Guía esencial: todo lo que necesitas saber sobre la hiperplasia benigna de próstata

La hiperplasia benigna de próstata puede producir lo que conocemos como síntomas del tracto urinario inferior (STUI).  El crecimiento de esta glándula en la base de la vejiga suele producir dos tipos de síntomas:

• Síntomas de vaciado.
• Síntomas de llenado.

Los síntomas de vaciado se refieren a aquellos que se producen durante el acto de la micción.  La micción entrecortada, el chorro débil o el goteo postmiccional son los más típicos. Se pueden resumir en “la taza del váter cada vez me queda más lejos”.

 Los síntomas de llenado, en cambio, se refieren a los que se producen mientras nuestra vejiga se llena. La urgencia miccional, los escapes o la sensación de micción incompleta son los más típicos. Se pueden resumir en “allí donde voy, lo primero en que me fijo es donde está el baño”.

Estos síntomas pueden afectar la calidad de vida de los hombres de diversas maneras, la necesidad frecuente de orinar, especialmente durante la noche, puede interrumpir el sueño, lo que lleva a la fatiga y afectando el bienestar general. Por otro lado, la dificultad para orinar puede generar estrés y ansiedad, y en casos más graves, la HBP puede llevar a complicaciones como infecciones del tracto urinario o problemas en la vejiga y los riñones.

¿Cuáles son los factores de riesgo asociados con el desarrollo de la hiperplasia benigna de próstata?

Como glándula que es, la próstata tiene tendencia a crecer. Todos los hombres tenemos próstata y por ello todos estamos expuestos a un crecimiento exponencial, que está condicionado a las hormonas como la testosterona.

El factor de riesgo principal para el desarrollo de la HBP es la edad, sobre todo a partir de 50 años. Existe cierta predisposición familiar, así como mayor tendencia de sufrir HBP con sintomatología grave en hombres de raza negra, aunque esto puede variar en función de la población estudiada.

La obesidad, la diabetes mellitus y el estilo de vida son factores reconocidos asociados a la sintomatología del tracto urinario bajo, aunque, no necesariamente están asociadas a la hiperplasia benigna de próstata.

¿Cuáles son las opciones de tratamiento disponibles para la hiperplasia benigna de próstata?

La sintomatología leve puede ser tratada mediante cambios del estilo de vida o bien con medicación. En cambio, la sintomatología grave puede condicionar la necesidad de un tratamiento quirúrgico. El tratamiento de la HBP depende en gran medida de 3 factores:

• La sintomatología que presente el paciente.
• La presencia de complicaciones asociadas a la HBP.
• Las expectativas a nivel sexual del paciente.

La presencia de complicaciones asociadas, tales como la retención urinaria crónica o la presencia de piedras en la vejiga, hacen necesario el tratamiento quirúrgico para su resolución.

Las expectativas a nivel sexual son básicas en la decisión terapéutica. El tratamiento médico puede causar una disminución de la lívido o deseo sexual. El tratamiento quirúrgico, aunque no afecta a las erecciones o incluso las puede mejorar, en muchos casos afectará a la capacidad de eyacular del paciente (eyaculación retrógrada o orgasmo seco).

El tratamiento quirúrgico incluye desde opciones poco invasivas como la enucleación prostática con láser holmio, la resección transuretral o técnicas ablativas como Rezum, hasta opciones más invasivas como la adenomectomía abierta o con robot Da Vinci, solo reservadas para casos de próstatas de gran tamaño.

¿Cómo afecta la hiperplasia benigna de próstata a la función sexual y qué medidas se pueden tomar para abordar estos aspectos durante el tratamiento?

La HBP por sí sola no produce disfunción sexual, pero muchas veces se acompaña de ella debido a que comparten factores de riesgo, tales como la edad o el estilo de vida. Como hemos comentado, el uso de fármacos para aliviar los síntomas urinarios puede afectar al deseo sexual y también a la eyaculación.

En general, el tratamiento quirúrgico, aunque puede producir el famoso orgasmo seco, suele tener mejores resultados a nivel sexual a largo plazo porque el paciente tiene menos síntomas urinarios y experimenta más seguridad durante el acto sexual. La comunicación con el médico especialista en Urología suele ser la mejor herramienta para abordar la disfunción sexual en el contexto de la HBP.

¿Existen cambios en el estilo de vida y la dieta que pueden ayudar a gestionar los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata de manera efectiva?

Los síntomas de llenado (urgencia miccional, sensación de vaciado incompleto, incontinencia de urgencia) suelen ser los que más mejoran con cambios en el estilo de vida.

Evitar la ingesta de bebidas alcohólicas o estimulantes, o ajustar la cantidad ingerida en aquellas horas que no deseemos acudir al baño tan frecuentemente, es una forma muy sencilla de mejorar los síntomas sin necesidad de medicación. De la misma forma, la ingesta de alimentos picantes puede causar estos síntomas.  

La obesidad acostumbra a ser un factor muy relacionado con la urgencia miccional y también con los escapes urinarios. Por lo general, una dieta saludable y la práctica regular de ejercicio físico se relacionan con menores síntomas urinarios.