Tics

 

¿Qué son los tics?

Los tics nerviosos son gestos o movimientos repetitivos e involuntarios que se producen como consecuencia de la contracción de uno o varios músculos del cuerpo, y que normalmente afectan a la cara.

 

Todos los tics tienen en común que son movimientos convulsivos y excesivos que se ven disminuidos si la persona logra distraerse o por un esfuerzo de voluntad.

 

Los tics son más frecuentes en niños de entre 8 y 12 años, y suelen desaparecer en la adolescencia. Pero también hay tics que afectan a adultos.

 

Tipos de tics

Según la duración del movimiento pueden ser:

  • Tics clónicos, que son rápidos y cortos.
  • Tics distónicos, que son lentos y duran más.
  • Tics tónicos, que se manifiestan con contracciones isométricas pero no se acompañan de movimientos.

 

Según la zona de afectación pueden ser motores o fónicos, además de poder ser simples y complejos:

  • Los tics motores son movimientos que afectan a algunos grupos musculares concretos. En los tics motores simples está solo involucrado un músculo, duran milésimas de segundo y suelen afectar al rostro. Ejemplos: movimientos oculares, de labios o cuello, mandibulares, parpadeos insistentes… Los tics motores complejos afectan a un grupo de músculos aislados, duran segundos y los movimientos repetitivos son más complejos: inclinar el cuello mientras se elevan los hombros, sacudidas, pequeños sonidos, movimientos intencionados (tocar personas, oler objetos, imitar gestos…).

Los sonidos involuntarios que afectan a la musculatura laringofaríngea son los tics fonatorios, que pueden ser:

  • Tics vocales simples, implican ruidos y sonidos breves y sin significado, tales como soplidos, chasquidos o tos.
  • Tics vocales complejos, que conllevan expresiones más complejas con significado, tales como insultar o imitar frases.

 

 

Pronóstico de la enfermedad

Aunque los tics, en la mayoría de casos, no corresponden un problema grave y pueden tratarse mientras el paciente sea consciente de ellos, a veces pueden reflejar enfermedades neurológicas primarias o constituir síntomas de enfermedades sistémicas.

 

Así, algunos pacientes tienen casos aislados de tics motores o fónicos, pero la mayoría de ellos también desarrollan trastornos neuropsiquiátricos, tales como trastorno obsesivo compulsivo, déficit de atención, conductas autistas, además de depresión y ansiedad.

 

Síntomas de los tics

Los tics se manifiestan con movimientos o sonidos involuntarios, exagerados, repetitivos y, en según qué casos, un poco fuera de contexto.

 

Hay sensaciones premonitorias que afectan a la zona donde se producirá el tic, y por eso no se sabe a ciencia cierta si los tics son voluntarios o no. Durante un tiempo la persona sufre tensión o ligero dolor en la zona, y se ve en la necesidad de liberarlo, haciendo el tic. Al hacerlo la persona siente cierto alivio por “deshacerse” de esa tensión. No obstante, estas sensaciones premonitorias no se sienten siempre, y solamente podrán suprimirse los tics si se es consciente de la situación.

 

Los tics que se hacen crónicos se caracterizan por la presencia de uno o más tics motores o vocales (no ambos), que duran más de un año. En estos casos puede asociarse un Síndrome de Tourette.

 

Pruebas médicas para los tics

Los tics se desarrollan a lo largo de un espectro, y pueden ser desde leves, transitorios o crónicos, hasta severos.

 

Hay que tener en cuenta que los tics son más comunes en niños y, cuando se dan en adultos, a veces se relacionan con agentes secundarios, tales como la influencia de drogas o encefalitis. La historia y examen de los tipos de tics pueden ayudar en el diagnóstico y estudio. Por otra parte, el especialista debe distinguir los tics de otros trastornos del movimiento, como podrían ser la distonía, corea o mioclono, así como otros movimientos que se asocian con patologías psiquiátricas, como manierismos, convulsiones o estereotipias.

 

Así, para conseguir un diagnóstico acertado deben tenerse en cuenta condiciones genéticas y el tipo de tic realizado, ya que puede estar relacionado con patologías: disfrofia muscular de Duchenne, enfermedad de Huntington, Corea de Sydehham, distonía idiopática, Síndrome de Down y Síndrome de X Frágil, entre otros.

