El pescado, clave en una dieta saludable
Escrito por:Desde que se observó que las enfermedades cardiovasculares en los esquimales -los cuales consumían importantes cantidades de grasas de origen marino- eran sensiblemente menores que en los daneses, se han realizado numerosas investigaciones epidemiológicas que evidencian los efectos positivos de consumir ácidos grasos poliinsaturados de la serie Omega-3, especialmente los ácidos eicosapentaenoico (EPA), y docosahexaenoico (DHA). Y, además de los beneficios de estas grasas, cabe recordar que el pescado es una buena fuente de proteínas, vitaminas y minerales.
Proteínas, nutrientes esenciales para las células
El contenido proteico del pescado puede variar significativamente, oscilando entre un 10% y un 27%. Esta variación depende de la especie, la edad, la época de captura y la ubicación geográfica.
Las proteínas son esenciales, ya que constituyen el principal componente de nuestras células y desempeñan un papel vital en la formación y reparación de las estructuras corporales. Además, el pescado se diferencia de la carne de animales terrestres por ser altamente digerible y eficientemente metabolizado, con más del 80% de utilización nutritiva.
Grasas, fundamentales para nuestra salud
Las grasas presentes no solo forman parte de las membranas celulares, sino que también transportan vitaminas liposolubles y contienen ácidos grasos esenciales, aquellos que nuestro cuerpo no puede producir por sí mismo.
Los ácidos grasos omega-3, como el EPA y el DHA, presentes en el pescado, tienen efectos hipotensores, antitrombóticos y antiinflamatorios. La ingesta de pescado contribuye a equilibrar la relación entre los omega-6 y omega-3 en nuestra dieta, lo que es crucial para reducir la inflamación y promover una salud óptima.
Minerales; la importancia del selenio y el yodo
El pescado es una fuente rica en minerales esenciales, incluyendo calcio, fósforo, sodio, magnesio, hierro, zinc, cobre, selenio y especialmente yodo.
El selenio actúa como un antioxidante eficaz que potencia la actividad de la vitamina E, mientras que el yodo es un componente esencial de la hormona tiroidea.
Las especies marinas, como los moluscos y los crustáceos, son especialmente ricas en yodo, con concentraciones que pueden cubrir fácilmente nuestras necesidades diarias.
Vitaminas, cruciales para nuestra salud ósea
El pescado contiene tanto vitaminas liposolubles como hidrosolubles. El plancton marino, una parte importante de la dieta de los peces, es rico en carotenoides, que se convierten en vitamina A. Además, el pescado es la principal fuente de vitamina D en nuestra alimentación, crucial para la salud ósea y otros procesos fisiológicos. Mantener un equilibrio adecuado de estas vitaminas es esencial para garantizar una salud óptima.
El pescado y los productos marinos desempeñan un papel destacado en una dieta saludable. Es fundamental priorizar las especies más pequeñas sobre los depredadores, ya que acumulan menos metales pesados como el plomo, cadmio y mercurio. Además, se recomienda evitar los pescados de piscifactoría siempre que sea posible.
Integrar el pescado en la alimentación brinda una amplia gama de nutrientes esenciales que promueven la salud en general y pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros trastornos de salud.