¿Qué es el esfínter urinario artificial?

El esfínter urinario artificial es un dispositivo médico utilizado para tratar la incontinencia urinaria grave en pacientes que no responden a otros tratamientos conservadores. Este procedimiento se realiza bajo anestesia general y es llevado a cabo por un equipo especializado en Andrología.

¿Por qué se realiza?

La incontinencia urinaria puede ser un problema debilitante que afecta significativamente la calidad de vida de los pacientes.

Cuando otros métodos de tratamiento, como la terapia conductual, los medicamentos o la fisioterapia, no son efectivos, se considera la opción de un esfínter urinario artificial. Este dispositivo ayuda a controlar la micción al imitar la función del esfínter natural, permitiendo al paciente retener la orina hasta que sea el momento adecuado para vaciar la vejiga.

¿En qué consiste?

Durante el procedimiento, se realiza una pequeña incisión en el área genital para colocar el esfínter urinario artificial. Este dispositivo consta de tres componentes principales: un manguito inflable que rodea la uretra, una bomba colocada en el escroto o en el área del pubis, y un depósito de líquido que se implanta en el abdomen. El manguito se infla y desinfla mediante la bomba, lo que permite controlar el flujo de orina.

Preparación

Antes de la cirugía, es importante informar al equipo médico sobre cualquier medicamento que esté tomando el paciente, así como cualquier condición médica preexistente.

Se pueden realizar pruebas adicionales, como análisis de sangre y pruebas de imagen, para evaluar la salud general del paciente. También se pueden proporcionar instrucciones específicas sobre cómo prepararse para la cirugía, como restricciones dietéticas y recomendaciones sobre la interrupción de ciertos medicamentos.

Cuidados tras la intervención

Después de la cirugía, es fundamental seguir las indicaciones del equipo médico para garantizar una recuperación adecuada. Esto puede incluir el uso de analgésicos para controlar el dolor, mantener la zona quirúrgica limpia y seca, y evitar actividades vigorosas durante un período de tiempo determinado.

El paciente también puede requerir visitas de seguimiento para ajustar el dispositivo según sea necesario y monitorear su progreso.

Alternativas a este tratamiento

Para aquellos pacientes que no son candidatos para un esfínter urinario artificial o que deseen explorar opciones alternativas, existen otros tratamientos más avanzados disponibles. Estos pueden incluir procedimientos quirúrgicos adicionales, como la colocación de injertos o la reparación de tejidos dañados, así como terapias emergentes, como la estimulación del nervio sacro o la inyección de toxina botulínica en la vejiga.