Preservación de la fertilidad: ¿a qué edad se debe realizar?

Escrito por: Dra. Victoria Verdú Merino
Publicado:
Editado por: Lucía Ramírez

 

Actualmente, las condiciones sociales y personales afectan a las mujeres para decidir ser madres. Por eso, la preservación de la fertilidad se considera uno de los grandes avances científicos en el ámbito de la medicina reproductiva, porque permite a las mujeres retrasar la maternidad y elegir el momento adecuado en el que desean tener un hijo. 

En la Clínica IVF-Life Madrid los especialistas en Reproducción asistida y medicina reproductiva realizan tratamientos personalizados para la preservación de la fertilidad, que se ha convertido en uno de los procedimientos clave en el campo de la fertilidad. 

 

La preservación de la fertilidad consiste en congelar
una cantidad óvulos o esperma para su uso en un futuro

 

¿Qué es la preservación de la fertilidad?

Cuando hablamos de preservación de la fertilidad nos referimos a salvaguardar una parte de la fertilidad de una persona en un momento concreto. Cabe destacar que no es posible preservar toda la fertilidad de una paciente o un paciente por completo, sino que esta práctica se basa en congelar una cantidad parcial de esa fertilidad, preparando una cantidad de óvulos o esperma para su uso en un futuro. 

 Cuando realizamos un ciclo de preservación de la fertilidad, podemos congelar alrededor de 10, 15 o 20 óvulos, obteniendo unas posibilidades razonables de éxito de un 70% en mujeres menores de 35 años. Esto no garantiza un seguro de fertilidad, ya que para fecundar estos ovocitos pueden ser determinantes en el éxito del tratamiento la calidad del donante masculino o las condiciones físicas para gestar, entre otros.

 

¿Qué diferencias existen entre preservar la fertilidad de un hombre y de una mujer?

En cuanto a los hombres, cuando congelamos una muestra de semen, ya sea porque el paciente padece problemas oncológicos o por una vasectomía, podemos encontrar millones de espermatozoides en una sola muestra. Una vez seleccionados los gametos óptimos para su uso, se congelan y permiten realizar diversos tratamientos si tienen la calidad y cantidad idónea. Por el contrario, en las mujeres encontramos que los óvulos son células grandes, llenas de agua y muy delicadas, de las cuales la paciente no tiene una gran abundancia. 
 

Las mujeres nacemos con una gran cantidad de óvulos, alrededor de 7 millones. Esto es lo que conocemos como reserva ovárica, que se va agotando a lo largo de la vida. La calidad de estos óvulos, generalmente, se mantiene estable desde los 18 hasta los 35 años, edad en la que las anomalías genéticas de los óvulos aumentan de forma considerable.
 

¿A qué edades es recomendable comenzar a preservar muestras genéticas?

Lo ideal para favorecer la obtención de ovocitos de calidad es realizar estos tratamientos a edades razonables. Consideramos especialmente adecuadas las edades comprendidas por debajo de los 35 años, edad en la que, en general, la calidad genética todavía permanece óptima para su uso.  
 

A partir de los 38 años hay muchos casos de pacientes que tienen anomalías genéticas. Para favorecer el éxito de una implantación de óvulos es necesario contar con muestras de calidad, que afecta la tasa de éxito de embarazo considerablemente. 
 

¿Cuál es el índice de éxito de esta terapia?

Hay casos en los que es vital la preservación de la fertilidad, como en pacientes que han realizado tratamientos de alto impacto como la radioterapia o la quimioterapia, que ya debido al estado de su reserva ovárica no les es posible quedarse embarazadas. 
 

Las tasas de embarazo con ovocitos congelados y siendo menor de 35 años, además de depender de la calidad del semen, se encuentran en torno al 55%. También influye la edad en la que se ha congelado la muestra. Al mismo tiempo, depende de la calidad de la muestra del varón o el estado general de la paciente y su capacidad para gestar. El pronóstico reproductivo mejora cuanto antes se congelen los óvulos. 
 

Lo mejor sería congelar los óvulos entre los 20 y los 30 años, aunque no suele ser lo normal, ya que a estas edades la maternidad no es una de nuestras principales preocupaciones. 
 

¿Qué opinas sobre la información ofrecida al respecto de este tipo de tratamientos?

Este tipo de técnicas de fertilidad comenzaron a ser viables a partir del 2006-2007, cuando surgen las técnicas de vitrificación. En este sentido, esta nueva metodología nos permitía congelar óvulos a una gran velocidad. Hasta entonces, el proceso de descongelación de las muestras resultaba difícil ya que, en muchas ocasiones, las muestras se deterioraban rápidamente o no evolucionaban de manera correcta.  

Desde entonces, considero que no se ha dado la visibilidad necesaria a estos tratamientos y hay una falta de cultura sobre cómo funciona nuestro cuerpo. Este tipo de carencias informativas causa que muchas personas tengan expectativas erróneas sobre la fertilidad y la reproducción. La gente de a pie no tiende a estar al tanto de las características de nuestro organismo. Existen muchos casos de personas que, al llegar los 40 años de edad, tienen unas probabilidades de embarazo de entre el 5 y el 10%. Por eso, no consiguen concebir cuando llega el momento. 
 

¿Crees que está mejorando la percepción que la sociedad tiene de la fertilidad?

En 2014, Apple o Facebook ofrecía a sus empleadas la posibilidad de congelas sus óvulos. A raíz de todo esto, muchas mujeres se enteraron de que la preservación de óvulos es una posibilidad real por tal de lograr el embarazo en un momento más propicio de sus vidas. Asimismo, en los últimos años parece que hay un auge informativo y gran parte de la información que antes no llegaba ahora sí que empieza a calar en la sociedad. 
 

En el mes diciembre más de la mitad de las pacientes que he atendido eran personas que querían realizar una preservación de la fertilidad. La verdad es que me resulta muy llamativo porque mucha gente menor de 35 años comienza a venir a consulta, por lo que parece que el mensaje está llegando, en especial entre las mujeres, que ahora conocen la importancia de la reserva ovárica y qué relación guarda con la fertilidad. 
 

Se observa un auge de interés al respecto de este tipo de tratamientos y las circunstancias a nivel social también propician que este mensaje llegue hasta las personas que necesitan preservar su fertilidad

Por Dra. Victoria Verdú Merino
Reproducción asistida

La prestigiosa Dra. Victoria Verdú Merino es licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Murcia y, además, cuenta con el título de Especialista en Ginecología y Obstetricia. Con más de dos décadas de experiencia, actualmente es la directora médica de Clínica IVF-Life Madrid.

La doctora es especialista en distintos tratamientos y técnicas de reproducción asistida, como la inseminación artificial o la fecundación in vitro.

Por otro lado, destacar que ha realizado múltiples publicaciones y conferencias científicas sobre su especialidad, así como distintos trabajos de investigación.

Ver perfil

Valoración general de sus pacientes


  • Tratamientos relacionados
  • Parto
    Amniocentesis
    Ovarios poliquísticos
    Cáncer ginecológico
    Medicina de la reproducción
    Pruebas de fertilidad
    Estimulación ovárica
    Inseminación artificial
    Histeroscopia quirúrgica
    Infertilidad
    Este sitio web utiliza Cookies propias y de terceros para recopilar información con la finalidad de mejorar nuestros servicios, para mostrarle publicidad relacionada con sus preferencias, así como analizar sus hábitos de navegación. El usuario tiene la posibilidad de configurar sus preferencias AQUI.