Cómo evitar el estrés

Hoy en día llevamos un ritmo frenético. Las actividades diarias se suceden unas con otras, y un buen número de la población tiene la sensación de no parar.

Al margen de esto, están los factores cognitivos, es decir, la forma en la que nos tomamos las cosas: nuestra reacción frente a todo aquello que nos sucede, sea cual sea el ritmo de vida habitual, va a ser clave a la hora de vivir sin estrés.

A veces, no reparamos en los factores conductuales: nuestras conductas, nuestras elecciones, nuestro estilo de vida, que a veces puede hacer que, en el medio-largo plazo, la sensación de estrés aumente.

Estas son algunas de las claves para evitar estresarnos más de lo habitual:

• Duerme bien y las horas suficientes. Un descanso adecuado es vital para que tanto el cuerpo como la mente se recuperen y poder afrontar el día a día con vitalidad.
• Establece rutinas saludables. Haz deporte, y si no tienes tiempo, proponte caminar, subir o bajar escaleras, aprovechar cualquier trayecto para moverte.
• Come de forma saludable: frutas y verduras. Huye de alimentos ultraprocesados y del azúcar refinado.
• Cuida tus pensamientos. Date cuenta de tu diálogo interno y de lo que te dices a ti mismo acerca de las cosas que nos suceden.
• Organiza tu tiempo. No hay cosa que más sensación de descontrol provoque que la sensación de “no llegar”. Sé realista respecto al tiempo que necesitas para completar una acción concreta y ponte pausas entre tarea y tarea para evitar “ir a la carrera”.
• Desconecta. Haz actividades donde notes que experimentas emociones positivas: estas no son sólo alegría y relax sino también: el amor, la curiosidad, aprender algo, retarnos y conseguirlo, escuchar música o ayudar a alguien. Explora a ver que te hace sentir bien.
• Relativiza problemas. Aprende a pensar de tal forma que te lleve a ver siempre una solución o salida a los problemas en lugar de meterte en un bucle. Piensa: ¿Cuánto de grave es mi problema de 0 a 10? ¿Qué puedo hacer ahora mismo para salir de él?