado por médicos especialistas, ya que la aspergilosis puede ser una infección compleja de manejar, especialmente en pacientes inmunocomprometidos. La detección temprana y el enfoque multidisciplinario son clave para mejorar los resultados del tratamiento.

 

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