Cómo estimular la creatividad en niños de 0 a 6 años con o sin trastorno del desarrollo

Existe gran heterogeneidad en la definición de creatividad. Alonso (2009) la define como un pensamiento original, imaginación constructiva, generación de nuevas ideas o conceptos, o de nuevas asociaciones entre ideas y conceptos conocidos, que producen soluciones originales.

Por otro lado, la plasticidad del cerebro, con la cual nacemos, es la potencialidad del sistema nervioso para modificarse y formar conexiones nerviosas en respuesta a la información nueva, la estimulación sensorial, el desarrollo, la disfunción o el daño, estando especialmente presente durante la primera infancia (de 0 a 6 años).

Es curioso observar cómo los niños pequeños suelen ser muy creativos porque tienen curiosidad por aprender. Este es, precisamente, el aspecto clave de la creatividad: el interés por explorar y conocer activamente el desarrollo de los procesos mentales.

Desde el Centro AVANZA, nos hemos interesado y formado en el tema para poder llevar a cabo terapias que se centran en estimular en edades tempranas la creatividad como vía de intervención efectiva. De esta manera, se optimiza el desarrollo cerebral de los menores, especialmente, fortaleciendo las áreas del cerebro que participan más directamente, como la circunvolución angula y las conexiones temporoparietaloccipitales. También, se mejora el desarrollo de funciones ejecutivas (FE) o habilidades mentales complejas necesarias para planificar, organizar, guiar, revisar, regularizar y evaluar el comportamiento necesario para adaptarse adecuadamente a las actividades de la vida diaria, tanto en niños con algún tipo de trastorno en su desarrollo, como los que no presentan dificultades.

El Método AVANZA es una metodología propia diseñada por Dra. Silvia Hidalgo. Es un tipo de intervención cuyo objetivo es estimular el cerebro del niño con o sin trastornos del desarrollo mediante basada en técnicas neuropsicológicas como parte del Programa de NeuroCreatividad AVANZA en menores de 0 a 6 años. Se trata de una terapia novedosa que atiende a la plasticidad o capacidad del cerebro al aprender en una etapa especialmente sensible, como es la primera infancia, y a su carácter preventivo al intervenir en edades tan tempranas. Así, se evita que los problemas aparezcan o empeoren durante el desarrollo del niño/a.

El procedimiento se desarrolla en cuatro fases: preparación, incubación, iluminación y verificación. Se lleva a cabo con actividades diseñadas según cada fase y las características específicas de cada niño. El objetivo es fortalecer las FE débiles mediante la neuroestimulación creativa.

Los resultados obtenidos han sido presentados en diferentes congresos de Psicología clínica infanto-juvenil, demostrado que los niños con/sin trastorno del neurodesarrollo aumentan su desarrollo en las FE mejorando las capacidades de atención, lenguaje y control de impulsividad.