Día Mundial contra la Obesidad

Este 4 de marzo se celebra el Día Mundial contra la Obesidad con el objetivo de concienciar a la población sobre la importancia de prevenir esta enfermedad que, en las últimas décadas, ha alcanzado proporciones epidémicas, según la Organización Mundial de la Salud.

Según los datos ofrecidos por la World Obesity Day, en la actualidad, aproximadamente 800 millones de personas en el mundo viven con obesidad y se estima que la obesidad infantil aumentará en un 60% en la próxima década, llegando a los 250 millones en el año 2030.

La obesidad es una enfermedad multifactorial, de manera que su tratamiento debe ser abordado de forma multidisciplinar. Por este motivo, es fundamental que los profesionales de la salud cuenten con los recursos adecuados para abordar las causas de esta enfermedad.

La obesidad: una de las enfermedades más prevalentes y menos diagnosticadas

La obesidad es una de las enfermedades que tiene un crecimiento más rápido, de manera que es de las más prevalentes y, sin embargo, menos diagnosticadas. Esta enfermedad se da por una acumulación excesiva de grasa, algo que puede ser perjudicial para la salud, porque aumenta el desarrollo de enfermedades crónicas, metabólicas, mentales, musculares y cardiovasculares, entre muchas otras. En consecuencia, reduce la calidad de vida de quien la padece.

En el siguiente vídeo, el Dr. Rull Lluch, especialista en Cirugía general, explica más detalladamente qué es la obesidad.

¿Por qué la obesidad afecta más a las mujeres?

Cuando se habla de obesidad, las mujeres constituyen un sector de la población especialmente vulnerable.

Esto se debe al hecho de que éstas tienen más porcentaje de grasa corporal que los hombres. De hecho, los sistemas de almacenamiento de grasa son más potentes en las mujeres. Y además, la menopausia es una etapa de la vida de la mujer que afecta a la masa muscular, ya que se genera una pérdida de ésta, aumentando la masa grasa.

¿Cuáles son los factores que la causan?

La obesidad es una enfermedad muy compleja y multifactorial, de manera que tiene causas diversas. Entre las causas más destacadas, se encuentran las siguientes:

  • Una mala alimentación: en los últimos años, con la aparición de la comida rápida y las bebidas con un elevado contenido calórico, existe una tendencia a nivel mundial a comer alimentos ricos en grasa, sal y azúcares.
  • Inactividad y falta de ejercicio físico: muchas personas siguen un estilo de vida sedentario debido a la automatización de las actividades laborales y de los medios de transporte modernos, que influyen negativamente en la práctica de ejercicio físico.
  • Enfermedades genéticas hereditarias: existen algunos estudios genéticos mediante los cuáles se ha demostrado que la obesidad puede ser hereditaria.
  • La edad es uno de los factores del aumento de la obesidad, porque a medida que las personas envejecen, los cambios hormonales y un estilo de vida menos activo contribuyen a la aparición de esta enfermedad.
  • Factores socioculturales: la obesidad está relacionada con un menor nivel de estudios, porque éste influye en el nivel de ingresos, de manera que tiene repercusiones en la adquisición de alimentos saludables.
  • Ciertos medicamentos: hay algunos fármacos que pueden ser un factor de causa de la obesidad, entre los que destacan los antidepresivos, antipsicóticos y medicamentos para la diabetes.

Las repercusiones de la obesidad para la salud de las personas

Como explica el Dr. Daniel Cabo, especialista en Endocrinología, en su artículo “Las repercusiones de la obesidad en la salud“, existen una serie de repercusiones para los pacientes que tienen un exceso de peso, entre las cuáles destacan las siguientes:

  • La obesidad incrementa el riesgo cardiovascular debido a un mayor riesgo de hipertensión, colesterol, diabetes y cardiopatías específicas del exceso de peso que hacen que el corazón, cerebro, riñón y vascularización sufran más.
  • El exceso de peso se ha asociado a múltiples tipos de cáncer.
  • Existe una relación directa entre la obesidad y un aumento del riesgo de artropatías como artrosis, hernias discales y fracturas vertebrales.
  • La obesidad produce un mayor riesgo de disfunción orgánica, como hígado graso y cirrosis hepática, litiasis biliar, reflujo gastroesofágico y esofagitis, irregularidades menstruales y baja testosterona, baja fertilidad, hirsutismo y acné, glomeruloesclerosis renal, litiasis renal, incontinencia urinaria, apneas del sueño, infecciones, túnel carpiano, insuficiencia venosa y varices.
  • Existe un mayor riesgo de alteraciones psicológicas, como la baja autoestima, depresión y ansiedad.
  • El exceso de peso se asocia también a las alteraciones familiares y sociales, como pueden ser la dificultad para conseguir trabajo o pareja, mayor gasto económico en asistencia sanitaria, absentismo laboral y dificultad para mantener el puesto de trabajo, discriminación social, disminución ingresos económicos y aumento de los gastos, disminución del status social.

En este sentido, es muy importante modificar las tendencias de prevalencia de obesidad en el momento actual, sobre todo las conductas alimentarias infantiles, que serán los adultos del futuro.

La importancia de la prevención y tratamiento de la obesidad infantil

Aproximadamente, las tasas de obesidad infantil se duplican cada diez años. Según la OMS, los niños que sufren obesidad en la infancia suelen seguir con obesidad en la edad adulta, con el riesgo añadido de sufrir enfermedades como la diabetes y las enfermedades cardiovasculares. Por este motivo, la prevención y el tratamiento de la obesidad en edades tempranas es fundamental para detener el aumento global de la obesidad.

Además, la obesidad infantil puede tener consecuencias graves, porque afecta profundamente a la salud física y social de los niños, así como a su autoestima y bienestar emocional. De hecho, está relacionado con un bajo rendimiento académico y una menor calidad de vida. En este sentido, la nutrición, la actividad física y la atención médica tienen un papel muy importante para prevenir y tratar la obesidad en los niños.

Para prevenir la obesidad, el Dr. Daniel Cabo, ofrece una serie de pautas, como las siguientes:

  • Seguir una dieta saludable y una actividad física regular durante el embarazo, para disminuir el riesgo de obesidad en el niño.
  • Practicar actividad física de forma regular.
  • Seguir una dieta saludable desde el nacimiento.

Seguir este estilo de vida permite mejorar la supervivencia y calidad de vida de las personas para que no haya riesgos de salud en ningún momento.

¿Hay alguna relación entre obesidad y COVID-19?

Las personas que viven con obesidad tienen el doble de probabilidades de ser hospitalizadas por COVID-19. La obesidad aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias, alteraciones inmunológicas, cardiovasculares, diabetes y cáncer. Por este motivo, esta enfermedad es un factor de riesgo en personas con COVID-19.

Precisamente, se ha demostrado que las personas con COVID-19 que sufren patologías previas o crónicas, como este tipo de enfermedades citadas anteriormente, son las que tienen un mayor riesgo de sufrir el COVID-19 de forma más grave.

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