Mitos y realidades del posparto

Frecuentemente en consulta me encuentro que muchas pacientes viven con miedo tanto el embarazo, el parto como el posparto.

Es un momento vital de elevada vulnerabilidad emocional dado que el cuerpo, en el desarrollo de los 9 meses, ha cambiado y el gran reto pasa por poder gestionar la maternidad con la autorrecuperación física y emocional.

Se generan altas expectativas que, en muchas ocasiones, no se llegan a cumplir. De esta manera, padres y madres quedan descolocados, se sienten culpables por no sentir lo que piensan que deberían sentir, por no ser inmensamente felices, por sentirse saturados, sobrepasados, por darse cuenta que su pareja bajo el rol de padre o madre no son lo que esperaban.

Son tiempos inciertos de readaptación familiar. Y en muchas ocasiones hay estrés y ansiedad. Es un nuevo mundo por descubrir y descubrirse a uno mismo.

El impacto los mitos del posparto en la salud mental de las nuevas madres

Cada posparto es diferente. No es lo mismo estrenarte como padres, que ser padres veteranos o bien ser padres con la gestión del duelo de la pérdida de un bebé anterior.

No podemos generalizar, cada bebé es un mundo, cada padre y madre es mundo y cada circunstancia de vida es diferente.

La recuperación en el posparto suele ser lenta. De hecho, nos recomiendan un año para que nuestro cuerpo se resitúe por dentro y por fuera. Todo cambio es progresivo. Si un embarazo son 9 meses, quizás también precisemos de tiempo para nuestra recuperación física y emocional.

Ser hiperexigentes en ello no ayudará en el proceso. Evidentemente, nos hemos de cuidar en nuestra dieta, sueño, tiempo de descanso, pero no en el posparto únicamente ya deberíamos de haber empezado en el propio embarazo con tal de haber generado rutinas y hábitos saludables preventivos en el antes y no únicamente en el después.

Consejos para gestionar las emociones negativas después del parto

Las emociones forman parte de la vida, nos acompañan, nos informan de cómo estamos, nos ayudan a pedir ayuda en un momento dado.

Las emociones no son ni buenas ni malas, son meramente informativas en el cómo estamos y en lo qué debemos hacer para no cronificar nuestros síntomas en intensidad, frecuencia y duración.

Existe la idea de que las nuevas madres deben ser capaces de "hacerlo todo" y sentirse completamente felices. ¿Cómo se puede manejar la presión social que rodea al posparto?

Compartiendo con tu entorno en cómo te sientes, sin culpa, sin ocultarlo, desde la normalidad. Existen grandes tabúes al respeto.

Poder pedir ayuda y normalizar el asesoramiento emocional evitará que caigamos en trastornos del estado de ánimo ansiosos y depresivos que podíamos haber evitado.

La recuperación física después del parto

Bajo mi experiencia dejarse acompañar bajo un buen equipo interdisciplinar resulta fundamental si ves que por tu misma no sales adelante.

Pedir ayuda psicológica, ayuda nutricional, ayuda en tu recuperación de suelo pélvico, acudir a grupos de maternidad, tener una cita con tu matrona para que te ayude a gestionar los inicios como padres, asesorarte a través de tu ginecólogo que te ha acompañado en todo el proceso previo.

Hemos de vigilar con las redes sociales, con las comparaciones que nos generan dolor y malestar y dejarte acompañar y normalizar que el embarazo y el posparto es toda una montaña rusa emocional que manejaremos como mejor sepamos y podamos sin miedo a levantar la mano siempre que lo necesitamos para que nos ayuden desde nuestro entorno más cercano.