Dolor

¿Qué es el dolor?

El dolor es una percepción sensorial, localizada y subjetiva con intensidad variable que puede resultar molesta y desagradable en una parte del cuerpo. El dolor es el resultado de una estimulación por parte de las terminaciones nerviosas sensitivas de la zona.

El dolor es el síntoma fundamental de inflamación o problema en una zona, y su aparición alerta de la presencia de un problema o enfermedad.

En función de su duración, se puede distinguir entre dos tipos de dolor según su duración: el dolor agudo y el dolor crónico. En función de su intensidad, se puede distinguir entre leve, moderado y severo.

El dolor agudo es una manifestación temporal del dolor, como por ejemplo una quemadura. En cambio, el dolor crónico es principalmente un dolor constante y que se mantiene en el tiempo por diversas enfermedades o problemas. 

En función de la patogénesis, se puede clasificar el dolor según:

  • Dolor nociceptivo: está causado por un estímulo que actúa sobre los nociceptores. Este dolor advierte sobre un daño inminente o la presencia de una lesión en un tejido. El dolor nociceptivo se divide en somático y visceral en función de donde actúe.
  • Dolor neuropático: se trata del dolor causado por una lesión o una disfunción en el sistema nervioso. En este caso, el origen del dolor está en un daño en las fibras nerviosas. Este dolor no tiene una función clara y resulta difícil de diagnosticar.
  • Dolor psicogénico: su origen está en los procesos mentales de la persona que lo padece y no por causas fisiológicas.

 

Pronóstico del dolor

Como tal, el dolor es una manifestación o signo de alerta para la persona de que tiene un problema, lesión o daño inminente en una zona concreta del cuerpo. En el caso del dolor crónico, el dolor es la reiteración y el mantenimiento en el tiempo del mismo, que se prolonga en el tiempo durante al menos seis meses.

En este caso, el tratamiento del dolor será importante de cara a facilitar el desarrollo de la vida diaria del paciente, aunque identificar y tratar la enfermedad es igual de importante.
 

Síntomas del dolor

Los síntomas del dolor varían en función del tipo de dolor, su origen, su localización y de su procedencia.

Es decir, los síntomas no tienen por qué parecerse entre ellos, así los síntomas del dolor pueden tener poco o nada que ver con los síntomas del dolor por un traumatismo, una herida o el dolor postquirúrgico.

  • Dolor de espalda: es uno de los principales problemas en la actualidad. De hecho, se estima que nueve de cada diez personas padecerán dolor de espalda en algún momento de su vida.
  • Dolor reumatológico: engloba a los dolores que aparecen en el aparato locomotor. Las enfermedades más comunes son la artritis, la artrosis, el dolor lumbar, la osteoporosis.
  • Dolor traumatológico: aparece cuando el paciente ha sufrido un traumatismo que le ha provocado un esguince, una rotura o una luxación.
  • Dolor oncológico: es habitual que el paciente presente el llamado dolor irruptivo.
  • Dolor neuropático: descargas eléctricas, sensación de hormigueo, picor, quemazón en la zona, pinchazos y agujetas, presión...
  • Dolor abdominal: se trata de un síntoma poco específico y que puede estar ocasionado por muchos problemas dentro del aparato digestivo. En ocasiones es un síntoma que refiere problemas que ocurren en otras partes del cuerpo.
  • Dolor ginecológico: su espectro va desde el dolor agudo al crónico.
  • Dolor postoperatorio: se trata de un dolor agudo que tiene una duración determinada en el tiempo.

 

Pruebas médicas para el dolor

En función del tipo y de la localización del dolor se pueden hacer múltiples pruebas para tratar de identificar el origen del problema y posteriormente poder iniciar un tratamiento para paliarlo.

De cara a identificar problemas físicos se suelen utilizar radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas. Con estas pruebas se pueden identificar diversas lesiones, como luxaciones, roturas y fracturas.

