¿Qué consecuencias puede tener el estrés laboral?
Escrito por:¿Cuáles son los principales síntomas del estrés laboral?
El estrés laboral aparece cuando las exigencias del entorno laboral superan los recursos o capacidades de afrontamiento del trabajador o trabajadora para hacerlas frente.
Se trata de una respuesta adaptativa del organismo que, en un primer momento, nos ayuda a responder de forma más rápida y eficaz a una situación de alta demanda, pero la exposición prolongada hace que se vayan agotando nuestras reservas de energía y se puedan desarrollar importantes problemas de salud, tanto a nivel físico como psicológico.
Los principales síntomas que aparecen en una situación de estrés laboral tienen que ver con reacciones de ansiedad y nerviosismo, ya que el cuerpo se encuentra hiperactivado y preparado para la lucha (fase de alarma). El/la trabajador/a puede experimentar altos niveles de excitación, preocupación, angustia y, con frecuencia, la sensación de que no llega. Esto puede llevarle a tener sentimientos de miedo (a perder el trabajo, a equivocarse, a ser evaluado negativamente, a no poder…), pero también de enfado, irritabilidad y, en general, un alto nivel de tensión emocional. Es frecuente que aparezcan problemas físicos, como dificultades para conciliar o mantener el sueño, palpitaciones, dolores (de cabeza, de espalda, de cuello…), alteraciones del apetito, digestivas, dermatológicas y/o cardiovasculares.
Si continua esta situación de alta demanda y poca capacidad para hacerle frente, surge la “fase de resistencia o adaptación”, donde el organismo sigue preparado para luchar y adaptarse, pero empiezan a ser más evidentes los efectos del desgaste y la frustración, apareciendo más síntomas de cansancio mental y físico, falta de motivación, desánimo, inseguridad y/o tristeza.
Finalmente, si sigue perdurando en el tiempo, se llega a la “fase del agotamiento”, donde el trabajador puede llegar a sufrir el síndrome de burnout o desgaste profesional. En esta fase se hacen más acuciantes los síntomas relacionados con la tristeza y el agotamiento: apatía, desánimo, fatiga psicológica, sensación de hartazgo, deseo de huida, sentimientos de indefensión, cambios de humor y los consiguientes problemas de concentración y rendimiento.
Cualquiera de los síntomas puede aparecer en cualquier momento, pero la exposición prolongada al estrés laboral va agotando las reservas de energía del organismo y puede llegar a producir problemas de salud física y mental.

la organización y del empleado o empleada
¿Se puede pedir la baja por estrés laboral?
En ocasiones, es necesario solicitar una baja por estrés laboral para que el trabajador o la trabajadora pueda coger fuerzas y revisar la situación desde la distancia, lo que le permitirá recuperarse y poder llevar a cabo los cambios oportunos para volver a hacer frente a las demandas laborales.
¿Cómo prevenir el estrés laboral?
Prevenir el estrés es una tarea conjunta de la organización y del empleado o empleada. La mejor manera de prevenirlo es gestionar los riesgos que se han visto asociados al mismo y promover el bienestar y la salud laboral. Para ello, la organización podría:
- Demandar tareas ajustadas a cada perfil y tratar de adaptar las exigencias y el puesto de trabajo a los conocimientos, capacidades y aptitudes del trabajador o trabajadora.
- Evitar, en la medida de la posible, la sobrecarga excesiva (o escasez) de tareas y tratar de que éstas sean claras y específicas.
- Fomentar la percepción de apoyo de superiores (y compañeros).
- Favorecer la sensación de autonomía y de control del trabajador o trabajadora sobre su actividad, así como fomentar la participación en la toma de decisiones sobre su trabajo.
- Implementar buenas condiciones físicas y ergonómicas (temperatura, luz, ventilación, espacio disponible, ruido).
- Ejercer un liderazgo adecuado (transformacional, carismático).
- Promover una buena comunicación y un buen clima laboral.
- Evaluar factores que fomenten la satisfacción laboral para su implementación (conciliación familiar, flexibilidad horaria, teletrabajo, reconocimiento del trabajo realizado y el esfuerzo, oportunidades de promoción…).
- Instaurar programas orientados al desarrollo de estrategias de resistencia, manejos del estrés y regulación emocional.
- Administrar cada cierto tiempo herramientas validadas de evaluación del estrés o de los principales factores de riesgo asociados (cuestionarios, escalas, entrevistas…).
En general, tratar de evitar pasar de una presión que suponga un reto para el trabajador o trabajadora al estrés y el exceso de exigencias.
