Amniocentesis
Índice:
- ¿En qué consiste?
- ¿Por qué se realiza?
- Preparación para la amniocentesis
- ¿Qué se siente durante el examen?
- Riesgos de la amniocentesis
- Significado de resultados anormales
La amniocentesis o análisis del líquido amniótico es una prueba que se realiza entre las semanas 15 y 20 de embarazo para diagnosticar trastornos genéticos, defectos congénitos y otras patologías en un feto.
Es una prueba que sirve para determinar si existe algún problema de salud específico, es decir, se diferencia de las pruebas de detección prenatales porque estas no diagnostican, sino que muestran si el bebé podría tener alguna patología, a partir de lo cual el profesional puede indicar la necesidad de realizar una amniocentesis.
¿En qué consiste?
Consiste en realizar una punción en la matriz para obtener una pequeña cantidad de líquido amniótico, que es el saco que envuelve y protege al feto. Posteriormente, se realiza un análisis de este líquido, con el objetivo de descartar problemas genéticos y cromosómicos en el bebé, tales como anencefalia, síndrome de Down, espina bífida, incompatibilidad de Rh, infecciones y trastornos metabólicos poco comunes que se transmiten de padres a hijos.
¿Por qué se realiza?
La amniocentesis no es una prueba obligatoria. Suele indicarse a mujeres con mayor riesgo de tener un hijo con anomalías congénitas, generalmente por sus antecedentes familiares con trastornos genéticos o por ser mayor de 35 años.
Este tipo de analítica puede indicarse por distintos motivos:
- Análisis genéticos: se toma una muestra de líquido amniótico para detectar patologías como el síndrome de Down.
- Análisis del pulmón fetal: busca establecer si los pulmones de un bebé son lo suficientemente maduros para el nacimiento.
- Diagnóstico de infección fetal.
- Análisis de ADN: se puede comparar el ADN recolectado durante la amniocentesis con el ADN del potencial padre.
- La amniocentesis también se realiza también como tratamiento, en los casos en los que existe un exceso de líquido amniótico en el útero.
Preparación para la amniocentesis
La vejiga ha de estar llena a la hora de realizar la ecografía. En algunas ocasiones, antes de la prueba se toma una muestra de sangre para determinar el grupo sanguíneo y el factor Rh. Si la mujer embarazada es Rh negativa, se le puede llegar a aplicar una inyección de un medicamento conocido como inmunoglobulina Rho (D). El día de la prueba no es imprescindible ir en ayunas, aunque sí conviene haber evacuado el intestino. Se recomienda ir acompañada.
¿Qué se siente durante el examen?
No es una prueba dolorosa, de hecho suele realizarse sin anestesia. El único dolor es el pinchazo de la aguja. Conviene estar relajada para evitar que se contraiga el músculo y duela. En algunos centros se inyecta anestesia local en la zona donde se realiza la punción.
Riesgos de la amniocentesis
Esta prueba puede producir calambre en la zona, escape de líquido amniótico o sangrado vaginal. Solo en menos de 1% de los casos puede presentar riesgos más graves como la infección o lesión del bebé y aborto espontáneo.
Significado de resultados anormales
Los resultados anormales pueden indicar que el bebé padece un problema genético o cromosómico, como por ejemplo síndrome de Down, o bien anomalías congénitas que comprometen la columna o el cerebro del bebé.
En el caso de la amniocentesis que se realiza para analizar la madurez pulmonar del bebé esta prueba puede resultar en la decisión de dar a luz prematuramente o no.