Anomalías de la unión cráneo-cervical

ÍNDICE:

  1. ¿Qué son las anomalías de la unión cráneo-cervical?
  2. Pronóstico de la enfermedad
  3. Síntomas
  4. Pruebas médicas
  5. ¿Cuáles son las causas?
  6. ¿Se puede prevenir?
  7. Tratamientos para las anomalías de la unión cráneo-cervical
  8. ¿Qué especialista lo trata?

 

¿Qué son las anomalías de la unión cráneo-cervical?

Las anomalías de la unión cráneo-cervical son, principalmente, alteraciones localizadas en el hueso occipital, agujero occipital o en las dos primeras vértebras verticales. Las alteraciones pueden ser adquiridas o congénitas y pueden ser un problema serio para la salud de quien las padece.

Estas anomalías pueden generar numerosas molestias y problemas que dificultan la vida diaria del paciente, como dolor de cuello, siringomielia, déficits en el cerebelo, déficits en la médula espinal, etc.

Las alteraciones congénitas son anomalías presentes en el momento del nacimiento del individuo. Pueden ser anomalías estructurales o trastornos sistémicos que pueden interferir en el crecimiento y el desarrollo del esqueleto, como los siguientes:

  • Malformación de la apófisis odontoide del atlas
  • Asimilación del atlas, con fusión congénita del atlas y del hueso occipital
  • Malformación congénita de Klippel-Feil
  • Hipoplasia del atlas
  • Malformación de Chiari
  • Acondroplastia
  • Síndrome de Down

Por otro lado, se encuentran las malformaciones adquiridas. Son lesiones que pueden afectar tanto al hueso como a los ligamentos y que, normalmente, tienen su origen en traumatismos provocados en caídas, accidentes, saltos, etc.

 

Pronóstico de la enfermedad

Las anomalías de la unión cráneo-cervical pueden ser realmente peligrosas en función de la variedad de que se trate. Una detección temprana puede ayudar al paciente a la hora de revertir algunos síntomas y problemas derivados de la patología.

En algunos casos, estas malformaciones pueden llegar a ser mortales, de manera que controlar su estado y avance es básico para perpetuar la vida del paciente.

 

Síntomas de las anomalías de la unión cráneo-cervical

Los síntomas de las malformaciones pueden aparecer de forma espontánea o en el momento en el que el paciente ha sufrido una lesión cervical, aunque sea. Los síntomas varían en función del grado de compresión y en función de las estructuras afectadas.

Entre los síntomas destacados se encuentran los siguientes:

  • Dolor en el cuello
  • Cefalea (normalmente, en la parte posterior de la cabeza)
  • Debilidad en los brazos y piernas
  • Calambres en la espalda
  • Limitaciones en los movimientos de la cabeza
  • Afecciones en la visión y en la capacidad del movimiento ocular (visión borrosa, incapacidad para controlar el movimiento de los ojos, movimientos limitados, movimientos involuntarios)
  • Dificultades para tragar
  • Afonía
  • Dificultades para hablar
  • Apnea del sueño
  • Pérdida de conocimiento
  • Vértigo

 

Las anomalías de la unión
cráneo-cervical pueden ser muy peligrosas

 

Pruebas médicas para las anomalías de la unión cráneo-cervical

Las malformaciones cráneo-cervicales se diagnostican a través de las pruebas de imagen. El diagnóstico temprano es fundamental, ya que un tratamiento inmediato puede revertir algunos síntomas y prevenir una discapacidad que puede acabar siendo permanente.

El especialista sospechará de la existencia de una anomalía de la unión cráneo-cervical cuando el paciente registra:

  • Nistagmo: movimientos involuntarios de los ojos
  • Dolor cervical o dolor en la parte posterior de la cabeza

El diagnóstico inicial se confirma mediante las pruebas de diagnóstico por imágenes, tales como una Resonancia Magnética o una Tomografía Computarizada. Esta última ofrece mejores resultados que la resonancia, ya que permite ver mejor el estado de los huesos. Si no se dispone de Tomografía o de Resonancia, se puede diagnosticar a través de radiografías.

En el caso de que los resultados de las pruebas de diagnóstico por imagen no ofrezcan datos fiables, se puede optar por hacer una mielografía. Y en el caso de que se sospeche de la existencia de anomalías en los vasos sanguíneos, el médico especialista recomendará una angiografía.

 

¿Cuáles son las causas de las anomalías de la unión cráneo-cervical?

Las anomalías o malformaciones pueden existir desde el nacimiento o adquirirse con el paso de los años.

Defectos congénitos: son los presentes desde el momento en el que nace el paciente. Existen 2 tipos: los que causan trastornos aislados que solo afectan a la unión cráneo-cervical, y los generales, que afectan también a otras partes del cuerpo.

  • Trastornos aislados: platibasia, invaginación basilar, asimilación del atlas, subluxación o luxación atloaxoidea, hipoplasia del atlas, malformación de Klippel-Feil y malformación de Chiari, entre otros.
  • ​Trastornos generales: acondroplastia, Síndrome de Down, mucopolisacaridosis y psteogénesis imperfecta.