En cuanto al trabajador/a:
- Intentar conseguir una buena gestión y organización del trabajo y un manejo eficaz del tiempo.
- Desarrollar estrategias de afrontamiento activo, focalizado en el problema (y no en la emoción), adecuadas para cada tarea y cada momento.
- Búsqueda de apoyo social.
- Entrenamiento en habilidades asertivas y de gestión de conflictos.
- Entrenamiento en técnicas de resolución de problemas y de toma de decisiones.
- Permitirse delegar (cuando sea posible) y pedir ayuda.
- Aprender herramientas de gestión emocional.
- Vigilar la sobreimplicación y la hiperresponsabilidad.
- Aprender a conocerse a uno mismo: ¿Qué señales me da el cuerpo que me indican que estoy estresado/a? ¿Qué me ayuda a liberar tensiones y estrés?
- Buscar momentos de descanso en el trabajo y de desconexión fuera de éste.
- Fomentar el sentido del humor y las relaciones con los compañeros.
- Practicar ejercicio físico.
- Dormir un número adecuado de horas.
- Identificar principales estresores y aprender y practicar estrategias de manejo del estrés: técnicas de meditación, de relajación y de respiración.
- Realizar actividades gratificantes, fuera del entorno laboral.
- Fomentar la socialización.
- Adoptar hábitos de vida saludables.
En general, tratar ambos, organización y trabajador/a, para evitar pasar de una presión que suponga un reto para el trabajador o trabajadora al estrés y el exceso de exigencias. Que las demandas se vivan como retos y oportunidades y no como amenazas.
¿Qué consecuencias tiene el estrés laboral en los trabajadores que lo padecen?
Las consecuencias del estrés laboral tienen un impacto global, ya que afectan tanto al individuo como a la organización.
A nivel individual, puede haber consecuencias en la salud física del trabajador o trabajadora (dolores musculoesqueléticos, problemas digestivos, aumento del riesgo de trastornos cardiovasculares, de la piel, etc.) y psicológica, que pueden ir desde cambios de humor y problemas ansioso-depresivos hasta el desarrollo de trastornos psicopatológicos. También puede conllevar un incremento de hábitos nocivos para la salud como el consumo de alcohol, tabaco u otras sustancias adictivas, así como la inactividad física y el sedentarismo.
A nivel organizacional, es estrés laboral puede llevar a una disminución del rendimiento laboral y la productividad, a bajos niveles de satisfacción laboral y de motivación, menor dedicación al trabajo y menor implicación y compromiso, lo que puede desembocar en un aumento del absentismo laboral, bajas por invalidez física o psicológica, intenciones de abandono del puesto o el síndrome de burnout. Algunos estudios también muestran una relación entre el estrés laboral y un aumento de las conductas de riesgo y las tasas de accidentes laborales y un deterioro de la imagen institucional.
A nivel social, los trabajadores/as que padecen estrés laboral pueden tener comportamientos que dificulten y perjudiquen sus relaciones interpersonales al mostrarse irritados/as, suspicaces e incluso agresivos/as. A veces tienden a aislarse y con frecuencia sus conductas pueden deteriorar sus relaciones e incluso a llegar a perder figuras importantes de apoyo.
Algunos estudios muestran que el estrés laboral puede producir un “efecto contagio” entre los trabajadores, afectando al ambiente laboral y al rendimiento general de los/las trabajadores/as.
¿Qué tiene que hacer un paciente para tratar el estrés laboral?
Cuando una persona acude a psicoterapia buscando ayuda por un tema de estrés laboral, lo usual es que lleve tiempo padeciéndolo, por lo que en un primer momento lo más importante es ayudarles a reparar y sanar las consecuencias y paliar sus efectos. Es importante que el/la paciente centre su atención en aquellos mecanismos y comportamientos que le/la ayuden a coger fuerzas y reparar su organismo, tanto a nivel físico como psicológico.
Posteriormente, el principal objetivo terapéutico será enseñarle a identificar las principales fuentes de estrés y su impacto emocional y psicológico, para poder aprender herramientas y estrategias para su gestión.
A veces no es posible eliminar los estresores, ni incluso disminuirlos, en ese caso el objetivo será aumentar la resiliencia del trabajador/a a través de un entrenamiento en habilidades de manejo del estrés y de regulación emocional y mediante el aprendizaje de técnicas de resolución de problemas y tomas de decisiones, entre otras prácticas individualizadas para cada paciente en particular.
Un objetivo psicoterapéutico importante es trabajar para aumentar su sensación de control y autoeficacia para responder con eficacia a las demandas laborales.