¿Qué consecuencias pueden tener las disfunciones de integración sensorial?

Escrito por: María Vela Romero
Publicado:
Editado por: Margarita Marquès

Según la Dra. Ayres, la Integración Sensorial es el proceso neurológico que organiza la sensación de nuestro cuerpo y del ambiente, y hace posible el uso del cuerpo de forma efectiva dentro del entorno.

 

¿Qué señales nos pueden advertir de que existen alteraciones en el proceso de integración sensorial?

Cuando hay un problema en el procesamiento cerebral de la información sensorial, se dice que hay una disfunción de Integración Sensorial o un trastorno en el procesamiento sensorial. En estas circunstancias, el cerebro no procesa correctamente el flujo de información sensorial que le llega, lo que se traduce en respuestas comportamentales y motrices inadecuadas.

 

Estas dificultades pueden suceder si avistamos algunos de los siguientes ejemplos: rechazan ciertos sonidos, normalmente los que son imprevistos y/o fuertes; rechazan ciertas texturas, mancharse y/o cuestiones de aseo (cortarse las uñas, el pelo, la ducha,…); suelen tener ciertas preferencias ante ciertas comidas y vestimentas; otros les cuesta las destrezas motoras (finas y/o gruesas); hay algunas personas que tienden a moverse en demasía y otras que rechazan o tienen cierta aversión al movimiento.

 

Las sesiones de terapia ocupacional basada en integración sensorial se
centran en regular el sistema nervioso con actividades propositivas para el niño 

 

¿Qué porcentaje padece este trastorno dentro de la población infantil?

La prevalencia de la disfunción en integración sensorial o dificultades en el procesamiento sensorial es sorprendentemente alta, en 2021 entre el 10 y 20% de los niños en edad escolar sin otros problemas del desarrollo tienen dificultades en el ámbito del procesamiento sensorial.

 

Por otro lado, si hablamos de cuándo se dan en conjunto a otras problemáticas, junto con el trastorno del espectro autista se dan entorno al 90% de los casos, en el 60% de las personas con TDAH, 49% de las personas con síndrome de Down, 53% evacuación disfuncional, o el 49% de los casos de epilepsia.

 

¿Qué consecuencias pueden tener estas dificultades de integración sensorial?

Esta condición puede repercutir en otros problemas, como los que afectan al aprendizaje, la coordinación, la conducta, el lenguaje, la alimentación, la defecación y control de esfínteres, la participación social, incluso tienen más probabilidad de padecer ansiedad y depresión.

 

Los problemas derivados del trastorno del procesamiento sensorial han demostrado ser especialmente perjudiciales en niños en edad escolar generando estrés crónico, conductas agresivas, baja autoestima y depresión, lo que afecta seriamente a su desarrollo durante la infancia y a su vida como adulto.

 

¿Qué tipo de terapia se puede realizar para estos trastornos de procesamiento sensorial?

En España, es el terapeuta ocupacional el profesional específico que evalúa e interviene en esta problemática. Este terapeuta ocupacional, es necesario que esté formado específicamente en integración sensorial. La Asociación Española de Integración Sensorial aporta una relación de terapeutas ocupacionales y centros que están formados en estas cuestiones.

 

¿Cómo se trabaja en estas sesiones de terapia?

Las sesiones de terapia ocupacional basada en integración sensorial se realizan de una manera individualizada, basándose en la evaluación previa sobre las dificultades del niño. Las sesiones de intervención se centran en regular el sistema nervioso a través de actividades propositivas para el niño (juego y movimiento) y de sistemas sensoriales regulatorios para el niño, en el que se puedan incluir retos sensoriales y de participación, para que el niño vaya aceptando y haciendo cambios neurológicos.

 

En las sesiones, el terapeuta ocupacional trabaja con el niño a través del juego ofreciendo estímulos concretos en función de las dificultades sensoriales detectadas, para que, fruto de la plasticidad neuronal propia de los primeros años de vida y hasta la adolescencia, se establezcan y/o modifiquen las conexiones neuronales deficitarias. Con el tiempo, esto se traduce en una mejoría evidente en praxias, percepción, lenguaje, atención, motricidad, aprendizaje, autonomía y conducta que repercuten positivamente en la calidad de vida del niño a todos los niveles.

 

Además, es importante que este terapeuta ocupacional realice asesoramientos y formación para la familia y el colegio del niño. 

Por María Vela Romero
Psicología

María Vela Romero es psicóloga y experta en autismo, TDAH, asesoramiento familiar, dificultades en el desarrollo y trastornos de la conducta. Además, es experta en Integración Sensorial y en la actualidad es la Presidenta de la Asociación Española de Integración Sensorial (AEIS).

Estudió el Grado en Psicología y posteriormente complementó su formación con un Máster en Intervención Psicoeducativa y Autismo. Además, posee acreditación clínica para el diagnóstico del autismo. Por otro lado, es especialista en Terapia Ocupacional y realizó un Máster en Atención Temprana.

Durante su trayectoria como psicóloga, se ha centrado principalmente en la población infanto-juvenil con trastornos de salud mental y de la conducta. En la actualidad, es la directora del centro Conecta Clínica.

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