Controlar el peso no es suficiente: la importancia de la composición corporal
Escrito por:El peso es un parámetro que proporciona información antropométrica sobre una persona, pero no determina si realmente se encuentra en una condición física óptima o no.
Ni tan solo el IMC (Índice de Masa Corporal), que relaciona el peso con la estatura, sería suficiente. Dos personas con la misma estatura y peso pueden presentar el mismo valor de IMC con una condición física muy distinta, como puede verse en la siguiente imagen:
¿Cuál es la diferencia entre las figuras A y B? La composición corporal. Mientras que en la figura A se observa un exceso de grasa, la figura B muestra un buen desarrollo de su masa muscular.
¿En qué consiste el estudio de la composición corporal?
El estudio de la composición corporal se basa en la cuantificación de los componentes corporales, la relación entre ellos y las variaciones cuantitativas de los mismos en relación a diversos factores. El modelo más básico para el análisis de la composición corporal es el bicompartimental, que considera el organismo como formado por dos compartimentos: la masa grasa y la masa libre de grasa o masa magra.
Uno de los métodos más precisos para realizar análisis de la composición corporal es la bioimpedancia segmental directa. La bioimpedancia es la capacidad de los tejidos de presentar una resistencia al paso de la corriente eléctrica, que depende de la concentración de agua y de su dimensión. El análisis determina la cantidad y proporción de cuatro elementos: agua, proteínas, minerales y grasa. Mediante esta tecnología se consiguen valores de alta precisión y fiabilidad, y se obtiene información detallada por segmentos anatómicos.
¿Cuál es la importancia de la composición corporal?
Determinar la composición corporal resulta importante no sólo por sus implicaciones estéticas, sino especialmente por su incidencia en la salud. Un exceso de masa grasa se relaciona con problemas cardiovasculares y metabólicos, como la diabetes o la dislipidemia. Uno de los parámetros que más correlaciona con el riesgo cardiovascular es el nivel de grasa visceral. Con los equipos actuales de bioimpedancia se evalúa de forma específica este parámetro y, por lo tanto, se puede valorar el riesgo y aplicar las medidas necesarias para disminuirlo.
En pacientes obesos o con sobrepeso sometidos a dietas para la reducción ponderal es necesario realizar un seguimiento de la composición corporal y asegurar que la reducción correlaciona con la pérdida de grasa y no se produce pérdida de masa muscular. En los programas de control de peso la determinación de la composición corporal y de su evolución permite al especialista en Nutrición realizar ajustes en el tratamiento, tanto en la pauta dietética como en la prescripción de ejercicio físico.
El análisis de la composición corporal también es interesante en personas que practican deporte para comprobar que el programa de entrenamiento está resultando efectivo para el desarrollo de los grupos musculares que se trabajan. En este caso, poder obtener datos de composición por segmentos corporales es especialmente útil, como también la posibilidad de valorar el efecto de los programas de recuperación de lesiones articulares.
Asimismo, el estudio de la composición corporal es de gran ayuda para evitar el deterioro músculo-esquelético que se produce con el sedentarismo, los cambios fisiológicos como la menopausia o la edad avanzada. Con el objetivo de preservar la masa muscular y mantener un sistema óseo en buenas condiciones, los resultados del análisis de composición corporal permiten aplicar medidas preventivas frente a la osteopenia, la osteoporosis o la sarcopenia.
En resumen, para establecer correctamente una estrategia nutricional personalizada y ajustada a las necesidades de cada paciente, el análisis de la composición corporal constituye una herramienta de gran valor, mucho más allá de los criterios antropométricos clásicos, como el peso o el índice de masa corporal.