Defectos adquiridos: en este caso, los trastornos y malformaciones aparecen de forma tardía. Pueden aparecer debido a una enfermedad o por un traumatismo o golpe. Pueden afectar tanto a huesos como ligamentos. En la mayoría de los casos, las causas son accidentes automovilísticos, de bicicleta o a la hora de hacer saltos hacia al agua. Y, en algunos casos, las lesiones son mortales de manera inmediata. Los más frecuentes son:

 

¿Se pueden prevenir?

No existe una forma de prevenir las malformaciones o anomalías congénitas. En algunos casos, se puede determinar la presencia de éstas antes del parto a través de las pruebas de control de embarazo.

En cambio, las lesiones adquiridas sí se pueden prevenir en cierta manera, mediante el uso de equipamiento de protección a la hora de realizar según qué actividades, como saltos, escalada o ciclismo. El paciente siempre debe utilizar el cinturón de seguridad cuando viaje en automóvil y debe utilizar casco a la hora de viajar en moto.

 

Tratamientos para las anomalías de la unión cráneo-cervical

Los tratamientos de estas anomalías se centran en la realineación, inmovilización y tracción de las estructuras afectadas.

En el caso de que estas estructuras presionen al encéfalo, nervios o médula, el especialista médico tratará de reducir y realinear las estructuras a través de una tracción o cambiando de posición la cabeza. En el caso de que se logre realinear, se inmovilizará tanto la cabeza como el cuello.

No obstante, la realineación implica el uso de tracción. La tracción supone colocar un dispositivo que rodea y que se fija al cráneo, llamado halo, aunque quizá es necesario mantenerlo durante aproximadamente una semana. Una vez realineado, el halo se coloca a una especie de chaleco que se ajusta y que inmoviliza el cuello. Se utiliza durante 8-12 semanas y, una vez colocado, se hacen radiografías para observar si todo está correctamente alineado.

En el caso de que la tracción no sea eficaz, existe un proceso quirúrgico para aliviar la compresión y estabilizar las estructuras. 

En el caso de que el trastorno esté generado por un tumor óseo, el tratamiento será la radioterapia y un collarín rígido para estabilizar el cuello.

 

¿Qué especialista lo trata?

El médico especialista en detectar, diagnosticar y tratar las anomalías de la unión craneocervical es el Neurocirujano

21-09-2023
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Anomalías de la unión cráneo-cervical

Dr. Héctor Fernando Cabrera Ortiz - Neurocirugía

Creado el: 13-11-2012

Editado el: 21-09-2023

ÍNDICE:

  1. ¿Qué son las anomalías de la unión cráneo-cervical?
  2. Pronóstico de la enfermedad
  3. Síntomas
  4. Pruebas médicas
  5. ¿Cuáles son las causas?
  6. ¿Se puede prevenir?
  7. Tratamientos para las anomalías de la unión cráneo-cervical
  8. ¿Qué especialista lo trata?

 

¿Qué son las anomalías de la unión cráneo-cervical?

Las anomalías de la unión cráneo-cervical son, principalmente, alteraciones localizadas en el hueso occipital, agujero occipital o en las dos primeras vértebras verticales. Las alteraciones pueden ser adquiridas o congénitas y pueden ser un problema serio para la salud de quien las padece.

Estas anomalías pueden generar numerosas molestias y problemas que dificultan la vida diaria del paciente, como dolor de cuello, siringomielia, déficits en el cerebelo, déficits en la médula espinal, etc.

Las alteraciones congénitas son anomalías presentes en el momento del nacimiento del individuo. Pueden ser anomalías estructurales o trastornos sistémicos que pueden interferir en el crecimiento y el desarrollo del esqueleto, como los siguientes:

  • Malformación de la apófisis odontoide del atlas
  • Asimilación del atlas, con fusión congénita del atlas y del hueso occipital
  • Malformación congénita de Klippel-Feil
  • Hipoplasia del atlas
  • Malformación de Chiari
  • Acondroplastia
  • Síndrome de Down

Por otro lado, se encuentran las malformaciones adquiridas. Son lesiones que pueden afectar tanto al hueso como a los ligamentos y que, normalmente, tienen su origen en traumatismos provocados en caídas, accidentes, saltos, etc.

 

Pronóstico de la enfermedad

Las anomalías de la unión cráneo-cervical pueden ser realmente peligrosas en función de la variedad de que se trate. Una detección temprana puede ayudar al paciente a la hora de revertir algunos síntomas y problemas derivados de la patología.

En algunos casos, estas malformaciones pueden llegar a ser mortales, de manera que controlar su estado y avance es básico para perpetuar la vida del paciente.

 

Síntomas de las anomalías de la unión cráneo-cervical

Los síntomas de las malformaciones pueden aparecer de forma espontánea o en el momento en el que el paciente ha sufrido una lesión cervical, aunque sea. Los síntomas varían en función del grado de compresión y en función de las estructuras afectadas.

