¿Qué son los métodos anticonceptivos?

Los métodos anticonceptivos son técnicas y dispositivos que impiden o reducen la posibilidad de que una mujer se quede embarazada. Además de proporcionar un control de natalidad, ayudan a planificar el momento óptimo para tener un hijo. Actualmente, existen múltiples tipos de anticonceptivos subministrados por vía oral, intravaginal y transdérmica, inyectable, por implante subcutáneo o físico. Algunos métodos habituales son la píldora anticonceptiva, parche, implante, preservativo, vasectomía o DIU.

Respecto a su eficacia, no todos los métodos anticonceptivos se clasifican de la misma forma. A parte de la abstinencia y el implante subcutáneo con un índice de Pearl (0,05), los más fiables son la vasectomía (0,1), seguido del DIU de levonorgestrel (0,2). Los anticonceptivos orales, los parches y el anillo son muy eficaces, con un índice de Pearl del 0,3, en condiciones ideales de uso. El índice de Pearl indica el fallo del método por cada 100 mujeres al año.

Además, la utilización de ciertos métodos anticonceptivos, como el preservativo, también puede prevenir la contracción de enfermedades de transmisión sexual (ITS).
 

¿Por qué se usan?

Los métodos anticonceptivos se utilizan para evitar embarazos no deseados, ya que hay parejas que quieren disfrutar del sexo pero no quieren tener hijos. Por este motivo, es importante utilizar métodos anticonceptivos que ayuden a evitar esta situación y así poder planificar cuál es el mejor momento para tener hijos.

¿En qué consisten?

Entre los diferentes métodos anticonceptivos, los más destacados son:

• Preservativo: conocido comúnmente como condón, se ha de colocar muy bien para evitar el embarazo. Hay que tener especial cuidado en no rasgarlo con las uñas, anillos o piercings. Índice de Pearl: 2.
• Esponja: se introduce en la vagina antes del coito, su eficacia es de 24 horas. Es más eficaz en mujeres que no han tenido hijos, ya que tras un embarazo el conducto vaginal se dilata y no recupera por completo sus dimensiones iniciales tras el parto. Índice de Pearl en mujeres nulíparas: 9, y en mujeres que han tenido hijos anteriormente: 20.
• Píldora (anticonceptivos orales): consiste en ingerir una pastilla cada día. Su eficacia, si es bien usada, es de un 99,7%. Sin embargo, puede descender si la persona olvida tomarla, no se hace a la misma hora o sufre vómitos. Índice de Pearl: 0,3.
• Anillo vaginal: de idéntica eficacia a la píldora, este aro de plástico debe colocarse en el interior de la vagina y va liberando hormonas de manera gradual. Se ha de cambiar con cada nuevo ciclo. Índice de Pearl: 0,3.
• Parche transdérmico: es una “tirita” que va impregnada de hormonas y se coloca en la piel. Índice de Pearl: 0,3.
• Diafragma: también conocido “condón femenino”, es un tapón de látex o silicona que la mujer inserta en su vagina y así impide la entrada de esperma al cuello del útero. Su inconveniente es que hay que esperar entre 6 y 8 horas para retirarlo. Índice de Pearl: 6.
• DIU: es un dispositivo intrauterino que ha de ser colocado por el ginecólogo. Índice de Pearl: 0,6 el de cobre, y 0,2 el de levonorgestrel.
• Intervenciones quirúrgicas: la ligadura de trompas en el caso de las mujeres (0,5) y la vasectomía en hombres (0,1).

Efectos secundarios y riesgos de los métodos anticonceptivos

Algunos métodos anticonceptivos pueden provocar efectos secundarios como cambios de humor, pérdida de libido, aumento de peso, náuseas, sensibilidad en los senos y dolores de cabeza. Es importante escoger el más adecuado en cada caso y consultar con un especialista en Ginecología o Andrología.

En el caso de los DIU, pueden causar calambres y sangrado irregular. Además, como consecuencia de su uso puede aumentar ligeramente el riesgo de infecciones del tracto genital si no se mantienen correctamente o si existen condiciones preexistentes. Por otro lado, los implantes y parches anticonceptivos pueden producir cambios en los patrones menstruales, entre otros síntomas.

Asimismo, pueden causar reacciones alérgicas si la persona es alérgica a los materiales utilizados en los métodos anticonceptivos, como el látex de los preservativos o el cobre en el DIU. Esto puede provocar picazón, irritación o enrojecimiento en la zona.