¿Qué es la detección precoz del cáncer de mama?

La detección precoz del cáncer de mama es un procedimiento de cribado que incluye pruebas y exámenes que pueden identificar pequeñas neoplasias que aún no se han extendido a los órganos cercanos, permitiendo así tratamientos localizados y asegurando en la mayoría de los casos una curación completa.

A diferencia de la prevención primaria, en la que se adoptan comportamientos y precauciones con el fin de evitar la formación del tumor, el diagnóstico precoz, también conocido como prevención secundaria, se realiza cuando la lesión maligna ya está presente.

¿En qué consiste?

La detección precoz del cáncer de mama incluye diferentes procedimientos, entre ellos:

• Autopalpación: mantener el cuerpo controlado y realizar un autoexamen periódico de las mamas permite a la paciente conocer su anatomía y darse cuenta de cualquier posible cambio. Debido a que las mamas cambian con el ciclo menstrual, el mejor momento para realizar la autopalpación es la semana después de la menstruación. Este examen debe realizarse frente a un espejo, ejerciendo una presión delicada y uniforme con la punta de los dedos en toda la mama, incluso en las zonas más periféricas, para poder detectar cualquier nódulo. Si se encuentran uno o más nódulos aislados, una secreción del pezón o una retracción cutánea, se debe solicitar un reconocimiento médico.

• Consulta de senología: el especialista realiza una historia clínica y una exploración clínica de la mama. La consulta de senología periódica no es necesaria para las mujeres jóvenes que practican la autopalpación y puede incluir otras exploraciones como la ecografía, resonancia magnética y mamografía, que pueden proporcionar respuestas más detalladas. En caso de duda, el médico de familia o el ginecólogo derivará a la paciente a una consulta de senología.
• Mamografía: mediante el uso de dosis bajas de rayos X, es una prueba que permite detectar nódulos en la fase preclínica, es decir, cuando aún no tienen un tamaño reconocible al tacto, de manera precisa y segura.
• Ecografía: prueba muy rápida con una sonda de ultrasonido. El ultrasonido que se emite durante el uso de la sonda, que fluye sobre el tejido mamario, permite visualizar en un monitor la zona examinada y evaluar la densidad del posible nódulo. Es una prueba que se utiliza especialmente para mujeres jóvenes que tienen un seno muy denso que dificultaría la visualización de lesiones malignas a través de una mamografía.
• Resonancia magnética: esta exploración es capaz de detectar incluso nódulos muy pequeños y requiere el uso de un medio de contraste no radioactivo.
• Punción aspirativa: análisis que consiste en la extracción de células del nódulo detectado mediante una pequeña aguja que se inserta en la mama, con el fin de comprobar su naturaleza.

¿Por qué se realiza?

La detección precoz busca identificar el cáncer de mama antes de que se propague, ya que las pacientes con cáncer metastásico tienen un pronóstico menos favorable. Es una herramienta crucial para mejorar las tasas de supervivencia y facilitar tratamientos más efectivos.

Preparación para la detección precoz del cáncer de mama

La detección precoz del cáncer de mama es un conjunto de procedimientos que se realizan de forma ambulatoria y sin el uso de ningún instrumento en particular. Por esta razón, no es necesario que la paciente siga ninguna instrucción particular antes de la prueba.

¿Qué se siente durante la prueba?

En general, los procedimientos no son dolorosos y se llevan a cabo de manera rápida y eficiente. La resonancia magnética implica una breve compresión de la mama entre placas, mientras que la ecografía utiliza una sonda de ultrasonido para examinar el tejido.