 

La aparición del dolor alerta de la presencia
de un problema o enfermedad

 

¿Cuáles son las causas del dolor?

Existen numerosas causas por las que el dolor puede aparecer en una persona.

  • Dolor de espalda y dolor cervical: problemas en los discos, espasmos, tensión muscular, traumatismos y accidentes, fracturas, esguinces, caídas, etc. A su vez, existen enfermedades relacionadas que pueden ocasionar dolor en el paciente, como por ejemplo la artritis, el embarazo, la escoliosis, la presencia de piedras en los riñones, una endometriosis, lumbalgia, ciática, etc.
  • Dolor reumatológico: está causado por esguinces, luxaciones y fracturas.
  • Dolor articular: se origina en las articulaciones y suele ser más un síntoma que una patología en sí. 
  • Dolor oncológico: el dolor en pacientes con cáncer es bastante frecuente, y aparece en cerca del 90% de los pacientes. Normalmente, se trata de un dolor crónico. Está originado por la invasión tumoral de estructuras óseas, nerviosas o vasculares, por el mismo procedimiento, por síndromes paraneoplásicos y otras causas ajenas.
  • Dolor neuropático: está causado por un funcionamiento extraño y anormal por parte del sistema nervioso de la persona que confunde estímulos y los transforma en estímulos dolorosos.
  • Dolor abdominal: existen diversos motivos por los que puede aparecer dolor abdominal en una persona (estreñimiento, síndrome del intestino irritable, alergias, intoxicación alimentaria, apendicitis, cáncer de estómago, aparición de úlceras, cálculos renales, pancreatitis, acidez, diverticulitis, dispepsia).
  • Dolor oncológico: las patologías más frecuentes que causan este tipo de dolor son la dismenorrea, la endometriosis, la miomatosis uterina, la presencia de malformaciones de tipo congénito, dolor ovárico, dolor post-cirugía o una inflamación en la pelvis.
  • Dolor postoperatorio: este dolor aparece como una consecuencia de una intervención quirúrgica.
  • Otros: neuralgia, dolor torácico, dolor pélvico, dolor por diabetes, dolor orofacial, dolor miofascial, dolor en el pie, dolor de codo, dolor de cadera, etc.

 

¿Se puede prevenir el dolor?

En ocasiones, la prevención del dolor es totalmente imposible, ya que este puede aparecer súbitamente, por ejemplo, tras un traumatismo por un accidente o una caída.

No obstante, existen otro tipo de dolores en los que la acción de la persona durante su día a día puede evitar su aparición. Por ejemplo, la higiene postural, es decir, mantener una correcta postura a la hora de trabajar o desarrollar ciertas actividades, ya que puede servir para evitar la aparición del temido dolor de espalda o dolores musculares.

A su vez, es importante también acudir al especialista cuando los signos del dolor aparecen, ya que en muchas ocasiones el paciente diluye la visita en el tiempo y cuando acude a la consulta se encuentra con que su dolor es crónico. Es importante acudir pronto a un especialista, ya que el dolor crónico puede ser el causante de otros problemas, como el estrés o la depresión entre otros al no poder afrontar su día a día con tranquilidad y sin molestias.

 

Tratamientos para el dolor

Existen diversas maneras de hacer frente al dolor y tratarlo. Algunas son las siguientes:

  • Tratamiento del dolor con medicamentos: es una de las formas más eficaces de tratar del dolor. Los analgésicos, los analgésicos tópicos y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos suelen ser una opción bastante válida.
  • Tratamiento no farmacológico: la aplicación de compresas frías o calientes, la práctica de ejercicio, y algunos cambios de conducta pueden funcionar a la hora de combatir el dolor y mejorar el estado de la persona.
  • Métodos alternativos: existen algunas formas y tratamientos de medicina alternativa y complementaria que pueden servir para tratar el dolor. La estimulación eléctrica transcutánea, la acupuntura, la laserterapia, la radiofrecuencia, la acupresión, la crioterapia, la termoterapia o la diatermocoagulación (también conocida como rizólisis), denervación con toxina botulínica, pueden ser alternativas a la hora de mejorar el dolor.
  • Cirugía: cuando otros tratamientos han fracasado, la cirugía suele ser la principal alternativa. Un ejemplo es la neuroestimulación medular. 