 

El estudio de los tics, además, incluirá estudios de imagen cerebral, para descartar anomalías, y también una resonancia magnética.

 

¿Cuáles son las causas de los tics?

Aunque las causas no se conocen totalmente, estudios recientes revelan que pueden estar implicadas muchas áreas del cerebro. De ahí que los tics puedan expresar determinados desórdenes.

 

Asimismo, se cree que los tics surgen de los circuitos cortico-estriado-tálamo-corticales, como resultado de la alteración de los núcleos en los ganglios basales, y de ahí que interactúe con redes sensoriales, neuronales motoras, límbicas y ejecutivas. Es esa alteración la que hace que puedan manifestarse distintos tipos de movimientos anormales durante la evolución del tic.

 

¿Se puede prevenir?

Es difícil prevenir los tics. En los casos de niños, como se ha mencionado, puede que sean pasajeros.

 

Tratamientos para los tics

Hay algunos entrenamientos de hábitos que ayudan a la persona que sufre los tics, así como hacer entrenamientos de relajación y de trabajo en equipo, ayudando a la persona a ser consciente de ello.

 

El tratamiento específico dependerá de la gravedad y frecuencia del tic en la persona, y lo más recomendable sería intentar modular los factores estresantes. En caso de ser necesario tratamiento, puede distinguirse en:

  • Tratamiento farmacológico, con fármacos que contrarresten la ansiedad y que incluye: neuroepiléticos clásicos (haloperidol y pimocida), agonistas a2-adrenérgicos (clonidina y guanfacina), benzodiacepinas (clonazepam), neuroepilépticos atípicos (risperidona, aripiprazol, olanzapina y ziprasidona), y toxina botulínica.
  • Tratamiento motriz con ejercicios de distensión muscular para reducir la inestabilidad motora que se asocia a algunos tics.
  • Tratamiento psicoterapéutico, con el objetivo de reducir la ansiedad y mejorar el control de los tics. La terapia cognitivo conductual ofrece buenos resultados actualmente.

 

¿Qué especialista lo trata?

Los tics son normalmente tratados por el especialista en Neurología, pero también pueden tratarlos los especialistas en Psiquiatría y en Psiquiatría Infantil y Adolescente.

21-09-2023
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Tics

 

¿Qué son los tics?

Los tics nerviosos son gestos o movimientos repetitivos e involuntarios que se producen como consecuencia de la contracción de uno o varios músculos del cuerpo, y que normalmente afectan a la cara.

 

Todos los tics tienen en común que son movimientos convulsivos y excesivos que se ven disminuidos si la persona logra distraerse o por un esfuerzo de voluntad.

 

Los tics son más frecuentes en niños de entre 8 y 12 años, y suelen desaparecer en la adolescencia. Pero también hay tics que afectan a adultos.

 

Tipos de tics

Según la duración del movimiento pueden ser:

  • Tics clónicos, que son rápidos y cortos.
  • Tics distónicos, que son lentos y duran más.
  • Tics tónicos, que se manifiestan con contracciones isométricas pero no se acompañan de movimientos.

 

Según la zona de afectación pueden ser motores o fónicos, además de poder ser simples y complejos:

  • Los tics motores son movimientos que afectan a algunos grupos musculares concretos. En los tics motores simples está solo involucrado un músculo, duran milésimas de segundo y suelen afectar al rostro. Ejemplos: movimientos oculares, de labios o cuello, mandibulares, parpadeos insistentes… Los tics motores complejos afectan a un grupo de músculos aislados, duran segundos y los movimientos repetitivos son más complejos: inclinar el cuello mientras se elevan los hombros, sacudidas, pequeños sonidos, movimientos intencionados (tocar personas, oler objetos, imitar gestos…).

Los sonidos involuntarios que afectan a la musculatura laringofaríngea son los tics fonatorios, que pueden ser:

  • Tics vocales simples, implican ruidos y sonidos breves y sin significado, tales como soplidos, chasquidos o tos.
  • Tics vocales complejos, que conllevan expresiones más complejas con significado, tales como insultar o imitar frases.

 

 

Pronóstico de la enfermedad

Aunque los tics, en la mayoría de casos, no corresponden un problema grave y pueden tratarse mientras el paciente sea consciente de ellos, a veces pueden reflejar enfermedades neurológicas primarias o constituir síntomas de enfermedades sistémicas.

