Crisis de pánico: comprendiendo y gestionando la ansiedad
Written in association with:Una crisis de pánico, también conocida como ataque de pánico, es un episodio repentino de miedo intenso que desencadena severas reacciones físicas cuando no hay un peligro real o una causa aparente.
Las crisis de pánico pueden ser aterradoras y cuando ocurren, uno puede sentir que está perdiendo el control, teniendo un ataque al corazón o incluso muriendo.
¿Cuáles son los síntomas de una crisis de pánico?
Los síntomas de una crisis de pánico suelen aparecer de repente y sin previo aviso. Pueden incluir:
- Palpitaciones o taquicardia.
- Sudoración.
- Temblor.
- Sensación de falta de aire o asfixia.
- Sensación de ahogo.
- Dolor o malestar en el pecho.
- Náuseas o malestar abdominal.
- Mareo, inestabilidad o sensación de desmayo.
- Escalofríos o sensación de calor.
- Sensación de hormigueo o entumecimiento.
- Desrealización (sensación de irrealidad) o despersonalización (sentirse separado de uno mismo).
- Miedo a perder el control o “volverse loco”.
- Miedo a morir.
¿Qué causa una crisis de pánico?
Las causas exactas de las crisis de pánico no están completamente comprendidas, pero una combinación de factores puede influir, tales como:
- Genética: la predisposición genética puede jugar un papel importante.
- Estrés: situaciones estresantes, como la pérdida de un ser querido, problemas laborales o situaciones financieras difíciles, pueden desencadenar una crisis.
- Cambios en el cerebro: alteraciones en la función cerebral y los neurotransmisores pueden contribuir.
- Experiencias traumáticas: vivir eventos traumáticos o altamente estresantes.
- Factores ambientales: situaciones o lugares que el cerebro ha asociado con pánico debido a experiencias pasadas.
¿Cómo se diagnostica una crisis de pánico?
El diagnóstico de una crisis de pánico se basa en los síntomas reportados y en un examen médico para descartar otras causas posibles de los síntomas, como problemas cardíacos, problemas de tiroides, o efectos secundarios de medicamentos.
Un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra, también puede utilizar criterios del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5) para diagnosticar el trastorno de pánico.
¿Cómo se pueden tratar las crisis de pánico?
El tratamiento para las crisis de pánico puede incluir una combinación de terapias, tales como:
- Terapia cognitivo-conductual (TCC): la TCC es una forma de psicoterapia que se ha demostrado muy efectiva para tratar el trastorno de pánico. Ayuda a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento y comportamiento que llevan al pánico.
- Medicación: en algunos casos, los medicamentos pueden ser útiles para controlar los síntomas. Estos pueden incluir antidepresivos, como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), y ansiolíticos, como las benzodiacepinas.
- Técnicas de relajación: el aprendizaje de técnicas de relajación, como la respiración profunda, la meditación y el yoga, puede ayudar a reducir los síntomas de ansiedad y prevenir futuras crisis de pánico.
- Cambios en el estilo de vida: ejercicio regular, dieta saludable y dormir bien.
¿Cómo puedo manejar una crisis de pánico si ocurre?
Si experimentas una crisis de pánico, hay varias estrategias que puedes utilizar para manejarla:
- Respira profundamente: enfócate en respirar lenta y profundamente. Inhala por la nariz contando hasta cuatro, retén el aire contando hasta cuatro, y exhala por la boca contando hasta cuatro.
- Reconoce que es temporal: recuerda que la crisis de pánico es temporal y que los síntomas pasarán.
- Utiliza técnicas de relajación: practica técnicas de relajación que hayas aprendido, como la relajación muscular progresiva.
- Visualiza un lugar tranquilo: imagínate en un lugar seguro y tranquilo, como una playa o un bosque.
- Evita huir: si es posible, trata de quedarte en el lugar hasta que la crisis pase. Huir puede reforzar el miedo a ese lugar o situación.
¿Cuándo debo buscar ayuda profesional?
Si las crisis de pánico son frecuentes, severas y afectan tu calidad de vida, es crucial buscar ayuda profesional. Un psicólogo o psiquiatra puede trabajar contigo para desarrollar un plan de tratamiento efectivo y proporcionarte el apoyo necesario para manejar la ansiedad.