A destacar, algunas técnicas para la administración de medicamentos: 

  • Bloqueo nervioso periférico: que consiste en la administración de analgésicos y suele acompañarse con la realización de fluoroscopía o TAC.
  • Bomba de perfusión: dispositivo para la administración de medicamentos destinados al tratamiento de la presión elevada.  
  • Epidurolisis: que consiste en inyectar fármacos mediante un catéter para liberar a los nervios de las adherencias que causan el dolor. 
  • Epiduroplastia: con la que se introduce un catéter en la columna vertebral para tratar el dolor lumbar crónico.
  • Infiltración epidural e infiltraciones articulares: inyección de analgésicos en la zona afectada. 
  • Orthokine: con la que se extrae la sangre del paciente para manipularla y reintroducirla después.

 

¿Qué especialista trata el dolor?

El o los especialistas encargados de abordar y tratar el dolor son los especialistas en Unidad del Dolor. Cabe destacar que, en este caso, una unidad del dolor es una organización compuesta por profesionales que ofrecen asistencia multidisciplinar para atender y aliviar la sintomatología del paciente.

En el caso de que el problema necesite ser reparado quirúrgicamente, un Cirujano General participará en el proceso. Si el problema se sitúa en el aparato digestivo, tendrá que ser evaluado también por un especialista en Aparato Digestivo.

Existen diversas formas de tratar el dolor, la Acupuntura se presenta también como una alternativa válida para tratar algunos tipos de dolor.

07-03-2024
Top Doctors

Dolor

Dr. Óscar Biurrun Unzué - Acupuntura

Creado el: 30-11-2016

Editado el: 07-03-2024

Editado por: Marga Marquès

¿Qué es el dolor?

El dolor es una percepción sensorial, localizada y subjetiva con intensidad variable que puede resultar molesta y desagradable en una parte del cuerpo. El dolor es el resultado de una estimulación por parte de las terminaciones nerviosas sensitivas de la zona.

El dolor es el síntoma fundamental de inflamación o problema en una zona, y su aparición alerta de la presencia de un problema o enfermedad.

En función de su duración, se puede distinguir entre dos tipos de dolor según su duración: el dolor agudo y el dolor crónico. En función de su intensidad, se puede distinguir entre leve, moderado y severo.

El dolor agudo es una manifestación temporal del dolor, como por ejemplo una quemadura. En cambio, el dolor crónico es principalmente un dolor constante y que se mantiene en el tiempo por diversas enfermedades o problemas. 

En función de la patogénesis, se puede clasificar el dolor según:

  • Dolor nociceptivo: está causado por un estímulo que actúa sobre los nociceptores. Este dolor advierte sobre un daño inminente o la presencia de una lesión en un tejido. El dolor nociceptivo se divide en somático y visceral en función de donde actúe.
  • Dolor neuropático: se trata del dolor causado por una lesión o una disfunción en el sistema nervioso. En este caso, el origen del dolor está en un daño en las fibras nerviosas. Este dolor no tiene una función clara y resulta difícil de diagnosticar.
  • Dolor psicogénico: su origen está en los procesos mentales de la persona que lo padece y no por causas fisiológicas.

 

Pronóstico del dolor

Como tal, el dolor es una manifestación o signo de alerta para la persona de que tiene un problema, lesión o daño inminente en una zona concreta del cuerpo. En el caso del dolor crónico, el dolor es la reiteración y el mantenimiento en el tiempo del mismo, que se prolonga en el tiempo durante al menos seis meses.