Entre los síntomas destacados se encuentran los siguientes:

  • Dolor en el cuello
  • Cefalea (normalmente, en la parte posterior de la cabeza)
  • Debilidad en los brazos y piernas
  • Calambres en la espalda
  • Limitaciones en los movimientos de la cabeza
  • Afecciones en la visión y en la capacidad del movimiento ocular (visión borrosa, incapacidad para controlar el movimiento de los ojos, movimientos limitados, movimientos involuntarios)
  • Dificultades para tragar
  • Afonía
  • Dificultades para hablar
  • Apnea del sueño
  • Pérdida de conocimiento
  • Vértigo

 

Las anomalías de la unión
cráneo-cervical pueden ser muy peligrosas

 

Pruebas médicas para las anomalías de la unión cráneo-cervical

Las malformaciones cráneo-cervicales se diagnostican a través de las pruebas de imagen. El diagnóstico temprano es fundamental, ya que un tratamiento inmediato puede revertir algunos síntomas y prevenir una discapacidad que puede acabar siendo permanente.

El especialista sospechará de la existencia de una anomalía de la unión cráneo-cervical cuando el paciente registra:

  • Nistagmo: movimientos involuntarios de los ojos
  • Dolor cervical o dolor en la parte posterior de la cabeza

El diagnóstico inicial se confirma mediante las pruebas de diagnóstico por imágenes, tales como una Resonancia Magnética o una Tomografía Computarizada. Esta última ofrece mejores resultados que la resonancia, ya que permite ver mejor el estado de los huesos. Si no se dispone de Tomografía o de Resonancia, se puede diagnosticar a través de radiografías.

En el caso de que los resultados de las pruebas de diagnóstico por imagen no ofrezcan datos fiables, se puede optar por hacer una mielografía. Y en el caso de que se sospeche de la existencia de anomalías en los vasos sanguíneos, el médico especialista recomendará una angiografía.

 

¿Cuáles son las causas de las anomalías de la unión cráneo-cervical?

Las anomalías o malformaciones pueden existir desde el nacimiento o adquirirse con el paso de los años.

Defectos congénitos: son los presentes desde el momento en el que nace el paciente. Existen 2 tipos: los que causan trastornos aislados que solo afectan a la unión cráneo-cervical, y los generales, que afectan también a otras partes del cuerpo.

  • Trastornos aislados: platibasia, invaginación basilar, asimilación del atlas, subluxación o luxación atloaxoidea, hipoplasia del atlas, malformación de Klippel-Feil y malformación de Chiari, entre otros.
  • ​Trastornos generales: acondroplastia, Síndrome de Down, mucopolisacaridosis y psteogénesis imperfecta.

Defectos adquiridos: en este caso, los trastornos y malformaciones aparecen de forma tardía. Pueden aparecer debido a una enfermedad o por un traumatismo o golpe. Pueden afectar tanto a huesos como ligamentos. En la mayoría de los casos, las causas son accidentes automovilísticos, de bicicleta o a la hora de hacer saltos hacia al agua. Y, en algunos casos, las lesiones son mortales de manera inmediata. Los más frecuentes son:

 

¿Se pueden prevenir?

No existe una forma de prevenir las malformaciones o anomalías congénitas. En algunos casos, se puede determinar la presencia de éstas antes del parto a través de las pruebas de control de embarazo.

En cambio, las lesiones adquiridas sí se pueden prevenir en cierta manera, mediante el uso de equipamiento de protección a la hora de realizar según qué actividades, como saltos, escalada o ciclismo. El paciente siempre debe utilizar el cinturón de seguridad cuando viaje en automóvil y debe utilizar casco a la hora de viajar en moto.

 

Tratamientos para las anomalías de la unión cráneo-cervical

Los tratamientos de estas anomalías se centran en la realineación, inmovilización y tracción de las estructuras afectadas.

En el caso de que estas estructuras presionen al encéfalo, nervios o médula, el especialista médico tratará de reducir y realinear las estructuras a través de una tracción o cambiando de posición la cabeza. En el caso de que se logre realinear, se inmovilizará tanto la cabeza como el cuello.

No obstante, la realineación implica el uso de tracción. La tracción supone colocar un dispositivo que rodea y que se fija al cráneo, llamado halo, aunque quizá es necesario mantenerlo durante aproximadamente una semana. Una vez realineado, el halo se coloca a una especie de chaleco que se ajusta y que inmoviliza el cuello. Se utiliza durante 8-12 semanas y, una vez colocado, se hacen radiografías para observar si todo está correctamente alineado.

En el caso de que la tracción no sea eficaz, existe un proceso quirúrgico para aliviar la compresión y estabilizar las estructuras. 

En el caso de que el trastorno esté generado por un tumor óseo, el tratamiento será la radioterapia y un collarín rígido para estabilizar el cuello.

 

¿Qué especialista lo trata?

El médico especialista en detectar, diagnosticar y tratar las anomalías de la unión craneocervical es el Neurocirujano

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