Por qué se producen las hernias discales

En primer lugar, es esencial entender qué implica exactamente una hernia discal, también conocida como hernia de disco o hernia de núcleo pulposo. Los discos intervertebrales, que funcionan como amortiguadores entre las vértebras en la columna vertebral, contienen un núcleo gelatinoso en su interior.

Cuando se produce una hernia discal, este núcleo se desplaza o se rompe a través de la capa externa del disco. Este fenómeno puede ejercer presión sobre los nervios de la médula espinal, dando lugar a síntomas característicos de esta afección. Estos síntomas incluyen dolor en la zona lumbar, así como entumecimiento y debilidad en las extremidades.

Factores de riesgo de la hernia discal

Cuando se busca explicar las razones detrás de la aparición de las hernias discales, es crucial considerar los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de su desarrollo:

• Edad: El envejecimiento de los discos a lo largo de los años es un factor de riesgo común para las hernias de disco. Las personas de entre 35 y 50 años son más propensas a desarrollar hernias discales lumbares, aunque es interesante destacar que esta afección raramente causa síntomas después de los 80 años.
• Género: Los hombres tienen el doble de probabilidades de desarrollar hernias lumbares en comparación con las mujeres.
• Trabajo o actividades físicamente exigentes: Aquellas ocupaciones que implican levantar objetos pesados de manera regular o realizar movimientos que incluyen tirar, empujar y retorcer aumentan el riesgo de sufrir una hernia discal. Evitar este tipo de esfuerzos puede contribuir significativamente a prevenir su desarrollo.
• Obesidad: El exceso de peso incrementa las posibilidades de desarrollar una hernia discal lumbar. Además, las personas obesas tienen hasta 12 veces más probabilidades de experimentar una hernia discal recurrente después de someterse a cirugía.
• Tabaquismo: Fumar puede afectar negativamente la salud de los discos intervertebrales al limitar el flujo sanguíneo, acelerar la degeneración del disco y dificultar la cicatrización. Los fumadores también enfrentan un mayor riesgo de sufrir una hernia discal recurrente después de la cirugía.
• Historia familiar: La genética desempeña un papel importante. Estudios científicos han demostrado que existe una tendencia hereditaria a la degeneración del disco intervertebral, la cual se asocia con un mayor riesgo de hernia discal.

Es importante tener en cuenta que, aunque estos factores pueden explicar la aparición de hernias discales en ciertas personas, cualquier individuo, independientemente de su edad, género o historial, puede desarrollar esta afección.

Por qué se producen las hernias discales

A continuación, te explicaremos las razones subyacentes a la formación de hernias discales. Esta condición puede originarse por diversas causas:

• Degeneración: El proceso natural de envejecimiento puede contribuir a la degeneración de los discos, aumentando la probabilidad de desarrollar una hernia discal con el tiempo. Es evidente que esta condición no es completamente evitable.
• Trauma: Lesiones repentinas o accidentes pueden desencadenar la formación de hernias discales.
• Movimientos repetitivos: Si tu ocupación o actividades diarias implican movimientos repetitivos o levantamiento de objetos pesados, es crucial tomar precauciones y mantener una buena ergonomía. La frecuencia con la que sometemos nuestra espalda a sobrecargas explica por qué las hernias discales son tan comunes.
• Causas desconocidas: También existe la posibilidad de desarrollar una hernia discal sin una causa aparente conocida.

Cirugía de hernia discal, ¿cuándo es necesaria?

La cirugía se considera una opción apropiada cuando los tratamientos conservadores no logran proporcionar alivio. La microdiscectomía es una técnica quirúrgica convencional que implica la extirpación del disco herniado después de realizar incisiones en músculos y retirar hueso para acceder a la zona afectada. Sin embargo, en la actualidad, existen opciones quirúrgicas más avanzadas y menos invasivas para abordar la hernia de disco.

Un ejemplo de estos avances es la endoscopia de columna, una técnica que permite acceder al disco dañado mediante una incisión mínima de menos de 1 cm. Gracias a la visualización endoscópica, los cirujanos pueden retirar la hernia sin causar daño significativo en huesos y ligamentos. Este enfoque menos invasivo se traduce en una recuperación más rápida y la posibilidad de ser dado de alta del hospital en tan solo unas horas después de la cirugía.

Si necesitas un diagnóstico o una segunda opinión médica, así como un tratamiento médico profesional para acabar el dolor y molestias de la hernia discal sin listas de esperas, no dudes en consultar con un especialista en Traumatología.