En este caso, el tratamiento del dolor será importante de cara a facilitar el desarrollo de la vida diaria del paciente, aunque identificar y tratar la enfermedad es igual de importante.
 

Síntomas del dolor

Los síntomas del dolor varían en función del tipo de dolor, su origen, su localización y de su procedencia.

Es decir, los síntomas no tienen por qué parecerse entre ellos, así los síntomas del dolor pueden tener poco o nada que ver con los síntomas del dolor por un traumatismo, una herida o el dolor postquirúrgico.

  • Dolor de espalda: es uno de los principales problemas en la actualidad. De hecho, se estima que nueve de cada diez personas padecerán dolor de espalda en algún momento de su vida.
  • Dolor reumatológico: engloba a los dolores que aparecen en el aparato locomotor. Las enfermedades más comunes son la artritis, la artrosis, el dolor lumbar, la osteoporosis.
  • Dolor traumatológico: aparece cuando el paciente ha sufrido un traumatismo que le ha provocado un esguince, una rotura o una luxación.
  • Dolor oncológico: es habitual que el paciente presente el llamado dolor irruptivo.
  • Dolor neuropático: descargas eléctricas, sensación de hormigueo, picor, quemazón en la zona, pinchazos y agujetas, presión...
  • Dolor abdominal: se trata de un síntoma poco específico y que puede estar ocasionado por muchos problemas dentro del aparato digestivo. En ocasiones es un síntoma que refiere problemas que ocurren en otras partes del cuerpo.
  • Dolor ginecológico: su espectro va desde el dolor agudo al crónico.
  • Dolor postoperatorio: se trata de un dolor agudo que tiene una duración determinada en el tiempo.

 

Pruebas médicas para el dolor

En función del tipo y de la localización del dolor se pueden hacer múltiples pruebas para tratar de identificar el origen del problema y posteriormente poder iniciar un tratamiento para paliarlo.

De cara a identificar problemas físicos se suelen utilizar radiografías, resonancias magnéticas y tomografías computarizadas. Con estas pruebas se pueden identificar diversas lesiones, como luxaciones, roturas y fracturas.

 

La aparición del dolor alerta de la presencia
de un problema o enfermedad

 

¿Cuáles son las causas del dolor?

Existen numerosas causas por las que el dolor puede aparecer en una persona.

  • Dolor de espalda y dolor cervical: problemas en los discos, espasmos, tensión muscular, traumatismos y accidentes, fracturas, esguinces, caídas, etc. A su vez, existen enfermedades relacionadas que pueden ocasionar dolor en el paciente, como por ejemplo la artritis, el embarazo, la escoliosis, la presencia de piedras en los riñones, una endometriosis, lumbalgia, ciática, etc.
  • Dolor reumatológico: está causado por esguinces, luxaciones y fracturas.
  • Dolor articular: se origina en las articulaciones y suele ser más un síntoma que una patología en sí. 
  • Dolor oncológico: el dolor en pacientes con cáncer es bastante frecuente, y aparece en cerca del 90% de los pacientes. Normalmente, se trata de un dolor crónico. Está originado por la invasión tumoral de estructuras óseas, nerviosas o vasculares, por el mismo procedimiento, por síndromes paraneoplásicos y otras causas ajenas.
  • Dolor neuropático: está causado por un funcionamiento extraño y anormal por parte del sistema nervioso de la persona que confunde estímulos y los transforma en estímulos dolorosos.
  • Dolor abdominal: existen diversos motivos por los que puede aparecer dolor abdominal en una persona (estreñimiento, síndrome del intestino irritable, alergias, intoxicación alimentaria, apendicitis, cáncer de estómago, aparición de úlceras, cálculos renales, pancreatitis, acidez, diverticulitis, dispepsia).
  • Dolor oncológico: las patologías más frecuentes que causan este tipo de dolor son la dismenorrea, la endometriosis, la miomatosis uterina, la presencia de malformaciones de tipo congénito, dolor ovárico, dolor post-cirugía o una inflamación en la pelvis.
  • Dolor postoperatorio: este dolor aparece como una consecuencia de una intervención quirúrgica.
  • Otros: neuralgia, dolor torácico, dolor pélvico, dolor por diabetes, dolor orofacial, dolor miofascial, dolor en el pie, dolor de codo, dolor de cadera, etc.

