Estrategias psicológicas para el control y el bienestar sexual

La eyaculación precoz puede ser una preocupación para muchos hombres y puede tener un impacto significativo en su vida sexual y emocional.

Algunas de las estrategias psicológicas que pueden ser útiles en el tratamiento de la eyaculación precoz están relacionadas con la terapia cognitivo-conductual, la terapia de pareja y la educación sexual.

Existen dos técnicas que pueden ayudar a la salud sexual: la técnica del start-stop y la técnica de compresión. La primera consiste en detener la estimulación sexual justo antes del punto de no retorno y luego reanudarla. Esto ayuda a los hombres a reconocer las sensaciones previas a la eyaculación y aprender a controlarlas. La técnica de compresión, se diferencia del start-stop porque, en este caso, se aplica presión en la base del pene cuando se acerca el orgasmo para reducir la excitación y extender el tiempo antes de la eyaculación. Por otro lado, fortalecer los músculos del suelo pélvico realizando ejercicios de Kegel puede mejorar el control eyaculatorio y ayudar a retrasar la eyaculación.

De forma simultánea, es necesario trabajar con un terapeuta para identificar pensamientos negativos o preocupaciones relacionadas con el rendimiento sexual y reemplazarlos por pensamientos más realistas y positivos, además de desarrollar estrategias para reducir la ansiedad relacionada con el desempeño sexual a través de técnicas de relajación, respiración controlada y mindfulness.

Comunicación, educación sexual y conocimiento corporal

Fomentar la comunicación abierta con la pareja es importante para reducir la presión y la ansiedad. La comprensión mutua puede disminuir la tensión y mejorar la experiencia sexual. En este sentido, se recomienda:

• Conocer la respuesta corporal: Ayudar al individuo a entender mejor su respuesta sexual y reconocer las señales previas a la eyaculación para poder controlarlas.
• Educación sobre sexualidad: Obtener información precisa sobre la sexualidad y la respuesta sexual normal puede ayudar a reducir la ansiedad y la presión relacionada con el desempeño sexual.
• Realizar ejercicios en pareja: Practicar técnicas de control eyaculatorio juntos puede fortalecer la conexión emocional y ayudar en el manejo de la eyaculación precoz.

Además, adoptar una dieta equilibrada, controlar el estrés, realizar ejercicio regularmente y evitar el consumo excesivo de alcohol y tabaco puede contribuir a la salud sexual en general.

Es esencial recordar que cada individuo es diferente, por lo que es recomendable buscar la orientación de un terapeuta sexual o un profesional de la salud mental para encontrar las estrategias más efectivas y adaptadas a cada situación específica.