¿Qué es la prostatitis?

La prostatitis es una inflamación de la próstata, una glándula ubicada debajo de la vejiga urinaria del hombre que ayuda a producir el semen. Es uno de los trastornos más comunes del aparato genitourinario masculino.

¿Qué síntomas presenta?

Los síntomas varían en función de si la prostatitis es causada por una bacteria o si no tiene origen bacteriano. Los síntomas más frecuentes  que pueden hacer pensar que existe una inflamación de la próstata están relacionados con trastornos urinarios.

• Sensación de ardor, escozor o picor al orinar.
• Necesidad frecuente de orinar.
• Sangre en la orina.

Además, la prostatitis puede causar fiebre y escalofríos.

En los casos de prostatitis bacteriana crónica, pueden darse otros síntomas como:

• Molestias en los testículos.
• Eyaculación dolorosa.
• Disfunción eréctil.
• Pérdida de la líbido.

Causas de la prostatitis o por qué se produce

Las causas de la prostatitis son diversas y dependen del tipo de agente patógeno que ha provocado la inflamación de la próstata. Estos agentes pueden ser de origen bacteriano o no bacteriano.

En la mayoría de los casos está causada por una infección bacteriana, ya sea crónica o aguda. Otros cuadros inflamatorios de la próstata pueden ser la prostatitis no bacteriana crónica, que produce dolor perineal o pelviano, y la prostatitis inflamatoria asintomática, donde los síntomas no son evidentes.

¿Se puede prevenir?

No todos los tipos de prostatitis se pueden prevenir. Una buena higiene personal es básica para evitar que las bacterias se extiendan a la próstata y provoquen que se inflame.

¿En qué consiste el tratamiento?

Cuando la causa es una infección, la prostatitis se trata con antibióticos durante varias semanas para eliminar las bacterias de la próstata.

Generalmente, el tratamiento durante entre cuatro y seis semanas, alargando el tiempo si fuera necesario.

En casos de prostatitis aguda puede ser que el paciente necesite ser hospitalizado y reciba los antibióticos por medio del suero.

Los especialistas recomiendan a los pacientes:

• Orinar con frecuencia.
• Tomar baños tibios para aliviar el dolor.
• Evitar alimentos picantes, alcohol y bebidas con cafeína.
• Beber entre dos y cuatro litros de agua al día.