Temblor esencial
¿Qué es el temblor esencial?
El temblor esencial o temblor esencial familiar es una patología de origen neurológico que cursa de manera progresiva. Es un trastorno del movimiento y se caracteriza por sufrir el paciente un movimiento rítmico o temblor en manos, cabeza, tronco, piernas e incluso puede afectar a la voz.
Se calcula que una de cada 20 personas de más de 40 años y una de cada 5 personas con más de 65 años de edad pueden sufrir temblor esencial. Normalmente afecta en mayor medida a personas de más de 40 años pero puede aparecer a cualquier edad.
Existen dos tipos de temblor esencial, principalmente:
- Temblor cinético: consiste en un movimiento voluntario (llevarse un alimento u objeto a la boca, por ejemplo).
- Temblor postural: se trata de una fijación también voluntaria pero en contra de la gravedad (extender los brazos y mantenerlos en esa postura, acercar una mano o el brazo…).
Muchas veces se asocia el temblor esencial con la enfermedad de Parkinson. Esto está, en cierto modo, justificado, ya que los síntomas motores son las principales manifestaciones del Parkinson y uno de los más comunes es el temblor. Sin embargo, el hecho de que el paciente sufra temblores involuntarios no significa que sufra Parkinson. De hecho, es importante tener en cuenta estas diferencias entre el temblor esencial y el Parkinson:
- El temblor en el Parkinson ocurre cuando la persona está en reposo pero en el temblor esencial se desarrolla cuando la persona está en acción o movimiento.
- En el Parkinson se asocian otros síntomas motores: rigidez y lentitud en los movimientos.
- En el Parkison el temblor no suele afectar a la cabeza, en el temblor esencial sí.
Pronóstico de la enfermedad
El temblor esencial no pone en peligro la vida del paciente, pero sí la altera. Así, las personas que la sufren pierden capacidad para hacer tareas simples que antes desarrollaban con normalidad, tales como ir al trabajo o conducir.
Síntomas de temblor esencial
La principal característica del temblor esencial es un temblor rítmico que tiene lugar en los movimientos voluntarios que lleva a cabo el paciente, o también cuando intenta mantener una posición en suspensión, o contra la gravedad. La mayoría de las personas que sufren temblor esencial padecen tanto temblor postural como temblor cinético.
Pruebas médicas para el temblor esencial
Se debe realizar un examen físico y neurológico, así como la historia médica del paciente. En el examen físico se valorará el temblor:
- Si ocurre cuando los músculos están en acción o en reposo
- La ubicación del temblor (en qué parte del cuerpo)
- Cómo cursa el temblor (frecuencia y amplitud del temblor)
También se evaluarán en el examen neurológico posibles alteraciones en el equilibrio, anomalías en el habla, aumento de la rigidez muscular…
Otras pruebas adicionales pueden ayudar a determinar las limitaciones funcionales del paciente. Así, una prueba común para el temblor esencial se basa en solicitar al paciente que dibuje una espiral. De esta manera se evalúa la psicomotricidad del paciente. La dificultad para escribir a mano o la capacidad o no para sostener algunos objetos, así como ejercicios como tocarse la punta de la nariz con un dedo también sirven para evaluar la alteración del sistema motriz del paciente.
¿Cuáles son las causas del temblor esencial?
El temblor esencial es la consecuencia de una comunicación anómala entre unas áreas del cerebro, incluidos el tálamo, el cerebelo y el tronco encefálico. También se relaciona un mal funcionamiento del cerebelo, según algunos estudios. A pesar de ello la causa esencial por la que se produce el temblor esencial es desconocida. En la mayoría de casos el temblor esencial es hereditario. Se calcula que cada hijo de un padre con temblor esencial tiene un 50% de probabilidades de tener el gen. No obstante, no todas las personas que heredan el gen (herencia autosómica dominante) desarrollan la enfermedad.
¿Se puede prevenir?
El temblor esencial no puede prevenirse. Es una enfermedad neurológica que aparece sin previo aviso. Lo que sí que puede prevenirse es que afecte de una manera severa en la vida del paciente. Esto significa que, en la medida de lo posible, se puede adaptar el día a día del paciente, para que sea lo más cómodo posible para él. Así, es mejor utilizar objetos sólidos, fáciles de coger y que cierren bien, y recipientes profundos para no llenarlos hasta el borde y que pueda caer fácilmente el contenido. También es preferible colocar al alcance del paciente objetos que puedan suponer un riesgo pero que utilice a diario, tales como el teléfono, el microondas… Asimismo, el temblor disminuye si se emplean objetos que pesen, con asas grandes. También hay otros objetos del día a día ya adaptados y que pueden ser útiles (cubiertos o bolígrafos, por ejemplo), o también el uso de cepillos de dientes eléctricos o velcro, para cerrar más fácilmente los zapatos y hacer la vida más fácil al paciente.
Tratamientos para el temblor esencial
A día de hoy todavía no existe ningún tratamiento que detenga la evolución del temblor esencial o que pueda curarlo. Los objetivos del tratamiento del temblor esencial serán reducir la gravedad de los síntomas y mejorar el funcionamiento del sistema locomotor del paciente. Esto se combinará con medicación, normalmente antiepilépticos, anticonvulsivos y medicamentos psicotrópicos con efecto ligeramente sedante o relajante. Si el paciente no responde bien a la medicación y los síntomas dificultan su día a día, se ha popularizado recientemente la estimulación cerebral profunda y el ultrasonido focal localizado. A esto habrá que añadir las medidas ya citadas que hagan más cómodo el día a día del paciente.
¿Qué especialista lo trata?
El especialista que trata el temblor esencial es el Neurólogo. La Neurología es la especialidad que estudia, diagnostica, previene y trata todas las enfermedades del sistema nervioso central (cerebelo, cerebro, tronco cerebral y médula espinal), así como el sistema nervioso periférico (plexos, nervios, unión neuromuscular y músculos).