Cardiología preventiva: prevención y detección precoz

¿Qué es la Cardiología preventiva?

La cardiología preventiva es un enfoque de la cardiología donde no solo tratamos a pacientes que padecen enfermedades cardiovasculares, que podrían producir discapacidades, sino también ponemos todos nuestros esfuerzos en evitar que lleguen a desarrollarlas.

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de mortalidad a nivel mundial y es por ello que los especialistas en cardiología nos hemos volcado a intentar prevenir el desarrollo de las mismas actuando en todos sus niveles para evitar futuras discapacidades. Así, por ejemplo, tenemos en un primer escalón a la prevención primordial en pacientes sanos sin factores de riesgo promoviendo hábitos saludables como una alimentación equilibrada y ejercicio físico, además de educar a los pacientes en la reducción de hábitos nocivos como el consumo de tóxicos o los excedentes de sal o azúcares refinados en las comidas. Posteriormente, en el siguiente escalón tenemos la prevención primaria que se ejerce en aquellos pacientes que poseen uno o más factores de riesgo, como la hipertensión o el colesterol y lo que hacemos es controlar que sus factores de riesgo no progresen a enfermedades cardiovasculares más serias, como las cardiopatías isquémicas o los ictus. Cuando estás enfermedades aparecen, entramos en la prevención secundaria, la cual consiste en evitar la progresión o la recurrencia de estas afecciones y evitar la discapacidad. Finalmente, existe la prevención terciaria la cual se centra en intentar rehabilitar o readaptar al paciente cuando, ya una enfermedad le ha causado discapacidad.

¿A qué pacientes se recomienda aplicar la Cardiología preventiva?

¡A todos! La promoción de la salud como parte de una estrategia de prevención primordial se debería realizar a nivel comunitario, aunque sean poblaciones sanas para evitar la desinformación y la práctica de hábitos tóxicos o peligrosos.

Aquellos pacientes que padecen factores de riesgo cardiovascular como lo son la hipertensión, la diabetes, el colesterol alto o el tabaquismo son, principalmente, nuestro público objetivo en el cual el beneficio será más notorio y en quienes nos urge intervenir para evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares establecidas.

¿Cuáles son los principales objetivos para la Cardiología preventiva?

• Preservar la función y autonomía del individuo.
• Evitar las discapacidades a toda costa.
• Evitar el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, retrasar su aparición o disminuir su impacto en la calidad de vida del paciente.

¿Cómo se aplica la Cardiología preventiva?

Conociendo la incidencia de las enfermedades cardiovasculares según los grupos de edad se pueden establecer estrategias para poder proceder a una intervención y detección precoz de los factores de riesgo cardiovascular.

Por ejemplo, sabemos que a partir de los 35 años los varones tienen riesgo de padecer cardiopatía isquémica siendo muy rara a esta edad, pero que suele aparecer posteriormente sobre los 45 años con más frecuencia. Si planteamos chequeos cardiológicos a partir de los 35 años podremos detectar a los pacientes en riesgo y educarlos o tratarlos para evitar el desarrollo de estas patologías.

A nivel primordial deberíamos poder intervenir en las escuelas y en medios de comunicación para trasmitir información relevante y apropiada fomentando un estilo de vida saludable y desaconsejando tendencias tóxicas como el excesivo uso de sal (muchas veces con fines cosméticos de decoración en los platos) que podrían acarrear costumbres que nos llevarán a desarrollar hipertensión precoz en un futuro.