Podoposturología: el pie y la pisada influyen en la postura

La posturología es una disciplina médica que trata las patologías que afectan a la postura. No obstante, es importante aclarar la diferencia entre postura y posición. La posición es estática, es la disposición adquirida de nuestro cuerpo en un determinado momento, lo que significa que, por ejemplo, si estoy sentado/a de brazos cruzados, esa es mi posición. En cambio, la postura es dinámica, es la respuesta que da nuestro sistema nervioso central a la información recibida por nuestros captores, tanto externos como internos (ojos, boca, vísceras y pies). De ahí que cuando estamos de pie nunca estemos a pie parado, sino que somos un péndulo invertido.

¿Qué ocurre cuando los captores dan información errónea al sistema musculoesquelético?

Una vez recibida la información por parte de los captores (ojos, boca, vísceras y pies), el sistema nervioso central capta la información y traslada una respuesta que se traduce en el sistema musculoesquelético.

Si alguno de los captores falla, la respuesta elaborada será incorrecta, lo que produce distintas patologías, tales como cefalea, dolores musculoesqueléticos, inestabilidades, escoliosis, dismetrías funcionales, etc. Incluso hay estudios que lo relacionan con algunos tipos de depresión.

Estudio postural para corregir defectos que pueden interferir en la postura

La posturología es una ciencia multidisciplinar, de manera que intervienen muchos especialistas: podoposturólogos (desde la Podología), fisioposturólogos, odontoposturólogos y optometristas comportamentales. Una vez se realice el estudio postural adaptado a las necesidades del paciente, intervendrá el profesional adecuado.

El estudio postural consiste en una anamnesis completa donde se valoran todos los captores y elementos que puedan interferir y condicionar la postura (cicatrices, piercings, tatuajes, accidentes de tráfico, caídas, enfermedades orgánicas…). A posteriori se diseñará un plan de tratamiento donde se aborde todo lo necesario.

En la mayoría de casos son pacientes que han visitado ya a muchos especialistas, sin éxito, para su patología. Y esto ocurre simplemente porque es una patología postural no identificada como tal. Suelen ser pacientes que se caen o tropiezan con frecuencia, y los padres definen en el caso de los niños como “torpes” o “despistados”.

¿Qué beneficios aportarán los tratamientos de podoposturología?

La podoposturología es la evaluación de la influencia del pie en la postura, algo que se trata con plantillas posturales. Y es que el pie juega un papel muy importante en la postura, siendo una entrada de información grande y, si en el paciente falla, influirá en el resto de captores, y viceversa.

El tratamiento de podoposturología es un tratamiento muy beneficioso, ya que no solamente desaparecen o disminuyen los síntomas, sino que también se evitan patologías futuras que, en caso de no tratarse, terminarán apareciendo.

Los podólogos pueden empezar a tratar a las niñas a partir de los 5 años, y a los niños a partir de los 6, siempre haciendo saber a los padres que le sistema nervioso central no termina de formarse hasta los 8 años, más o menos, por lo que es esperar hasta esa edad, si la patología lo permite. Si el niño tiene una patología muy importante, a partir de los 2 años pueden empezarse a valorar los bebés, pero en este caso se trabajan los reflejos primitivos, que tienen mucho que ver con la postura, y así evitar patologías futuras.

Es muy importante comprender que en nuestro cuerpo existen distribuidores de movimiento y líneas de fuerza que van desde los pies a la cabeza, por eso estamos conectados: somos un todo, y “todo influye en todo”.