¿Sabías que es bueno tener un poco de estrés?

El estrés es una reacción fisiológica y emocional originada ante una situación que se percibe como una amenaza o que requiere una gran demanda de respuesta.

Algunos de los síntomas característicos del estrés, con los que podemos identificarlo son estos:

• Ansiedad
• Depresión
• Errores de evaluación
• Estado de alerta/tensión constante
• Insomnio y/o dificultades para coger el sueño
• Cansancio continuo
• Irritabilidad constante
• Cambio en las conductas habituales
• Distracciones y dificultades a la hora de concentrarse
• Problemas gastrointestinales y/o cardiovasculares
• Dificultades a nivel sexual

¿Hay casos de estrés en la edad infantil?

Al igual que los adultos, en la edad infantil también se puede padecer estrés, algo muy habitual ante los cambios, sean estos tanto positivos como negativos, aunque suele estar más asociados a estos últimos.

Así, tanto el inicio en una actividad deportiva como un fallecimiento familiar son situaciones que pueden provocar estrés en los niños. Normalmente se puede detectar este estrés si apreciemos diversos síntomas:

• Problemas con los compañeros y amigos.
• Malos resultados académicos, así como mala conducta escolar.
• Pesadillas o alteraciones del sueño
• Frecuentes episodios de ira
• Miedos frecuentes
• Molestias en el estómago y/o dolores de cabeza
• Necesidad de aferramiento al adulto
• Comportamientos agresivos
• Regresión a estados más infantiles
• Desmotivación a la hora de participar en actividades familiares y/o escolares

¿Con qué otras patologías se relaciona el estrés?

Hay que tener en cuenta que un estrés moderado no solo no es perjudicial, sino que puede llegar a ser beneficioso a la hora de ejecutar ciertas tareas.

Ahora bien, cuando el nivel de estrés es excesivo, afectando a nuestro día a día y es continuado en el tiempo, puede llegar a favorecer el desarrollo de enfermedades, entre las que encontramos las siguientes:

• Depresión
• Obesidad
• Diabetes
• Alteraciones cardiacas (insuficiencia cardiaca, alta presión arterial...)
• Problemas menstruales en las mujeres
• Acné, eczemas y otras alteraciones de la piel
• Bruxismo

¿Qué pasa cuando el estrés se vuelve crónico? ¿Qué consecuencias puede tener para la vida?

Cuando el estrés se vuelve crónico el cuerpo empieza a dar señales que nos avisan de que algo no va bien, y por supuesto, si no hacemos caso de esas señales y seguimos manteniendo el mismo ritmo de vida o incluso lo aumentamos, podemos desarrollar enfermedades que a la larga puedes llegar a costarnos la vida.

Entre estas señales debemos estar muy atentos a las siguientes:

• Dolores habituales de cabeza
• Diarreas o estreñimiento
• Falta de concentración
• Dificultades de memoria
• Cansancio continuo
• Problemas de conciliación y mantenimiento del sueño
• Problemas sexuales
• Abuso de alcohol y/u otras drogas
• Dolores generalizados e inespecíficos

¿Cómo se puede aprender a gestionar el estrés?

A la hora de aprender a gestionar el estrés tenemos que partir de un modelo biopsicosocial. Teniendo en cuenta tanto factores biológicos como psicológicos y sociales. Así, podemos poner en marcha las siguientes estrategias para hacer frente y gestionar de la manera más eficaz el estrés:

• Hacer ejercicio habitualmente
• Realizar actividades que nos gusten y nos relajen
• Tener buenos hábitos de sueño
• Llevar una dieta saludable
• Tener una visión relativizadora de las cosas
• Estar abierto a las dificultades
• Aceptación de la realidad que se vive y siente
• Cambio de perspectiva ante la vida
• Aprender a decirse sí a uno mismo para poner límites
• Aprender a gestionar los conflictos
• Estar en contacto con los seres queridos

¿Es bueno tener un poco de estrés?

Tener un poco de estrés no solo es bueno, sino que es beneficioso porque nos ayuda a mantener el cerebro en alerta y así poder mejorar la memoria, la comprensión y, por tanto, el rendimiento. Además, también nos ayuda a tener más motivación, mejorar el aprendizaje, a relacionarnos mejor y ser más sociables y por supuesto a sacar la mejor versión de nosotros mismos.