Cirugía de la arteria renal

¿Qué es la cirugía de la arteria renal?

Se entiende por cirugía de la arteria renal la intervención quirúrgica encargada de restablecer el flujo sanguíneo de los riñones en los pacientes con estenosis de la arteria renal. La estenosis de la arteria renal es una disfunción que reduce dicho flujo sanguíneo a causa de la oclusión de la arteria renal. Mediante la operación, se consigue una estabilización de la hipertensión secundaria del paciente y un mejor control de su funcionalidad renal para restablecer la circulación normal del riñón. De este modo, se evita su pérdida total o la derivación a tratamientos con diálisis. Para asegurarse el éxito de la operación y la rápida recuperación del paciente, debe valorarse cuidadosamente su historial médico (sobre todo si padece diabetes, obesidad o cardiopatías) con el objetivo de evitar que pueda desarrollar graves complicaciones.

 

¿Por qué se realiza?

El objetivo es lograr un mejor control de la hipertensión y los efectos que puedan causas sobre el organismo. De esta forma, se busca evitar el deterioro de la función renal que podría acarrear diálisis o, en los peores casos la pérdida total de su funcionalidad.

El especialista intentará lograr un mejor control de la función renal y así lograr que el paciente pueda tener una circulación normal del riñón.

 

¿En qué consiste?

La cirugía se hace con anestesia general. Se realiza una incisión abdominal a través de la cual se restablece la circulación del riñón, mediante una técnica quirúrgica. Esta intervención puede requerir el ingreso en la UCI y una transfusión sanguínea. 

Una vez se ha realizado la cirugía, se restablecerá el flujo sanguíneo normal del riñón y se estabilizará la hipertensión.

Hay situaciones inesperadas que se pueden dar durante la intervención que pueden hacer variar el procedimiento previsto.

 

Preparación para la cirugía de la arteria renal

En primer lugar, para la preparación de la cirugía, se realizarán diferentes exámenes al paciente, como análisis de sangre o para evaluar su estado de salud general.

El historial médico del paciente también es fundamental para el doctor especialista, así como si padece otras enfermedades como diabetes, obesidad o cardiopatías, entre otros. Estas patologías podrían complicar la intervención, por lo que es muy importante tenerlas en cuenta.

 

Cuidados tras la intervención

Tras la intervención se debe acudir al especialista para que haga una serie de revisiones periódicas. El médico recomendará diversos cuidados a seguir, ya que es importante que el paciente siga cuidado su salud para evitar complicaciones.

El paciente deberá seguir una dieta saludable y balanceada, que le ayudará a recuperarse de la intervención, además de realizar un mínimo de actividad física diaria y evitar sustancias perjudiciales como el alcohol y el tabaco.

 

Alternativas a este tratamiento

En la actualidad la cirugía es la mejor opción en estos casos, ya que el tratamiento médico puede no controlar de forma correcta la hipertensión ni evitar el deterioro de la función renal.

En cualquier caso, el médico especialista evaluará de forma personalizada cada caso concreto.

26-02-2024
Top Doctors

Cirugía de la arteria renal

Dr. Rafael Gómez Medialdea - Angiología y Cirugía vascular

Creado el: 13-11-2012

Editado el: 26-02-2024

Editado por: Yoel Domínguez

¿Qué es la cirugía de la arteria renal?

Se entiende por cirugía de la arteria renal la intervención quirúrgica encargada de restablecer el flujo sanguíneo de los riñones en los pacientes con estenosis de la arteria renal. La estenosis de la arteria renal es una disfunción que reduce dicho flujo sanguíneo a causa de la oclusión de la arteria renal. Mediante la operación, se consigue una estabilización de la hipertensión secundaria del paciente y un mejor control de su funcionalidad renal para restablecer la circulación normal del riñón. De este modo, se evita su pérdida total o la derivación a tratamientos con diálisis. Para asegurarse el éxito de la operación y la rápida recuperación del paciente, debe valorarse cuidadosamente su historial médico (sobre todo si padece diabetes, obesidad o cardiopatías) con el objetivo de evitar que pueda desarrollar graves complicaciones.

 

¿Por qué se realiza?

El objetivo es lograr un mejor control de la hipertensión y los efectos que puedan causas sobre el organismo. De esta forma, se busca evitar el deterioro de la función renal que podría acarrear diálisis o, en los peores casos la pérdida total de su funcionalidad.

El especialista intentará lograr un mejor control de la función renal y así lograr que el paciente pueda tener una circulación normal del riñón.

 

¿En qué consiste?

La cirugía se hace con anestesia general. Se realiza una incisión abdominal a través de la cual se restablece la circulación del riñón, mediante una técnica quirúrgica. Esta intervención puede requerir el ingreso en la UCI y una transfusión sanguínea. 

Una vez se ha realizado la cirugía, se restablecerá el flujo sanguíneo normal del riñón y se estabilizará la hipertensión.

Hay situaciones inesperadas que se pueden dar durante la intervención que pueden hacer variar el procedimiento previsto.

 

Preparación para la cirugía de la arteria renal

En primer lugar, para la preparación de la cirugía, se realizarán diferentes exámenes al paciente, como análisis de sangre o para evaluar su estado de salud general.

El historial médico del paciente también es fundamental para el doctor especialista, así como si padece otras enfermedades como diabetes, obesidad o cardiopatías, entre otros. Estas patologías podrían complicar la intervención, por lo que es muy importante tenerlas en cuenta.

 

Cuidados tras la intervención

Tras la intervención se debe acudir al especialista para que haga una serie de revisiones periódicas. El médico recomendará diversos cuidados a seguir, ya que es importante que el paciente siga cuidado su salud para evitar complicaciones.

El paciente deberá seguir una dieta saludable y balanceada, que le ayudará a recuperarse de la intervención, además de realizar un mínimo de actividad física diaria y evitar sustancias perjudiciales como el alcohol y el tabaco.

 

Alternativas a este tratamiento

En la actualidad la cirugía es la mejor opción en estos casos, ya que el tratamiento médico puede no controlar de forma correcta la hipertensión ni evitar el deterioro de la función renal.

En cualquier caso, el médico especialista evaluará de forma personalizada cada caso concreto.

Este sitio web utiliza Cookies propias y de terceros para recopilar información con la finalidad de mejorar nuestros servicios, para mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, así como analizar sus hábitos de navegación. El usuario tiene la posibilidad de configurar sus preferencias AQUI.