 

Así, algunos pacientes tienen casos aislados de tics motores o fónicos, pero la mayoría de ellos también desarrollan trastornos neuropsiquiátricos, tales como trastorno obsesivo compulsivo, déficit de atención, conductas autistas, además de depresión y ansiedad.

 

Síntomas de los tics

Los tics se manifiestan con movimientos o sonidos involuntarios, exagerados, repetitivos y, en según qué casos, un poco fuera de contexto.

 

Hay sensaciones premonitorias que afectan a la zona donde se producirá el tic, y por eso no se sabe a ciencia cierta si los tics son voluntarios o no. Durante un tiempo la persona sufre tensión o ligero dolor en la zona, y se ve en la necesidad de liberarlo, haciendo el tic. Al hacerlo la persona siente cierto alivio por “deshacerse” de esa tensión. No obstante, estas sensaciones premonitorias no se sienten siempre, y solamente podrán suprimirse los tics si se es consciente de la situación.

 

Los tics que se hacen crónicos se caracterizan por la presencia de uno o más tics motores o vocales (no ambos), que duran más de un año. En estos casos puede asociarse un Síndrome de Tourette.

 

Pruebas médicas para los tics

Los tics se desarrollan a lo largo de un espectro, y pueden ser desde leves, transitorios o crónicos, hasta severos.

 

Hay que tener en cuenta que los tics son más comunes en niños y, cuando se dan en adultos, a veces se relacionan con agentes secundarios, tales como la influencia de drogas o encefalitis. La historia y examen de los tipos de tics pueden ayudar en el diagnóstico y estudio. Por otra parte, el especialista debe distinguir los tics de otros trastornos del movimiento, como podrían ser la distonía, corea o mioclono, así como otros movimientos que se asocian con patologías psiquiátricas, como manierismos, convulsiones o estereotipias.

 

Así, para conseguir un diagnóstico acertado deben tenerse en cuenta condiciones genéticas y el tipo de tic realizado, ya que puede estar relacionado con patologías: disfrofia muscular de Duchenne, enfermedad de Huntington, Corea de Sydehham, distonía idiopática, Síndrome de Down y Síndrome de X Frágil, entre otros.

 

El estudio de los tics, además, incluirá estudios de imagen cerebral, para descartar anomalías, y también una resonancia magnética.

 

¿Cuáles son las causas de los tics?

Aunque las causas no se conocen totalmente, estudios recientes revelan que pueden estar implicadas muchas áreas del cerebro. De ahí que los tics puedan expresar determinados desórdenes.

 

Asimismo, se cree que los tics surgen de los circuitos cortico-estriado-tálamo-corticales, como resultado de la alteración de los núcleos en los ganglios basales, y de ahí que interactúe con redes sensoriales, neuronales motoras, límbicas y ejecutivas. Es esa alteración la que hace que puedan manifestarse distintos tipos de movimientos anormales durante la evolución del tic.

 

¿Se puede prevenir?

Es difícil prevenir los tics. En los casos de niños, como se ha mencionado, puede que sean pasajeros.

 

Tratamientos para los tics

Hay algunos entrenamientos de hábitos que ayudan a la persona que sufre los tics, así como hacer entrenamientos de relajación y de trabajo en equipo, ayudando a la persona a ser consciente de ello.

 

El tratamiento específico dependerá de la gravedad y frecuencia del tic en la persona, y lo más recomendable sería intentar modular los factores estresantes. En caso de ser necesario tratamiento, puede distinguirse en:

  • Tratamiento farmacológico, con fármacos que contrarresten la ansiedad y que incluye: neuroepiléticos clásicos (haloperidol y pimocida), agonistas a2-adrenérgicos (clonidina y guanfacina), benzodiacepinas (clonazepam), neuroepilépticos atípicos (risperidona, aripiprazol, olanzapina y ziprasidona), y toxina botulínica.
  • Tratamiento motriz con ejercicios de distensión muscular para reducir la inestabilidad motora que se asocia a algunos tics.
  • Tratamiento psicoterapéutico, con el objetivo de reducir la ansiedad y mejorar el control de los tics. La terapia cognitivo conductual ofrece buenos resultados actualmente.

 

¿Qué especialista lo trata?

Los tics son normalmente tratados por el especialista en Neurología, pero también pueden tratarlos los especialistas en Psiquiatría y en Psiquiatría Infantil y Adolescente.

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