Apnea del sueño en niños: importancia de observar cuando duermen
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La apnea del sueño es un trastorno respiratorio que se manifiesta mientras el niño o la niña duerme. Durante este periodo se producen apneas, es decir, pausas respiratorias de más de 15 segundos.
En los adultos se considera patológico cuando aparecen más de 5 apneas por hora de sueño. Sin embargo, en el niño, con presentar 1 apnea es suficiente para hacer el diagnóstico.
En la mayoría de casos las apneas son debidas a alteraciones en la anatomía de las vías respiratorias altas que conllevan a un colapso y, por consiguiente, una obstrucción de la vía aérea, denominándose Apnea Obstructiva del Sueño (AOS). Esta obstrucción suele producirse por aumento de tamaño de amígdalas y/o de adenoides.
con pausas respiratorias de más de 15 segundos
¿Cuál es el pronóstico de la enfermedad?
La enfermedad tiene un curso crónico. La importancia que tiene la Apnea Obstructiva del Sueño (AOS) radica en que los micro despertares y la falta de oxigenación someten al organismo a un estrés intenso, lo que conduce a retrasos en el crecimiento, alteraciones del comportamiento o incluso del rendimiento escolar.
¿Con qué síntomas se manifiesta la apnea del sueño en niños?
Los síntomas más clásicos y frecuentes son el ronquido nocturno, que suele ser constante, es decir, todas las noches, de fuerte intensidad.
En muchas ocasiones los padres o cuidadores son capaces de evidenciar las pausas respiratorias.
Por otra parte, durante el día puede producir excesiva somnolencia, pero también se puede manifestar en forma de hiperactividad y falta de concentración.
También son comunes los dolores de cabeza por la mañana, los despertares frecuentes para orinar o la enuresis (orinarse en la cama) y el ánimo depresivo.
¿Qué pruebas médicas son necesarias para diagnosticar la apnea del sueño?
El diagnóstico de la apnea obstructiva del sueño (AOS) se sospecha mediante una historia clínica exhaustiva identificando síntomas sospechosos.
En la mayoría de los casos no se realiza de forma rutinaria una prueba se sueño, ya que, ante unos síntomas compatibles y la evidencia por parte de los padres o cuidadores de apneas, es suficiente para el diagnóstico.
Es necesario un examen físico por parte del otorrinolaringólogo. Esta exploración debe ser completa, enfocada y especializada en el problema, encontrando en la gran mayoría de los casos aumento del tamaño de las amígdalas y adenoides.
En casos en que haya dudas diagnósticas se pueden emplear pruebas de sueño, que pueden ser realizadas en un centro de salud (polisomnografía) o en el domicilio (poligrafía cardiorrespiratoria).
Es muy útil para el otorrinolaringólogo que los padres o cuidadores realicen un vídeo del niño o niña durmiendo, donde se puede apreciar el tórax desnudo y la cara captando, al menos, 2 episodios de apneas.
¿Cuáles son las causas de la apnea en niños? ¿Puede prevenirse?
En los niños las causas pueden ser muy diversas y dependen de la edad pero, en general, el sobrepeso y la obesidad son el factor modificable más importante.
Una adecuada respiración nasal y no prolongar el uso del chupete por encima de los dos años son otras medidas que ayudarán al adecuado desarrollo craneofacial y, por consiguiente, se evitarán algunas alteraciones anatómicas que propician la aparición de apneas.
Es importante destacar que tener las amígdalas y/o adenoides grandes no es una patología por sí mismo. Solamente cobra importancia cuando esto produce síntomas de AOS.
También es importante destacar que el diagnóstico y el tratamiento de AOS se lleva a cabo cuando los síntomas perduran en el tiempo y no solamente cuando el niño o niña tiene una infección de vías respiratorias altas.
