Tomoterapia

ÍNDICE:

  1. ¿Qué es la tomoterapia?
  2. Por qué se realiza
  3. ¿En qué consiste?
  4. Preparación para la tomoterapia
  5. Cuidados tras la intervención

 

¿Qué es la tomoterapia?

La tomoterapia es un tipo de radioterapia utilizada para luchar contra los tumores o con fines paliativos.

Se define como la técnica más moderna de radioterapia con haces externos, ya que permite una mejor eficiencia gracias a una mayor irradiación de objetivo, con la posibilidad de tratar, en una sola sesión, varias veces el objetivo y con dosis más eficaces.

El aparato de tomoterapia está compuesto por un detector de TC y un acelerador lineal. Durante la sesión, el aparato gira a la vez con movimientos longitudinales continuos y longitudinales de la camilla, lo que da lugar a haces modulados de alta intensidad en espiral.

 

La tomoterapia destruye las células
cancerosas sin dañar los tejidos contiguos

 

¿Por qué se realiza?

En comparación con la radioterapia tradicional, la tomoterapia permite una irradiación más selectiva del tumor, salvando así los tejidos sanos circundantes y protegiendo determinados órganos de riesgo, como pueden ser los riñones o los pulmones. Esto permite la administración de dosis elevadas en varias fracciones muy reducidas.

La tomoterapia está particularmente indicada para el tratamiento de neoplasias situadas cerca de órganos importantes y delicados (cabeza, cuello, páncreas, sistema nervioso central) que, por lo tanto, requieren mucha precisión. También está indicada para el tratamiento de tumores malignos que necesitan dosis concentradas elevadas (próstata).

Por otro lado, esta técnica puede utilizarse en casos muy avanzados o agresivos, como tratamiento paliativo para quitar el dolor y así mejorar la calidad de vida de los pacientes.

 

¿En qué consiste?

Para realizar el tratamiento, el paciente debe acudir al hospital y se acuesta en una camilla, y la fuente de radiación de la máquina va rotando alrededor del paciente en forma de espiral.

Antes de administrar la radiación, el médico obtiene una imagen del tumor en 3D, que permite determinar la mayor dosis de radiación que se puede utilizar para destruir las células cancerosas causando el menor daño posible a los tejidos contiguos.

Normalmente, la sesión tiene una duración de entre 3 y 15 minutos. 

 

Preparación para la tomoterapia

La tomoterapia no requiere procedimientos especiales previos, excepto estar en ayunas durante, al menos, 8 horas para evitar los posibles efectos secundarios de la radioterapia.

Previamente al inicio del tratamiento, el médico especialista va a solicitar una tomografía, así como otros estudios adicionales, como una resonancia magnética o estudios de laboratorio.

 

Cuidados tras la intervención

El examen es totalmente indoloro. Es fundamental inmovilizar a los pacientes para que la zona a tratar sea la delimitada de antemano. Después del tratamiento, se aconseja un descanso adecuado antes de regresar a la vida cotidiana.

Después de la intervención, pueden aparecer algunos efectos secundarios o síntomas menores, como los siguientes:

  • Sequedad en la boca
  • Sensibilidad en el pecho
  • Irritación en la piel
  • Náuseas

Estos síntomas suelen desaparecer al finalizar el tratamiento. Además, la tomoterapia no causa caída del cabello.

21-09-2023
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Tomoterapia

Dr. Manuel Blanco Villar - Oncología Radioterápica

Creado el: 20-03-2017

Editado el: 21-09-2023

ÍNDICE:

  1. ¿Qué es la tomoterapia?
  2. Por qué se realiza
  3. ¿En qué consiste?
  4. Preparación para la tomoterapia
  5. Cuidados tras la intervención

 

¿Qué es la tomoterapia?

La tomoterapia es un tipo de radioterapia utilizada para luchar contra los tumores o con fines paliativos.

Se define como la técnica más moderna de radioterapia con haces externos, ya que permite una mejor eficiencia gracias a una mayor irradiación de objetivo, con la posibilidad de tratar, en una sola sesión, varias veces el objetivo y con dosis más eficaces.

El aparato de tomoterapia está compuesto por un detector de TC y un acelerador lineal. Durante la sesión, el aparato gira a la vez con movimientos longitudinales continuos y longitudinales de la camilla, lo que da lugar a haces modulados de alta intensidad en espiral.

 

La tomoterapia destruye las células
cancerosas sin dañar los tejidos contiguos

 

¿Por qué se realiza?

En comparación con la radioterapia tradicional, la tomoterapia permite una irradiación más selectiva del tumor, salvando así los tejidos sanos circundantes y protegiendo determinados órganos de riesgo, como pueden ser los riñones o los pulmones. Esto permite la administración de dosis elevadas en varias fracciones muy reducidas.

La tomoterapia está particularmente indicada para el tratamiento de neoplasias situadas cerca de órganos importantes y delicados (cabeza, cuello, páncreas, sistema nervioso central) que, por lo tanto, requieren mucha precisión. También está indicada para el tratamiento de tumores malignos que necesitan dosis concentradas elevadas (próstata).

Por otro lado, esta técnica puede utilizarse en casos muy avanzados o agresivos, como tratamiento paliativo para quitar el dolor y así mejorar la calidad de vida de los pacientes.

 

¿En qué consiste?

Para realizar el tratamiento, el paciente debe acudir al hospital y se acuesta en una camilla, y la fuente de radiación de la máquina va rotando alrededor del paciente en forma de espiral.

Antes de administrar la radiación, el médico obtiene una imagen del tumor en 3D, que permite determinar la mayor dosis de radiación que se puede utilizar para destruir las células cancerosas causando el menor daño posible a los tejidos contiguos.

Normalmente, la sesión tiene una duración de entre 3 y 15 minutos. 

 

Preparación para la tomoterapia

La tomoterapia no requiere procedimientos especiales previos, excepto estar en ayunas durante, al menos, 8 horas para evitar los posibles efectos secundarios de la radioterapia.

Previamente al inicio del tratamiento, el médico especialista va a solicitar una tomografía, así como otros estudios adicionales, como una resonancia magnética o estudios de laboratorio.

 

Cuidados tras la intervención

El examen es totalmente indoloro. Es fundamental inmovilizar a los pacientes para que la zona a tratar sea la delimitada de antemano. Después del tratamiento, se aconseja un descanso adecuado antes de regresar a la vida cotidiana.

Después de la intervención, pueden aparecer algunos efectos secundarios o síntomas menores, como los siguientes:

  • Sequedad en la boca
  • Sensibilidad en el pecho
  • Irritación en la piel
  • Náuseas

Estos síntomas suelen desaparecer al finalizar el tratamiento. Además, la tomoterapia no causa caída del cabello.

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