Ureteroscopia

¿Qué es la ureteroscopia?

La ureteroscopia es una técnica utilizada para el tratamiento de los cálculos ureterales que consiste en introducir en la uretra de un ureterorenoscopio que, gracias a una cámara de vídeo, permite al especialista analizar los órganos que le interesan (en este caso, la vejiga, el uréter y la cavidad renal). Mediante la utilización de sondas especiales, que pueden ser rígidas o flexibles, también se puede realizar la fragmentación y la eliminación de los cálculos.

¿Por qué se realiza?

La ureteroscopia es la técnica más utilizada para eliminar cálculos ureterales después de la litotricia extracorpórea, y su aplicación es cada vez más frecuente gracias a la constante evolución de la instrumentación. Los cálculos que se forman en el uréter son muy peligrosos ya que pueden provocar una obstrucción de las vías urinarias, por este motivo se ha establecido el método mediante la litotricia extracorpórea para los cálculos presentes en el uréter superior y la ureteroscopia los de los situados en el área inferior.

La ureteroscopia se realiza para tratar cálculos ureterales.
 

¿En qué consiste?

La ureteroscopia se realiza en quirófano bajo anestesia general o espinal, y generalmente dura de 10 a 45 minutos. Para los cálculos con dimensiones inferiores a los 5 mm, el ureterorenoscopio se introduce en la uretra hasta el uréter con el fin de localizar y eliminar el cálculo mediante instrumentos que pueden introducirse en su interior. Para los cálculos más grandes, será necesario introducir una sonda específica para poder fragmentar el cálculo (litotricia intracorpórea). Las complicaciones más frecuentes de este procedimiento son la perforación del uréter, la estenosis de este o los reflujos, y puede presentarse en el 5-10% de los casos. Otra complicación muy grave pero afortunadamente muy poco frecuente, es el desprendimiento del uréter (avulsión) que requiere una intervención quirúrgica inmediata. En general, los resultados ofrecidos por esta técnica son muy satisfactorios: de hecho, permiten tratar con éxito alrededor del 90% de los casos de cálculos del uréter inferior.

Preparación para la ureteroscopia

La Ureteroscopia no prevé una preparación especial, pero, dado que requiere una sedación, el paciente deberá someterse a pruebas como rayos X del tórax, electrocardiograma, análisis de sangre y de orina antes de la intervención.

Recuperación postoperatoria

Después de esta intervención el paciente tendrá que someterse a una terapia breve con antibióticos (7 días) antes de reanudar sus actividades diarias normales: si durante la ureteroscopia no se ha tenido que colocar un stent, la reanudación de las actividades podrá requerir más tiempo (máximo dos semanas). Después de la terapia, el paciente deberá someterse a exámenes clínicos de control y realizar un cultivo de orina. Si se ha colocado un stent durante la intervención, deberá retirarse al cabo de 2 a 3 semanas.