Destapando mitos de la abdominoplastia

La cirugía del abdomen o abdominoplastia es una de las cirugías más demandadas en España junto al aumento de pecho, la liposucción y la rinoplastia. No obstante, el gran público desconoce en qué consiste: ¿puede perderse el ombligo?, ¿quedan grandes cicatrices?, ¿Sirve en casos de obesidad?

El Dr. Orestes Fernández, del Instituto de Benito, pionero en su práctica, aclara todas las dudas y falsas creencias que existen alrededor de esta intervención.

¿Es la mejor intervención para pacientes con sobrepeso?

Es un mito, ya que primero, antes de practicarla, se debe perder peso, ya que la abdominoplastia va encaminada a eliminar el exceso de piel de la pared abdominal. Es decir, esta cirugía está indicada para aquellas personas en buena forma, pero con la piel flácida, músculos debilitados o un exceso de grasa abdominal que no se corrige ni con dieta ni ejercicio. Aunque a veces se pueden perder algunos kilos, no se trata de un procedimiento para perder peso.

¿Después del parto quiero realizarme una abdominoplastia lo antes posible?

Es un mito. Es cierto que esta intervención es una de las cirugías más demandadas por mujeres que han sido madres para recuperar su figura, ya que la piel no vuelve a su posición original tras el parto. Pero no puede ser inmediata, pues se debe esperar entre 8 y 10 meses después de dar a luz para valorar esta solución. Ese es el tiempo necesario para la normalización de las estructuras internas y los cambios hormonales, así como la recuperación del peso ideal.

¿La cicatriz siempre estará ahí?

Esto es verdad y también mito. Siempre que se hable de cirugía quedan cicatrices. Por tanto, por un lado es cierto que la cicatriz abdominal nunca desaparecerá, pero no tiene por qué ser un problema. Su aspecto dependerá de factores internos, como la genética o la extensión de la flacidez corregida, y de factores externos como el material de sutura, el buen afrontamiento de los bordes, los cuidados, etc. Además, con el fin de mejorarla, utilizamos láminas y geles de silicona o aparatología si fuera necesaria.

Entonces, al cabo de seis meses empieza a aplanarse la zona y la cicatriz no será visible, ya que se podrá ocultar con ropa interior o bikini e irá mejorando cada vez más. Esto también es aplicable a pacientes que presenten estigmas queloides.

¿Podría perder el ombligo tras la abdominoplastia?

Es un mito. El Dr. Orestes Fernández lo deja claro: “Es imprescindible conservar el ombligo, eso sí, quedará rodeado de una piel nueva y con mejor estética”. La forma también cambiará, pero en ningún caso se puede eliminar este elemento de nuestro abdomen.

¿En menos de un mes podré recuperar la normalidad?

Es cierto que la abdominoplastia, como otras cirugías estéticas, requiere de un postoperatorio, en el que influye mucho el estado físico previo. Aunque, en términos generales, no suele llegar a las cuatro semanas.

Los drenajes de aspiración se retiran al día siguiente. Posteriormente, durante al menos 3 semanas, se tiene que llevar un estilo de vida moderado, evitando el ejercicio físico, las saunas y la exposición solar. A partir de la segunda semana, según la evolución, también se puede volver al trabajo, también en función de la actividad que se realice y la evolución de cada paciente.

La faja de protección se debe mantener durante un mes, aunque se puede sustituir por otras prendas si la evolución es buena. Además, es importante que se practiquen drenajes linfáticos una o dos veces a la semana durante los dos meses posteriores a la operación.

¿Es ideal para acabar con todas las estrías del abdomen?

Esto es verdad y también mito. La cirugía del abdomen no es un procedimiento creado para abordar directamente las estrías. Sin embargo, tras practicarla se puede notar una mejoría en este sentido. Dado que se estira toda la piel de la zona, se logran eliminar las estrías que quedan por debajo del ombligo, mientras que las que se sitúan por encima se disimulan bastante.

¿La grasa que me extraerán del abdomen, la podrán colocar en los glúteos?

Es un mito. La lipotransferencia de una zona a otra del cuerpo solo se puede realizar con la grasa extraída mediante el método de liposucción. Lo que sí se hace frecuentemente es asociar la abdominoplastia a una liposucción para lograr una mayor armonía general.

Protocolo: ¿en qué consiste?

La abdominoplastia o cirugía del abdomen es un procedimiento con el cual se elimina el exceso de piel y grasa de esta zona. Los candidatos son aquellas personas que acumulan grasa o presentan exceso de piel en el abdomen. También aquellos que por la edad presentan ya obesidad moderada.

Durante la intervención se tensan los músculos abdominales y se elimina la grasa y la piel sobrante, consiguiendo un vientre más firme y plano, con una cintura más estrecha. Se realiza con anestesia y requiere un día de hospitalización. Los resultados son duraderos en años, siempre que la paciente siga con hábitos saludables tanto en actividad y alimentación.