 

¿Se puede prevenir el dolor?

En ocasiones, la prevención del dolor es totalmente imposible, ya que este puede aparecer súbitamente, por ejemplo, tras un traumatismo por un accidente o una caída.

No obstante, existen otro tipo de dolores en los que la acción de la persona durante su día a día puede evitar su aparición. Por ejemplo, la higiene postural, es decir, mantener una correcta postura a la hora de trabajar o desarrollar ciertas actividades, ya que puede servir para evitar la aparición del temido dolor de espalda o dolores musculares.

A su vez, es importante también acudir al especialista cuando los signos del dolor aparecen, ya que en muchas ocasiones el paciente diluye la visita en el tiempo y cuando acude a la consulta se encuentra con que su dolor es crónico. Es importante acudir pronto a un especialista, ya que el dolor crónico puede ser el causante de otros problemas, como el estrés o la depresión entre otros al no poder afrontar su día a día con tranquilidad y sin molestias.

 

Tratamientos para el dolor

Existen diversas maneras de hacer frente al dolor y tratarlo. Algunas son las siguientes:

  • Tratamiento del dolor con medicamentos: es una de las formas más eficaces de tratar del dolor. Los analgésicos, los analgésicos tópicos y los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos suelen ser una opción bastante válida.
  • Tratamiento no farmacológico: la aplicación de compresas frías o calientes, la práctica de ejercicio, y algunos cambios de conducta pueden funcionar a la hora de combatir el dolor y mejorar el estado de la persona.
  • Métodos alternativos: existen algunas formas y tratamientos de medicina alternativa y complementaria que pueden servir para tratar el dolor. La estimulación eléctrica transcutánea, la acupuntura, la laserterapia, la radiofrecuencia, la acupresión, la crioterapia, la termoterapia o la diatermocoagulación (también conocida como rizólisis), denervación con toxina botulínica, pueden ser alternativas a la hora de mejorar el dolor.
  • Cirugía: cuando otros tratamientos han fracasado, la cirugía suele ser la principal alternativa. Un ejemplo es la neuroestimulación medular. 

A destacar, algunas técnicas para la administración de medicamentos: 

  • Bloqueo nervioso periférico: que consiste en la administración de analgésicos y suele acompañarse con la realización de fluoroscopía o TAC.
  • Bomba de perfusión: dispositivo para la administración de medicamentos destinados al tratamiento de la presión elevada.  
  • Epidurolisis: que consiste en inyectar fármacos mediante un catéter para liberar a los nervios de las adherencias que causan el dolor. 
  • Epiduroplastia: con la que se introduce un catéter en la columna vertebral para tratar el dolor lumbar crónico.
  • Infiltración epidural e infiltraciones articulares: inyección de analgésicos en la zona afectada. 
  • Orthokine: con la que se extrae la sangre del paciente para manipularla y reintroducirla después.

 

¿Qué especialista trata el dolor?

El o los especialistas encargados de abordar y tratar el dolor son los especialistas en Unidad del Dolor. Cabe destacar que, en este caso, una unidad del dolor es una organización compuesta por profesionales que ofrecen asistencia multidisciplinar para atender y aliviar la sintomatología del paciente.

En el caso de que el problema necesite ser reparado quirúrgicamente, un Cirujano General participará en el proceso. Si el problema se sitúa en el aparato digestivo, tendrá que ser evaluado también por un especialista en Aparato Digestivo.

Existen diversas formas de tratar el dolor, la Acupuntura se presenta también como una alternativa válida para tratar algunos tipos de dolor.

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