Sobrepeso y obesidad: “hay un incremento alarmante y podemos hablar de epidemia”

Aunque el Índice de Masa Corporal (IMC) ya no es el único modo de determinar si una persona tiene sobrepeso u obesidad, para tener una referencia, podemos decir que cuando el cociente entre el peso y la talla (en metros) al cuadrado es superior a 25, hablamos de sobrepeso. Cuando es superior a 30, ya existe obesidad.

No obstante, el perímetro abdominal también es un parámetro importante porque, si supera determinados valores, indica que hay grasa en tronco que va infiltrando las vísceras abdominales, generando riesgos metabólicos y cardiovasculares. El límite normal de este perímetro para varones se establece en torno a los 98 cm y para las mujeres en 80 cm, aumentando en este último caso los riesgos citados un 66% cuando sobrepasa los 88 cm.

Aumento alarmante en los índices de obesidad

En todo el mundo se está produciendo un incremento alarmante de la obesidad, con todos los riesgos que conlleva, y España no es una excepción. En el momento actual, podemos hablar de epidemia sin resultar alarmistas.

Una de las razones fundamentales de esta subida es el fácil acceso a los alimentos en cualquier momento y circunstancia. Hay que tener presente que nuestro organismo está programado para el ahorro para cuando haya situaciones de privación de alimentos y, cuando se ingresa más energía de la que se consume, se almacena la sobrante en depósitos de grasa, con el fin de poder disponer de ellos en caso de necesidad.

Tratamiento de la obesidad: abordaje multidisciplinar

El abordaje tiene que ser multifactorial, introduciendo progresivamente modificaciones en los hábitos: actividad física, horarios en las comidas y patrón dietético, instaurando un modelo de dieta mediterránea adaptado a los gustos de cada persona.

Hay que introducir una rutina que rompa con el sedentarismo, aunque sea de modo gradual. Cuando existe una obesidad importante, caminar durante más de 15 minutos seguidos puede ser muy complicado, pero sí es posible hacerlo más veces al día menos tiempo.

Los horarios también son importantes: ya ha quedado demostrado que los almuerzos después de las 15 h van a engordar más que si se realizan antes de esa hora. Otro tanto ocurre con la cena, cuanto más tardía, peor se va a gestionar a nivel energético.

Por último, la dieta mediterránea ha demostrado ser la mejor en cuanto a beneficios para la salud, por lo que aplicar ese patrón alimenticio ayudará a estar en óptimas condiciones.

Tratamiento personalizado

Ni mucho menos el planteamiento es el mismo para todos. Cada persona tiene derecho a recibir un tratamiento personalizado. Dicho tratamiento tendrá que adaptarse a las circunstancias, edad, patologías que puedan existir y, por supuesto, a las preferencias y aversiones alimenticias de cada individuo. Es la única manera de conseguir una adherencia en el tiempo a las modificaciones que se le propongan.

Para determinados casos; disponemos en la actualidad, además, de fármacos con muy pocos efectos secundarios y que están resultando francamente eficaces a la hora de controlar la ingesta y promover la pérdida de peso.

En conclusión, la clave para un tratamiento adecuado de la obesidad y el sobrepeso, que logre resultados que se mantengan en el tiempo, es que responda a un abordaje personalizado. De esta manera, se consigue que la pérdida de peso no suponga un esfuerzo ímprobo, educando a la persona para comer bien, disfrutando en las cantidades y proporciones adecuadas. Si se cumple esto, no tiene por qué haber un retorno a los viejos hábitos y, si ocurren situaciones de estrés o de otro tipo donde se pierda el control, se puede recurrir nuevamente a un profesional.