Lentes ICL: solución para la miopía, astigmatismo e hipermetropía en 10 minutos
Written by:Las lentes ICL son útiles para el tratamiento de cualquier defecto de refracción, aunque con ciertos límites. Se pueden tratar hasta 18 dioptrías de miopía, 10 dioptrías de hipermetropía y 6 dioptrías de astigmatismo.
Actualmente, se están probando las lentes ICL para corregir la presbicia, pero aún no existe evidencia suficiente como para recomendarla.
miopía, astigmatismo e hipermetropía
Diferencias entre las lentes ICL y el láser
La cirugía con lentes ICL se disputa las indicaciones por parte de los especialistas en Oftalmología con el tratamiento láser LASIK o PRK. Estas técnicas se pueden utilizar en casos de defectos de graduación bajos, siempre y cuando la córnea sea regular y no tenga alteraciones en su grosor.
Existen tres diferencias fundamentales entre las lentes ICL y el tratamiento con láser:
- La cirugía con lentes ICL es un procedimiento reversible y el láser no. Si existe algún problema o el paciente no está satisfecho, se pueden explantar las lentes.
- La cirugía con láser produce mayor ojo seco postoperatorio que las lentes ICL.
- La cirugía con láser no tiene un rango dióptrico de corrección tan amplio como tenemos con las lentes ICL.
- Las lentes ICL son un procedimiento intraocular mientras que la cirugía láser es de superficie.
¿En qué consiste la cirugía para la implantación de ICL?
La operación se trata del implante de una lente dentro del ojo mediante una incisión de 3mm. La lente va colocada entre la cara anterior del cristalino y la cara posterior del iris, de tal forma que no es visible para el paciente ni para el resto de gente.
Es un procedimiento que se realiza con anestesia local y que dura un máximo de 10 minutos.
¿Cómo son los resultados?
Los resultados con lentes ICL son verdaderamente espectaculares. Los pacientes empiezan a ver bien desde la misma tarde de la cirugía y pueden hacer vida normal relativamente rápido.
La durabilidad de la cirugía dependerá de la edad a la que se haya hecho la intervención. En general, decimos que los efectos se mantienen entre 15 y 20 años. Cuando aparece la vista cansada, alrededor de los 45 años, todos los pacientes necesitan usar gafas de cerca.
Estas lentes están hechas de un material muy biocompatible con el ojo con lo que no existe el riesgo de rechazo.
