¿Cómo mantener una pareja unida?

En general, cuando hablamos de relación de pareja, nos referimos a una relación consensuada, significativa y que ha tenido cierta estabilidad en el tiempo. Además, destaca el amor, unido a la intimidad física y psicológica (Caillé, 1992).

Sin embargo, un vínculo de pareja supone también contrastes y variaciones, siendo mucho más que la suma de sus partes. Es decir, la dinámica de una pareja es mucho más rica y no puede explicarse bajo una suma o interacción.

Debido a esta riqueza, y a pesar de ella, las parejas se pueden ir resintiendo, por lo que es necesario hallar modos de reconstruirlas y rehabilitarlas.

¿Cómo reconstruir una relación de pareja?

Lo principal es que la pareja comparta tiempo de calidad. Para ello, es necesario encontrar un equilibrio sano entre el tiempo individual y el tiempo compartido.

Por un lado, el tiempo individual es muy positivo y absolutamente necesario, ya que favorece la independencia, el autoconocimiento y la adquisición de experiencias. Además, cuando hacemos algunas actividades en soledad liberamos estrés, ansiedad y malestar.

Por otro lado, el tiempo en común es importante para fortalecer los vínculos, la confianza y el conocimiento del otro. Además, si no existe tiempo compartido, no existirá la intimidad necesaria entre los miembros de la pareja, en el sentido genérico, es decir, intimidad física y psicológica.

La intimidad es fundamental para que los miembros de la pareja se sientan apoyados, comprendidos, queridos y deseados. Por tanto, sin intimidad no existirá conexión emocional posible. La existencia de intimidad se manifiesta en algunos aspectos clave:

• Deseos de compartir tiempo, relaciones sociales, ocio, etc.
• Querer el bienestar del otro.
• Apoyo emocional recíproco.
• Comunicación sincera.
• Conocimiento y respeto mutuo.
• Sensación de apoyo incondicional.

La intimidad es un aspecto clave para lograr bienestar en momentos más difíciles y nos ayuda a sentirnos capaces de enfrentarnos a situaciones adversas. Este tipo de intimidad, aunque es más específica en las relaciones de pareja, también la podemos encontrar en la familia o en la amistad.
 

Ideas para potenciar la complicidad y la unión en la pareja

1. Comenzar una actividad nueva juntos: preferiblemente, debería tratarse de una actividad que ninguno de los dos miembros de la pareja haya realizado nates. De esta forma, los dos parten desde el inicio. Algunos ejemplos son: apuntarse a yoga, deportes en pareja, danza, etc.
    
2. Encontrar actividades relajantes y placenteras: es bueno asociar la relación de pareja a otras actividades diferentes a la rutina diaria y las obligaciones cotidianas. La idea es que sean actividades que puedan hacer felices a los dos miembros de la pareja. Aunque la lista podría ser infinita, algunos ejemplos son: montar a caballo, visitar museos, escribir, cocinar, coleccionar objetos, ir a un spa, etc.
    
3. Pasar tiempo al aire libre juntos: este aspecto es importante para desintoxicarnos de los escenarios cotidianos que suelen advertirnos de todas las cosas pendientes y nos traen estrés. Puede ser pasear, realizar excursiones, hacer senderismo o montar en bici.
    
4. Escapadas románticas: es positivo planear o improvisar, con cierta regularidad, fines de semanas en pareja. Suele ser de gran ayuda para reavivar el deseo y hacernos sentir más valorados por la otra persona.
    
5. Comunicación sana y abierta: es fundamental dedicarle a la otra persona el tiempo que necesite, es decir, poder centrarnos en el otro. Hablar sirve para conocerse, profundizar, compartir y aprender de la otra persona. Cuando existen problemas de comunicación, es lo primero que debemos trabajar, ya que de ella dependen todos los demás aspectos.
    
6. Disfrutar del hogar: la casa se debe sentir como un espacio de descanso y de seguridad, pero también de disfrute.

Si bien no existen recetas mágicas que nos digan cómo podemos mantener una relación de pareja unida, sabemos que el tiempo de calidad en común es fundamental, así como estar pendientes de las necesidades de la otra persona y de las nuestras.

Existen algunos casos, principalmente en aquellos en los que falla la comunicación, en los que puede ser necesario acudir a consulta con un especialista en Psicología experto en terapia de pareja para poder reconstruir el vínculo con la otra persona.